AnaKarine y su familia dejaron Venzuela atrás y se mudaron a Brasil. Aquí nos cuenta de su éxito.
¿Cómo decidiste Brasil como destino?
Nos decidimos por Brasil por la facilidad que tuvimos para obtener la visa temporal de dos años, un beneficio al que tienen acceso los ciudadanos de países vecinos de Brasil, como Venezuela por ejemplo.
¿Fue fácil simplemente cambiar de lugar?
No fue nada fácil, nunca habíamos salido de Venezuela a vivir en otro lugar, así que dejamos nuestro hogar y nuestras familias para emprender esta aventura con nuestra hija de 5 años. La primera vez que escuchamos hablar de Curitiba fue por un conocido que mencionó la ciudad, empecé a investigar, hablé con mi esposo y decidimos que esta sería una gran ciudad para comenzar una nueva vida.
¿Como reaccionó tu familia?
A todos les afectó nuestra decisión, sin embargo dadas las condiciones de mi país ellos comprendieron totalmente las razones por las que queríamos mudarnos y nos apoyaron totalmente.
¿Fue fácil aprender el idioma?
Apenas tenemos tres meses aquí, y vinimos sin haber hecho ningún curso, aún yo siento que nos falta muchísimo por aprender. Sin embargo, logramos comunicarnos y hacernos entender. Aquí algunas universidades federales tienen programas de enseñanza de la lengua portuguesa para los inmigrantes, totalmente gratuitos, y nosotros estamos asistiendo a esas clases para aprender el idioma.
Aunque tiene algunas semejanzas con el español, también es verdad que hay muchas expresiones y maneras de hablar que se aprenden con el contacto diario con los brasileños.
¿Son acogedores los Brasileños?
Totalmente, al menos todos los que hemos conocido. Estamos muy agradecidos con las personas que nos han ayudado y han sido totalmente receptivos, desde los vecinos hasta los señores de las panaderías y tiendas que frecuentamos, chóferes de transportes y todas las personas que conocemos.
¿Qué es lo que más te sorprendió cuando llegaste a Brasil?
Como llegué directo a la ciudad de Curitiba, me sorprendió ver la eficiencia del sistema de transporte público, pues la referencia que tengo para comparar es la de Venezuela, entonces me sorprende lo bien que pueden funcionar algunas cosas aquí, como servicios públicos.
Aún me asombra que aquí las familias comen arroz y granos (habichuelas, caraotas, frijoles negros) casi todos los días, eso me sorprende mucho porque nosotros no acostumbrábamos a comerlos con frecuencia.
En cuanto a un aspecto negativo, me sorprende lo amarillistas y sensacionalistas que pueden ser los noticieros aquí, es otra cara del periodismo que desconocía totalmente, además de las altas tasas de feminicidio que hay en todo el país.
¿Qué es lo que más echas de menos de tu país?
Honestamente, mi familia. Es lo que más echo de menos, el contacto con ellos, reunirnos y compartir tiempo juntos.
¿Qué te parece el estilo de vida Brasileña?
Yo estoy al sur de Brasil y conozco brasileños del nordeste y me dicen que aquí las personas son muy "chatas", es decir, aburridas, sin embargo a mi me gusta mucho como se vive aquí. Aclaro que no puedo dar una opinión amplia sobre fiestas, celebraciones, etc. Tengo poco tiempo y somos una familia pequeña con una niña, así que solo salimos en plan familiar a parques, hemos ido a las playas de Santa Catarina, y me encanta lo desenfadada que puede ser la gente en su día a día.
¿Qué deben tener en mente los que quieren mudarse a Brasil?
Que es necesario tener una base de portugués para conseguir un empleo rápido. Es la recomendación que yo le hago a todo el que quiera venir para acá a vivir, aprenda un poquito de portugués antes de venir para no llegar tan "perdido".
¿Qué no deberían olvidar todas las personas que desean partir al extranjero?
Nuestros orígenes, no podemos olvidar de dónde venimos porque esa es nuestra única identidad, aquí seremos extranjeros por muchos años. Pero, no olvidar nuestros orígenes no significa rechazar lo nuevo: totalmente lo opuesto. Debemos mantenernos receptivos a adoptar las costumbres del país que nos acoge y respetar su cultura. Aprovechar esta oportunidad como un intercambio cultural.
Aquí las personas me preguntan mucho sobre nuestras comidas y yo con gusto les explico y así vemos todas las cosas que tenemos en común. Entonces lo resumo así: no olvidar de dónde venimos ni olvidar donde estamos, aprender a querer este país que nos ha aceptado y a respetar su idiosincrasia.