¿Puedes instalarte en un país si no conoces su idioma?

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Publicado el 2024-03-24 a las 09:18 por Asaël Häzaq
Podrías argumentar que es poco realista mudarse a un nuevo país sin conocer su idioma, ya que la integración sería un desafío. Sin embargo, aprender un idioma sin estar físicamente en el país también es posible. Los entusiastas de los idiomas a menudo respaldan esta noción. Encontrar un equilibrio entre los dos es crucial para una mudanza exitosa al extranjero. ¿Qué factores deberías considerar al prepararte para mudarte a un país donde no dominas el idioma?

Identificar las verdaderas razones detrás de la falta de aprendizaje del idioma

Pongamos fin al suspenso: es posible expatriarse sin conocer el idioma del país de acogida. Desde un punto de vista puramente administrativo, se podría decir que cualquier persona con la documentación necesaria (visa, permiso de residencia válido) puede expatriarse. Sin embargo, también se puede observar hasta qué punto los servicios de inmigración pueden insistir en el dominio del idioma. Esto se evidencia en las diversas políticas de inmigración de los Estados. ¿Será el expatriado una excepción? No, está directamente implicado.

A primera vista, se podría pensar que simplemente tienes "pereza". Pero existen muchas otras razones que explican tu desconocimiento del idioma local. En primer lugar, es necesario analizar los comienzos de tu expatriación: ¿fue intencionada o no? ¿En qué contexto se establece (traslado, visa de estudiante, de trabajo, siguiendo al cónyuge...)? El contexto de la expatriación puede explicar tu motivación y tus posibilidades prácticas para aprender un nuevo idioma.

Evaluar tu motivación

Las expatriaciones muy cortas pueden frenar. ¿Por qué tomar clases de idiomas durante 6 meses en el extranjero? El ritmo de trabajo también puede socavar el deseo de aprender. Es difícil aprender un idioma cuando se trabaja todo el día. La fatiga se hace aún más evidente si el empleador no ha reservado tiempo para tu integración (clases de idiomas, o tiempo destinado para que te formes). El no aprendizaje del idioma del país de expatriación no siempre es intencionado.

La motivación está directamente relacionada con el proyecto de expatriación. Ir a un país donde se habla tu idioma nativo te tranquiliza: no es necesario aprender el idioma local, incluso si es el idioma oficial del país. Muchos expatriados confían en el dominio del inglés, olvidando que no se habla en todas partes. Otros factores influyen en la motivación: el balance entre la inversión y la utilidad del idioma (si solo se habla en el país...), la falta de interés en la cultura del país, etc. A veces, "simplemente no funciona". Algunos expatriados se sorprenden, se sienten culpables: reconocen que no tienen ganas de aprender. ¿Deberían encontrar una explicación racional? ¿Cómo enfrentarse al día a día?

Manejar la vida diaria sin el idioma del país de acogida

Algunos te dirán que viven desde hace veinte años en su país de expatriación, pero aún no hablan el idioma. Están casados con alguien del lugar que habla su idioma, se desenvuelven en ambientes internacionales o no, cuentan con la amabilidad de sus amigos para ayudarles en lo administrativo y en su vida diaria.

Expatriarse sin conocer el idioma de tu país de acogida te obligará a adaptarte a la vida cotidiana: registrarte en el ayuntamiento, informar de un cambio de situación, enviar una carta, leer una carta recibida, hacer la compra, pedir una cita médica, buscar trabajo, entender tu nómina, comprar una entrada para un concierto, inscribirte en un club, seguir las noticias, leer el periódico u otros contenidos escritos... No se puede subestimar lo mucho que el dominio del idioma facilita la vida diaria.

Inmerso en el país de origen, todo es más sencillo... Aunque las frustraciones administrativas agoten incluso a los más pacientes. En el extranjero, todas estas frustraciones se multiplican. También hay que tener en cuenta la cultura, que también se descubre al aprender el idioma. Si bien es totalmente posible expatriarse sin dominar el idioma de tu país de acogida, debes estar preparado para un camino más difícil.

Dominar el arte del ingenio

Es posible que planees trabajar en un entorno donde se hable poco y decidas prescindir del aprendizaje del idioma. Otra posibilidad es que trabajes en una empresa internacional y/o en un ámbito internacional. No necesitas hablar el idioma del país de acogida en la empresa. Cierto, no pasas todo tu tiempo en la oficina, pero incluso fuera de ella, solo frecuentas los barrios internacionales. Has aprendido el vocabulario básico para sobrevivir y siempre llevas contigo una guía práctica para ayudarte.

En caso de necesidad, confías en los gestos, que ya dominas perfectamente. Si los gestos no son suficientes, sacas tu teléfono inteligente. Las aplicaciones de traducción con inteligencia artificial son cada vez más convincentes. Google Translate, Deepl Translator, Say HiTranslate y sus amigos sabrán ayudarte. ¿Tienes amigos locales y/o que hablen el idioma local? Perfecto: llévalos contigo en tus salidas importantes (al ayuntamiento, al médico...) y contrata sus servicios como intérpretes.

Aceptar las limitaciones inherentes al no aprendizaje del idioma

Cuidado con los límites. Las aplicaciones de traducción no son perfectas. Y aunque lo fueran, ¿realmente disfrutas de estas conversaciones a tres? ¿Tu interlocutor?

Anticípate a los comentarios, a veces hirientes, de los locales y de los extranjeros que hablan el idioma local. Entenderán que no estás aprendiendo el idioma por 4 o 6 meses de expatriación. Se sorprenderán de verte balbucear incluso después de 8 meses en el extranjero. Obviamente, no se pueden tolerar comentarios hirientes. Cada uno tiene sus razones para explicar por qué no aprende el idioma local. Hay que tener en cuenta que este no aprendizaje tendrá repercusiones en la vida diaria. Los amigos no siempre estarán allí para traducir. Las aplicaciones no traducen a todos los idiomas y no están siempre disponibles sin conexión.

No sobreestimar el nivel que se debe alcanzar antes de la expatriación

Tranquilo: nadie espera que seas perfectamente bilingüe antes de partir al extranjero. Más bien se recomienda que conozcas un mínimo de vocabulario para defenderte. ¿Sigues balbuceando después de varios meses en el extranjero? No te sientas culpable: cada uno aprende a su propio ritmo. Lo importante es saber lo suficiente para gestionar tu vida cotidiana. Este consejo es válido tanto si la expatriación es corta o larga, si trabajas o no en un entorno