Michael en República Dominicana: broncéate lo más pronto posible

Entrevistas a expatriados
  • Michael D.
Publicado el 2019-01-02 a las 03:17
Michael se fue a uno de los lugares más remotos de la isla, el llamado Sur, un lugar de lleno de belleza y una vida única.

Cuéntanos un poco de ti, ¿quién eres, dónde vives, a qué te dedicas?

Me llamo Michael y nací en Alemania. Mi familia se mudó a la República Dominicana cuando tenia 10 años de edad. A los 21 me casé con una Canadiense y nos mudamos al sur de la República. Entre otras cosas, trabajo como guía turístico aquí, ya que el sur de la República Dominicana es un lugar muy único e inusual para visitar.

¿Cómo decidiste República Dominicana como destino?

Aunque fue decisión de mis padres, pienso que hubiese tomado la misma decisión. Ahora que soy adulto sigo aquí y no tengo planes ni deseos de mudarme a otro lugar.

Michael D.

¿Qué trámites has tenido que hacer para instalarte en República Dominicana?

Como fue hace 25 años, las cosas fueron diferentes. Mis padres buscaron a un abogado de inmigración quien resolvió los trámites para nosotros, consiguiendo nuestras visas así como residencias. Ahora que somos residentes permanentes solo necesitamos renovar nuestra residencia cada 4 años.

¿Fue fácil aprender el idioma?

Tuve el privilegio de que mis padres ya hablaban español y así yo me crecí hablando español desde antes de mudarnos a la República. Pero aquí tuve la oportunidad de aprender más idiomas, como el inglés y el criollo haitiano. Especialmente en el sur de la República, que queda cerca a la frontera de Haití, es muy útil hablar este idioma nativo haitiano. Por esta razón, por ejemplo, tuve el privilegio de ayudar en las operaciones de rescate después del terremoto de Haití en el 2010.

¿Cómo es tu vida cotidiana?

Cuando no estoy trabajando como guía o en el Internet, me encargo de la casa. Vivimos en una pequeña granja donde crece aguacate (o palta), gandules y bananos, entre otras frutas y vegetales. Estos requieren constante atención y cuidado, especialmente en tiempos de cosecha.

Ya que no hay supermercados ni otra clase de negocios grandes cerca de donde vivimos, mucho tiempo se va en viajar al próximo pueblo grande, lo que dura más de una hora, para resolver cuestiones bancarias, compras y otras diligencias.

¿Cuáles son las actividades más populares allí?

A la gente local le gusta mucho pasar tiempo visitando los ríos locales, jugar baseball, así como ver y apostar en peleas de gallos. Es un lugar muy atrasado en muchas cosas, pero al mismo tiempo eso es parte de su encanto. La vida es más simple, lo que es muy agradable.

Michael D. -- Llevando turistas a la playa 'Bahia de las Aguilas'

¿Son acogedores los dominicanos?

El dominicano en general es una persona muy acogedora, y aquí en el sur más todavía. También hay muchos inmigrantes haitianos aquí, los cuales tienen su propia manera de ser, aunque también muy amables y acogedores.

¿Qué es lo que más te sorprendió cuando llegaste a República Dominicana?

Como llegué de niño no recuerdo tantos detalles. Pero sí se que lo acepté todo y me gustó. Como niño es más fácil adaptarse, y para mi fue fácil y rápido.

¿Qué es lo que más echas de menos de tu país?

Sí extraño un poco mi familia. Aunque mis padres y mi hermano viven todavía aquí en la isla, me perdí un poco la vida de mis tíos y primos en Alemania. Sólo los veo si me visitan o si vamos a visitarlos, y eso a veces no es suficiente.

¿Qué te parece el estilo de vida dominicano?

Aquí en el sur la vida es muy diferente. Ciudades grandes como Santo Domingo y Santiago son lugares muy ricos, y la misma República es un país muy rico y estable, por lo menos en comparación con otros países latinos, pero aquí en el sur es otro mundo.

Es relativamente pobre, y la pobreza llega a ser un estilo de vida. La gente vive el día a día.

Michael D.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren mudarse a República Dominicana?

Eso depende a donde en la isla uno se muda. Algunos lugares son muy adinerados con supermercados y negocios iguales a Europa y los Estados Unidos, lo que permite una vida muy similar a estos países. Pero aquí en el sur la cosa es radicalmente diferente. Transportación, como un carro o motocicleta, son muy necesarios. Hablar el idioma es otro requerimiento, así como un sentido de aventura.

La belleza del lugar son sus extremos, tanto en falta de expansión, como temperatura y naturaleza. El área es más desértico, por lo cual hay menos vegetación como en otros lugares de la isla. Al mismo tiempo tiene algunas de las playas y ríos más bonitos del Caribe, y una flora y fauna inigualable.

¿Qué no deberían olvidar todas las personas que desean partir al extranjero?

Ten una mente abierta. Nunca esperes que las cosas son o deberían ser iguales como las conoces de tu hogar.

No olvides que muchas veces uno es más extraño para los otros que los otros para uno -- la gente a veces lo miran uno con curiosidad. No lo veas de manera desagradable. Sé amable y responde con gratitud y la gente responderá igual.

Broncéate los más pronto posible. Alguien con la piel bien blanca se le ve como alguien que es inexperimentado y puede pasar que se quieran aprovechar de ti. Alguien quien está bronceado hace parecer que ya lleva un buen rato aquí y se le respeta más.

Aprende el idioma los más pronto posible. Saber comunicarse, aunque sea solamente lo básico, ayuda a adaptarse más rápido. Eso hace la vida y la conexión con los locales mucho más fácil y agradable.

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