Etiqueta en las cenas navideñas en los diferentes países del globo

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Publicado el 2022-12-16 a las 06:25 por Asaël Häzaq
Cuando te invitan a una cena, inevitablemente te vienen a la cabeza algunas preguntas. ¿Debes llegar a tiempo, pronto o tarde? ¿Con o sin regalo? ¿Se sentará en una silla o en el suelo? ¿Comerá con las manos? ¿En silencio? ¿Qué decir, qué hacer, cuándo, cómo y en qué tono? Planteada así, una simple comida con toda la intimidante etiqueta que conlleva puede convertirse en un auténtico rompecabezas. 

¿Cómo hay que comportarse en la mesa? ¿Qué hay que evitar? Más allá de los principios fundamentales, hay, por supuesto, mucho sentido común, pero al final, estés donde estés, todo se reduce a compartir una buena comida en buena compañía. Veamos cómo hacerlo.

La etiqueta en la mesa es un arte 

No siempre pensamos en la etiqueta en la mesa, pero instintivamente damos mucha importancia a nuestros buenos modales cuando nos invitan. Cenar es, de hecho, una ocasión muy especial, sobre todo cuando se comparte con otras personas. Algunos la compararán con un baile, otros con una coreografía, con un concierto o una ópera. Algunos incluso afirmarán que los invitados aportan auténtico sabor a un plato. Cuando las culturas se mezclan, el conjunto es aún más enriquecedor. Respetar la etiqueta en la cena, en definitiva, un curso acelerado de valores humanos.

La etiqueta en las cenas difiere de un país a otro. En Italia, por ejemplo, quien come espaguetis con cuchara debe esperar una mirada severa de los lugareños. En Alemania, en cambio, esta práctica es totalmente aceptable. En Noruega, nadie se ofenderá si se echa mano del salero, pero en la República del Congo es mejor no hacerlo. En Turquía y Senegal, beber té es un arte, y en Senegal incluso se puede disfrutar de la bebida ruidosamente. ¿Sabías que en Suecia prefieren servir leche a vino en la mesa? Otra cosa que hay que recordar es que, mientras en Brasil se llega tarde a la hora de la verdad, en Canadá hay que ser puntual.

Cada país tiene su propia etiqueta a la hora de comer. Las irás descubriendo y aprendiendo a medida que te relaciones con los lugareños y conozcas mejor la cultura de tu país de acogida. Pero, en cualquier caso, no te preocupes. Muchas de estas normas son de sentido común. Son las mismas en todos los países y suelen ser las más obvias: 

  • No sonarse, rascarse o hurgarse la nariz en la mesa. 
  • No hables con la boca llena. 
  • No empezar a comer antes que el anfitrión. 
  • No llenes el plato como si fueras el único comensal. 
  • Sé educado y cortés. 

Una de las formas más fáciles de familiarizarse con las normas locales es observar cómo lo hacen los demás y, si se confunde durante la comida, pedir ayuda. ¡Nadie te culpará si no sabes!

Ahora que ya conocemos estas generalidades, pasemos a algunos países en los que la etiqueta a la hora de comer es crucial. He aquí qué hacer y qué no hacer al cenar en Estados Unidos, Corea del Sur, Marruecos o Francia, entre otros.

Estados Unidos

Al igual que en Francia, Alemania, Japón o Canadá, la puntualidad en Estados Unidos es una convención más que apreciada. Incluso puedes presentarte unos minutos antes para causar una mejor impresión. Olvídese del "quart d'heure de politesse" francés, que suele ser un periodo de gracia de quince minutos asignado a su anfitrión en Francia para que se prepare para la ocasión. En Estados Unidos, te considerarán un grosero. Apártese y deje que su anfitrión le guíe. Mastique con la boca cerrada. Y si no sabe qué hacer con las manos, póngalas sobre el regazo. Recuerda dar propina si te han invitado a un restaurante. Los camareros dependen de ella, no para llegar a fin de mes, sino para cobrar su sueldo. En lugar de culpar al camarero por un plato que llegó un poco tarde o un poco tibio para tu gusto, muestra compasión y generosidad, sobre todo en estos tiempos de crisis.

