Recién elegido, la primera tarea de Joe Biden será restaurar las relaciones con antiguos aliados que fueron ninguneados por la administración Trump. También se espera que vuelva a tratados internacionales como la Organización Mundial de la Salud y el Acuerdo de París sobre el Clima. Para Biden, el cambio climático es una prioridad.
El nuevo Presidente también quiere prohibir la expedición de nuevos permisos a los productores de petróleo y gas a fin de reducir la contaminación por metano. Al abordar la cuestión del cambio climático, Joe Biden también aborda otras cuestiones como el racismo ambiental.
En el frente de la política exterior, Biden se compromete a detener la participación de EE.UU. en la guerra civil iniciada por Arabia Saudita en Yemen, que ha sido denunciada como la peor crisis humanitaria del mundo. Al igual que su predecesor, garantiza un apoyo inquebrantable a Israel y continuará la lucha contra el terrorismo en un Afganistán e Iraq devastados por la guerra.
COVID-19
Su postura contra la Organización Mundial de la Salud, la ciencia, el uso de máscaras y China le costó caro a Trump. De hecho, su administración no ha garantizado la seguridad de los americanos desde el comienzo de la pandemia COVID-19. Con un equipo de 13 funcionarios de salud y del gobierno y médicos, Biden está implementando una estrategia unificada para controlar esta caótica situación que ya ha cobrado 376.000 vidas en los Estados Unidos. Aunque no puede ordenar el uso de máscaras faciales en todo el país, planea recomendar el uso de máscaras faciales en todas las propiedades federales y en el transporte interestatal. La tarea de Biden es luchar contra una pandemia que su predecesor había subestimado. Una vez que el nuevo presidente asuma el cargo, el número de centros de pruebas debe aumentar y el rastreo de contactos debe mejorar. También se revisará la producción de equipo de protección personal y la distribución de vacunas con directrices claras.
Educación
La determinación de Trump de restringir los visados de los estudiantes y hacer más estrictos los requisitos de los permisos de trabajo, el decreto 13769 que prohíbe la entrada a los ciudadanos de siete países musulmanes y la pandemia han contribuido a la disminución del número de estudiantes extranjeros en los Estados Unidos. Algunos estudiantes no se han arriesgado a dejar los Estados Unidos para asistir a conferencias y talleres de definición de carreras por temor a no poder regresar. El objetivo de la administración Trump era asegurar que los visados de estudiante fueran sólo para estudios de posgrado en los Estados Unidos y no como un paso para encontrar un empleo después de la graduación.
Sin embargo, este reglamento no entró en vigor debido a las numerosas preocupaciones que suscitó. Por ejemplo, los estudiantes extranjeros con visas F pueden quedarse por 60 días más después de completar su programa. Durante su campaña electoral, Biden se comprometió a asegurar una mayor flexibilidad para los graduados de doctorado en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
En 2020, según la revista Forbes, la deuda total de los préstamos estudiantiles de EE.UU. era de 1,5 billones de dólares repartidos entre 45 millones de prestatarios. Es la segunda deuda más alta después de las hipotecas, seguida de las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles. La deuda promedio de los préstamos estudiantiles es de 32.731 dólares y el pago promedio de los préstamos estudiantiles es de 393 dólares. Sin embargo, Joe Biden se ha comprometido a reducir todos los préstamos en 10.000 dólares y el remanente para los graduados universitarios públicos o históricamente negros que ganen menos de 125.000 dólares al año.
Empleo
El sector de servicios es el que genera la mayoría de los empleos en los Estados Unidos. Aunque Joe Biden no tiene la autoridad para imponer un salario mínimo nacional, está considerando la posibilidad de aumentar el salario mínimo para los empresarios, que actualmente es de 10,80 dólares, a nivel federal. Trump también había aumentado la fuerza de trabajo federal en un 25 por ciento, que ahora consiste en unos 11 millones de empleados. Sus predecesores también habían contratado trabajadores federales, pero esto se hacía normalmente en tiempos de crisis, como las guerras. Esto estaba lejos de ser el caso en la administración de Trump. Dado que la Junta Nacional de Relaciones Laborales está encabezada por una junta conservadora nombrada por Trump, este organismo federal, que es responsable de interpretar y garantizar la aplicación de la legislación laboral, se ha desviado de su función y misión originales. No obstante, estas deficiencias no son nuevas, ya que la inclusión y la organización del lugar de trabajo nunca han sido su fuerte.
Joe Biden hace hincapié en los beneficios socioeconómicos de una clase media próspera e inclusiva. Sin embargo, todavía tiene un largo camino por recorrer. Los Estados Unidos albergan una clase media proporcionalmente más pequeña entre las economías desarrolladas, con una importante disparidad de ingresos. Según el Instituto de Investigación Pew, los ingresos anuales de la clase media oscilan entre 48.000 y 145.000 dólares para una familia de tres personas.
Asuntos Exteriores
Las relaciones entre los Estados Unidos y China siguen siendo tensas. Pero Biden está comprometido con una relación económica más saludable con la segunda economía más grande del mundo, sin ceder al ecosistema tecnológico altamente competitivo de China. El estrechamiento de las relaciones diplomáticas con Taiwán, que actualmente se encuentra bajo la amenaza de una invasión militar china, podría ser una prioridad para la administración Biden. Pero, ¿está Estados Unidos preparado para intervenir contra una invasión china?
Salud
El sistema de salud de los Estados Unidos es uno de los más complejos y costosos del mundo. El proyecto de ley de Obama, que aboga por una atención médica accesible y asequible para todos, fue uno de los mayores éxitos de los Estados Unidos, aunque la constitucionalidad de la ley se ha debatido siete veces en el Tribunal Supremo. Hasta la fecha, Joe Biden no ha mostrado ninguna intención de revisar la ley. En el frente de la atención médica, sin embargo, quiere imponer restricciones a las facturas excesivas de hospitales y seguros. Además, la legalización de la compra de medicamentos de venta con receta a nivel internacional y la limitación de los precios de los nuevos medicamentos están en el orden del día. Aunque Joe Biden no está a favor del sistema universal de Medicare, está considerando seriamente ofrecer a los americanos la opción de un plan de salud pública que no cueste más del 8,5% de sus ingresos. Otras reformas que se están considerando son el derecho al aborto y el reconocimiento de los tratamientos de salud mental como equivalentes a las terapias físicas.
