Lorena en Suiza: Para los suizos, lo bueno es a largo plazo y debe cuidarse con compromiso y trabajo

Entrevistas a expatriados
Publicado el 2018-01-25 a las 11:12
Lorena se mudó a Suiza luego de estar durante 3 años viajando varias veces al año a visitar a su novio quien ahora es su esposo y por quien cambió de país. Ella compartió con nosotros su experiencia como expatriada.  

Empecemos por una pequeña presentación. ¿De dónde eres? ¿Cuánto hace que vives en el extranjero? ¿Como te ganas la vida?

Nací y viví hasta hace poco en Santiago, la capital de Chile. Ahora resido en Suiza desde Septiembre de 2017. En mi país ejercía como Psicóloga laboral. Actualmente soy ama de casa.

¿Por qué decidiste cambiar de país?

En febrero 2014, conocí a quien ahora es mi esposo. Luego de 3 años, varios viajes de ida y de vuelta, y largas esperas, decidimos casarnos. Siempre dimos por hecho que yo me vendría a vivir a Suiza, porque él tiene un buen trabajo y la vida es más tranquila que en Chile, sobretodo en Santiago.

¿Qué trámites y formalidades has tenido que hacer para instalarte en Suiza?

Ufff, bastantes trámites y tiempo de espera. Nos casamos en Chile y luego de la boda, fuimos a la embajada para realizar el proceso de legalización del matrimonio en Suiza, ahí nos pidieron bastantes documentos: mi certificado de antecedentes penales, certificado de nacimiento, etc; todo apostillado de manera oficial.

Luego, tuvimos que llenar una solicitud de Visa D y mi marido llenó otra solicitud para obtener mi permiso de residencia en el Cantón, incluyendo una carta donde certificaba que se responsabilizaría por mis gastos.

El trámite duró 3 meses pero a pesar de la espera, todo valió la pena. Cuando llegué, al día siguiente fuimos a confirmar que ya estaba en el país, y a la semana ya tenía el permiso de residencia (B) en mi billetera. Pero “Willkommen in der Schweiz” , el permiso costó 150 CHF y es sólo por un año. También tuve que hacer bastantes trámites para venir con mis 2 gatitos. Pero esa es otra historia.

¿Cómo fue tu instalación?

He tenido suerte en ese sentido, mi marido es Suizo y, por lo tanto, él tenía ya una vida estable e independiente antes de conocernos. Por eso, solo me vine con 3 maletas y mis 2 gatos.

¿Has tenido dificultades para adaptarte: la gastronomía, las costumbres, el clima?

Quizás lo más complicado en el primer mes, fue el hecho de no poder hacer ruido a partir de las 22:00 horas (10:00 de la noche) porque los vecinos pueden llamar a la policía. Incluso, un día sábado me puse a cantar karaoke a las 20.00 horas (8:00 de la noche) y la vecina vino a golpear la puerta; a mí me entró el pánico y simplemente opté por renunciar a practicar mi hobby en casa.

Lo otro complicado es el idioma. Yo he llegado a Suiza con un nivel A2 de alemán estándar (Hochdeutsch) y la verdad, es que solo me permite ir a comprar, saludar a la gente y pedir algo en un restaurant. Y como aquí hablan Alemán Suizo (Schwitzerdütsch), mi proceso de aprendizaje será mucho más largo.

¿Lo que más te sorprendió?

Yo había venido a Suiza, en calidad de turista para visitar a mi novio, y quizás como todo turista me impresioné por los hermosos paisajes, la limpieza, la deliciosa comida y por el estado de conservación de las ciudades. Pero ahora, viviendo aquí, me sorprenden cosas de la gente, para los suizos, lo bueno es a largo plazo y debe cuidarse con compromiso y trabajo.

Las personas cuidan muchísimo las cosas (mi suegra tiene un libro de cocina que tiene 80 años y está como nuevo), las amistades son largas e incluso de por vida, las organizaciones sociales son duraderas (yo participo en un coro que lleva 12 años y casi todos llevan 9 años o más), los supermercados son antiguos (la cadena Migros tiene 85 años y luce como cualquiera del siglo XXI), los granjeros aún hacen tratos de palabra para hacer negocios y, para qué decir, la puntualidad y el respeto son valores que se viven en las pequeñas y grandes cosas de la vida.

¿Cómo encontraste alojamiento?

Mi marido vivía de forma independiente antes de conocernos. Así es que me recibió con los brazos abiertos en el que ahora es nuestro departamento.

¿En lo que respecta a la vida laboral, es difícil para un expatriado conseguir trabajo?

La verdad es que venir a buscar un futuro laboral mejor a Suiza, es un proyecto que necesita mucha preparación y financiamiento.

Lo primero, es que para conseguir trabajo aquí, en los anuncios siempre hasta para limpiar baños aparecerá lo siguiente: GUTE DEUTSCH KENNTNISE. Es decir que debes tener un nivel de alemán de al menos B2, escrito y oral, con un certificado que lo compruebe.