Corea del Sur

En Corea del Sur, los ancianos tienen prioridad. Son los que anuncian el comienzo de la comida. Tienen los mejores asientos (los más alejados de la puerta, para evitar la brisa). Espera a que empiecen a comer. Diles "Jal mog ke sseub ni da" (¡voy a comer bien! equivalente a "disfruta de tu comida") y sígueles la corriente. Rellena su vaso cuando veas que está vacío. Si un anciano te sirve una bebida, sé respetuoso: sujeta el vaso con las dos manos y vuélvete hacia un lado para beber. Come en silencio, incluida la sopa (sin ruidos de succión). En una comida tradicional, el cuenco de sopa se coloca a la derecha y el de arroz a la izquierda, y los demás platos en el centro de la mesa. Se puede comer el arroz con palillos o cuchara, pero nunca levantando el cuenco, como es costumbre en Japón o China. Utiliza los palillos como los cubiertos normales: con bonhomía y lógica (no señales con los palillos, no los claves en la comida). Termina de comer al mismo tiempo que los mayores. Al final de la comida, di "Jal mogeossubnida" (Me ha gustado la comida).

Senegal

¿Te han invitado a comer un plato tradicional en Senegal? Pues puede ser una experiencia extraordinaria. La comida puede servirse sentado en una mesa o sobre una estera en el suelo. En el segundo caso, deberás quitarte los zapatos. Se te sentará en un pequeño taburete o en la estera, donde todos los comensales forman un círculo alrededor del gran plato principal.

Espera a que el anfitrión anuncie el comienzo de la comida antes de comer. Al igual que en Corea del Sur, el respeto a los mayores es muy importante en Senegal. Acuérdate de comer con la mano derecha. Tanto si se come en una fuente grande como en platos individuales, el anfitrión siempre te ofrecerá los mejores trozos de carne o pescado. Querrán asegurarse de que disfrutas de la comida. En Senegal, la hospitalidad se extiende hasta el plato, y comiendo con apetito honrará a su anfitrión.

Canadá

Aquí estás, en la puerta de tu anfitrión con tus amigos. ¿Cuáles son las reglas a seguir? Bueno, hombres y mujeres son iguales también a la hora de cenar. No hace falta ser galante, sólo sentido común: ¡quien esté más cerca de la puerta entra primero! Pero no olvides llevar algo como un postre, una botella de vino o zumo, un pequeño regalo decorativo para mostrar tu agradecimiento por la invitación. Esta es una regla básica de etiqueta en Canadá. Sé puntual Ningún mensaje de texto de disculpa excusará tu descortesía. En la mesa, espere a que su anfitrión empiece a comer antes de coger el tenedor. Si asistes a un banquete, puedes empezar a comer en cuanto se hayan sentado varios invitados. 

Tanto si eres un gourmet como si no, sé razonable. No seas pesado a la hora de servirte, pero tampoco te pases de la raya. Sé equilibrado. Si te apetece un plato en el otro extremo de la mesa, la regla general dice que los platos deben pasarse en sentido contrario a las agujas del reloj. 

Prohíbe el teléfono, las gafas y cualquier otro objeto personal en la mesa. Lo ideal es apagar el móvil o ponerlo en modo silencio. Cuando necesite hacer una llamada urgente o enviar un mensaje de texto, discúlpese antes de levantarse de la mesa. Y si eres un invitado sin alcohol, aparta tu copa de vino para indicar que no estás bebiendo.

Alemania

En una cena alemana no hay aperitivo, plato principal y postre, sino una sola comida principal. Primero hay que lavarse las manos. Después, vaya a la mesa y espere a que el anfitrión le dé la señal para servirse. Esta regla se aplica tanto a las comidas con amigos como con colegas o conocidos (y es aún más importante para estos últimos). Si le gusta el pan, es bueno que sepa que en Alemania el pan no es una guarnición. Sólo se sirve en la mesa si es necesario para el plato. Así que no se moleste en buscarlo o pregunte a su anfitrión si no está en la mesa. 

