Los registros de expatriados datan del siglo VIII a. C., en el antiguo poema épico griego de Homero, Odyssey. A lo largo de su peligroso viaje de 20 años, Odiseo encontró consuelo con la esperanza de que algún día besara el suelo de su tierra natal y viera a su familia. Hoy en día, la expatriación está tomando formas más ligeras, en parte debido a la tecnología y la facilidad de viajar. Sin embargo, los síntomas de perturbación y mal humor son característicos entre los que sufren de nostalgia.