Lo segundo, si tienes un título en salud, finanzas, farmacéutica o informática, tus posibilidades de encontrar trabajo aumentan en el área profesional. De lo contrario, y es difícil de asumir, será difícil conseguir trabajo profesional en un corto o mediano plazo. Así es que, a venir con suficientes ahorros para estar quizás 6 meses y con un nivel de idioma (certificado) que les permita sortear con éxito las entrevistas laborales.

¿Es fácil hacer nuevos amigos? ¿Algún consejo?

He escuchado y leído mucho que hacer amigos no es simple aquí en Suiza, y la verdad es que es cierto, en parte. Primero, debo decir que los suizos son adorables de muchas maneras. Son amables, respetuosos y casi siempre te regalan una sonrisa. Sin embargo, son personas prácticas que valoran mucho su tiempo. Por eso, juntarse a conversar con alguien que no conocen, sin objetivo alguno, no es algo que venga con ellos, yo creo que lo importante es participar en alguna actividad en grupo, para que con el tiempo haya una mayor familiaridad entre las personas, y se dé el espacio para otro tipo de relación. Si esperan eso de “ayyy que bien me caes, anda mañana para mi casa”, no pasará. Lo bueno, es que si eres latino (independiente del país de donde vengas) y te encuentras con otro latino, la conversa alegre y un abrazo cálido están garantizados.

¿Qué te parece el estilo de vida en Suiza? ¿Es diferente al de Chile?

Vivir aquí es muy distinto a vivir en Santiago, que es una ciudad entretenida, pero loca y contaminada. Donde yo vivo, es un lugar muy tranquilo, tengo la posibilidad de estar en un bosque o en un campo verde y hermoso, a solo 10 minutos en bicicleta. Además, puedo subirme al transporte público en la parada correspondiente, a la hora programada, en un bus con calefacción, con todos sus vidrios en buen estado, y casi siempre, encuentro un asiento disponible. Otra cosa que me gusta mucho es que hay calefacción en todos los lugares, y cuando hacen -5 grados, ni cuenta te das. En Chile a veces pasas frio en invierno, tanto fuera como dentro de la casa. Sin embargo, cosas como que el comercio cierra a las 18:30 horas (6:30 de la tarde) y que los domingos está todo cerrado, han hecho cambiar mis hábitos para adaptarme mejor.

¿Cómo es tu vida cotidiana?

Muy tranquila y hogareña. Me dedico principalmente a las tareas domésticas, a estudiar alemán y a disfrutar tiempo con mi esposo y mis gatitos. Una vez a la semana tengo clases de alemán en Berna y además, hago intercambio de idiomas con 2 chicas Suizas que quieren aprender español.

¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son las actividades más populares allí?

Actualmente, he tenido la suerte de practicar mi pasión por el canto aquí en Suiza. Desde que llegué, participo en un programa de integración llamado “Coro de las naciones”, en la ciudad de Solothurn, que reúne personas tanto suizas como de otros países, me acogieron muy bien desde el principio y, en diciembre 2017, ya he participado en un concierto de beneficencia. Además, estoy siendo parte en la preparación de un concierto más profesional, con otra agrupación, en la ciudad de Zurich, y según lo que he visto, las actividades populares aquí son participar en clubes, practicar senderismo, jugar bowling, ir al cine y, mucha gente, también practica deportes de invierno.

Venga mójate: lo mejor y lo peor

Lo mejor: la pureza del cielo y del aire, el transporte público, así como el respeto y la honestidad entre las personas. Lo peor: demasiada tranquilidad puede llegar a aburrir. Si no tienes imaginación, algún hobby o si necesitas demasiada estimulación externa para entretenerte, aquí puedes pasarlo muy mal.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse allí?

Si bien es cierto que este es un país hermoso, vivir aquí no es lo mismo que venir de vacaciones. Por eso, al llegar, cuiden su dinero, hagan un presupuesto e inviértanlo en cosas útiles (por ejemplo, una buena chaqueta y zapatos de invierno). Otra cosa importante para evitar soponcios: como este es un país caro en comparación con el resto, cuando salgan a comprar, por favor ¡No conviertan los precios a la moneda de sus países! Simplemente vean cuánto tienen disponible y si alcanza o no para lo que quieren comprar.

¿Qué es lo que más echas de menos de tu país?

El idioma, especialmente porque el español chileno tiene muchas palabras y frases divertidas que me gusta usar. Y, por supuesto, el taxi ultra accesible y barato, también la posibilidad de utilizar Uber para transportarme donde quiera y a la hora que quiera.

¿Con qué frecuencia te ves o comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?

Gracias a las redes sociales, estoy en contacto todos los días con mi familia y amigos. También, gracias a las llamadas por internet, hablo con mi mamá por lo menos una vez a la semana. Mi plan es ir por lo menos 1 vez al año de visita a Chile. Por el momento, tengo programado un viaje para mayo de 2018.

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