Para beber, toma agua con gas (wasser) o agua sin gas (stilles wasser). Los alemanes suelen beber wasser. Si la comida es buena, transmite tu agradecimiento en silencio. No mastiques con la boca abierta. Evita apoyar los codos en la mesa. Esta práctica se está perdiendo entre las generaciones más jóvenes, pero sigue siendo habitual entre los mayores. Cuando cenes con una persona mayor, asegúrate de observar buenos modales.

Marruecos

En Marruecos se honra al invitado. La comida compartida es un rasgo importante de la cultura marroquí, por lo que su anfitrión siempre se asegurará de que usted se sienta cómodo y a gusto. A cambio, demuestre su alegría y gratitud elogiando la comida. 

Los platos suelen colocarse en el centro de la mesa. La comida se toma con la mano, con el khobz (pan redondo) que forma el cubierto. Se coge un trozo de khobz y se utiliza como cuchara para atrapar la salsa y la comida. Tradicionalmente, los marroquíes comen con la mano derecha, pero como invitado, puede manejar sus trozos de khobz con ambas manos. Espere a que el anfitrión anuncie el comienzo de la comida. A menudo le servirán porciones enormes, al son de muchos "koul, koul" (comer, comer). En Marruecos, la hospitalidad es muy importante. Honre a su anfitrión y coma con apetito.

Japón

En Japón, la gente no suele invitar a nadie a su casa. Si tienes la suerte de que te inviten a una casa japonesa, sé puntual y lleva un pequeño regalo. Pero asegúrese también de respetar la etiqueta en las cenas.

Se agradece una buena presentación

Y lo que es más importante, asegúrate de llevar calcetines sin agujeros, ya que te pedirán que te quites los zapatos al entrar en casa de tu anfitrión. Deshazte también de tu abrigo (tu anfitrión sabrá qué hacer con él). Presente humildemente su regalo mientras dice: "Tsumaranai mono desu ga, douzo", que literalmente significa: "¡Esto es algo inútil y aburrido, pero es para ti!". No olvides que en Japón el envase es casi tan importante como el contenido. Así que ten cuidado con el envoltorio de tu regalo. Inclínate ligeramente hacia delante al presentarlo. Déjese guiar por su anfitrión y no haga ruido. 

Cómo sentarse

Presta atención a la distribución de los asientos. Lo más probable es que te sientes a la mesa. Pero si tu amigo te invita a su pequeño estudio, puede que te encuentres instalado en un cojín junto a la mesa. Si la comida tiene lugar en un ambiente tradicional (o en un restaurante tradicional), podrías incluso estar sentado en un cojín en el suelo. Afortunadamente, la posición seiza, que puede resultar incómoda incluso para los japoneses más resistentes, ya no es obligatoria. La norma es que los hombres pueden sentarse con las piernas cruzadas y las mujeres con las piernas hacia los lados. Pero nadie te culpará si eres mujer y te sientas con las piernas cruzadas. El anfitrión hará todo lo posible para que te sientas cómodo.

Comer bien

Una vez que esté cómodamente sentado, es hora de decir "¡Itadakimasu!". Contrariamente a la creencia popular, esta palabra no significa "disfrute de la comida", sino "gracias por este plato; lo recibo con gratitud". En Japón, las comidas constan de varios platos pequeños, y todos se colocan en el centro de la mesa. Para brindar, diga "kanpai". A la hora de beber, no se sirva a sí mismo, sino a los demás. Ellos le devolverán el favor. Esta regla se aplica especialmente al alcohol. 

Sujeta el cuenco de arroz con una mano y los palillos con la otra. No salsees el arroz. Te costará coger los granos de arroz. El sushi es uno de los pocos alimentos que se pueden comer con la mano. Observa a los demás comensales o a tu anfitrión y sé delicado. Los platos de ramen están obviamente deliciosos; se nota por los sorbidos a tu alrededor.

Los palillos son cubiertos. Sigue las reglas del sentido común: No apuntes con ellos a nadie ni a nada, y no metas los palillos en los platos. Cuando estés lleno, y si alguien quiere volver a servirte, no digas "Iie" (no), sino "Daijôbu desu" (estoy bien, gracias). Al final de la comida, diga "gochisou sama deshita" (estaba muy bueno, gracias).

Francia

Para terminar nuestra vuelta al mundo, echemos un vistazo a Francia, el país de la gastronomía, con una etiqueta gastronómica muy fina. De momento, olvidémonos de los cubiertos y sus diferentes juegos para el pescado, la carne, el queso, el postre, etc. A menos que asistas a una comida muy formal, es poco probable que te encuentres con toda esta parafernalia. Pero si lo haces, simplemente acérqcate sigilosamente a tu vecino y haz como ellos mientras espera que estén acostumbrados a la comida francesa.

Respetar los horarios

En primer lugar, asegúrese de llegar a tiempo. Aunque el legendario "quart d'heure de politesse" francés (un periodo de gracia de quince minutos asignado a su anfitrión en Francia para que se prepare para la ocasión) hable por sí solo, evite el gran retraso de media hora. Siga a su anfitrión y vaya a lavarse las manos (pregunte si es necesario). A continuación, el plan de asientos. Aunque no lo haya, intenta no tirarte en un asiento. 

Ahora que ya estás cómodo, ¡"bon appétit"! Es una frase muy utilizada en ambientes informales, pero hay que evitar decirla en una comida más formal. Lo mejor es no decir nada y responder sólo si el anfitrión dice el famoso "bon appétit". También en este caso, siente el ambiente y sigue a tus vecinos de mesa.

Autocontrol en la mesa

Normalmente, la mano izquierda sostiene el tenedor y la derecha el cuchillo. Pero nadie te llevará a juicio por invertir los cubiertos. Sin embargo, hay otras reglas que debes seguir: 

  • No hagas ruido al comer.
  • No chasquees los dientes y mucho menos sorbas. 
  • Bebe y mastica con discreción. 
  • No asomes la cabeza hacia el plato como un lobo se lanzaría sobre su presa.

Siéntate recto con los antebrazos sobre la mesa (¡pero no los codos!). Si no utilizas las manos, no las escondas debajo de la mesa; apóyalas sobre ella. Si estás sentado en una silla con reposabrazos, no apoyes los antebrazos en ellos mientras comes. Soporta el peso de los brazos con dignidad y siéntate recto (o al menos inténtalo). Antiguamente, los comensales estaban tan apretados que no podían permitir que sus codos estuvieran sobre la mesa sin riesgo de chocar con los de sus vecinos. Hoy en día, aunque haya más espacio en la mesa, la práctica se mantiene. Es una cuestión de respeto y buenos modales.

Prohibir los dispositivos personales

Por regla general, la mesa de tu anfitrión no es la tuya. No pongas tus gafas (con o sin caja), tu paquete de pañuelos o, peor aún, tu móvil sobre la mesa. En una época en la que el smartphone parece estar injertado en la mano, puede ser difícil resistirse. Pero recuerda que los objetos personales pueden ser portadores de bacterias, que no son bienvenidas en la mesa de tu anfitrión. 

¿Necesitas sal o pimienta? Evita pasar el brazo por el plato de tu vecino; pídela. Y no olvides pedir siempre permiso antes de levantarte de la mesa.

Galantería o caballerosidad...

¿Hay que dejar que las mujeres vayan primero? Ésta es nuestra opinión sobre la llamada galantería. 

Conviene saber que, en el fondo, esta práctica no tiene nada de galante. Introducida originalmente durante el reinado de Enrique IV (1555-1610), sólo pretendía garantizar la seguridad de los locales. En aquella época, en la que los asesinatos y otros actos de violencia sangrienta formaban parte de la vida cotidiana, se permitía entrar primero a las mujeres en aras de una supuesta seguridad. Se las enviaba como cebo o escudo para los hombres, lo que lo hace muy extraño, lejos del protocolo caballeresco que conlleva hoy en día. Así que no te preocupes por dejar entrar a las mujeres antes o después de ti. Limítate a sujetar la puerta detrás de ti; ya serás muy amable.