La crisis financiera golpea a los empresarios expatriados: ¿Cómo afrontarla?

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Publicado el 2023-09-12 a las 10:27 por Asaël Häzaq
En los medios de comunicación internacionales se utilizan palabras fuertes como "oleada", "ola", "avalancha" para describir un fenómeno preocupante. Los negocios de los empresarios ya no son tan florecientes como antes. Esto se debe principalmente a la crisis sanitaria, pero no es la única causa. La situación es aún más delicada para muchos propietarios de pequeñas empresas. ¿Qué soluciones hay para los empresarios expatriados en dificultades?

Cada vez más empresas quiebran

¿Podemos llamar a esto un "shock global"? Las quiebras empresariales aumentan en un mundo aún afectado por la crisis económica y la inflación, especialmente en países como Suiza, Francia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Marruecos, Italia y Alemania. La agencia federal canadiense anunció 31.224 insolvencias entre abril y junio, lo que supone un aumento del 23% respecto al año pasado. La situación es menos alarmante en Suiza, donde se han registrado 2.998 quiebras desde principios de año. Pero, según un reciente estudio de Dun & Bradstreet, el número de insolvencias descendió en agosto. El especialista en información empresarial había observado un aumento de las quiebras desde principios de año.

En abril de 2023, un estudio de Allianz Trade, compañía de seguros de crédito a empresas, señalaba un aumento del 2% en 2022 y del 23% en 2023 de las quiebras de empresas en todo el mundo. El estudio prevé una mejora en 2024, con sólo un aumento del 4% de las quiebras. Estas situaciones son habituales en la mayoría de los países. Con una estimación de 13.000 insolvencias empresariales, Marruecos ha registrado un nuevo récord, con un aumento del 5% en comparación con 2022. En general, el estudio encontró un +53% de quiebras empresariales en Marruecos desde 2019. Allianz Trade prevé un aumento del 16% de las insolvencias en Reino Unido, del 22% en Alemania, del 24% en Italia y del 41% en Francia. Las cifras estimadas para China (un aumento de apenas el 4%) son muy bajas, pero llaman la atención. El país sigue azotado por una crisis inmobiliaria sin precedentes, que mina a muchos empresarios locales y expatriados.

¿Cuáles son las causas de estas quiebras?

Según el estudio, estas quiebras se deben en parte a la pandemia, pero no sólo. En Francia, por ejemplo, el número de quiebras está en su nivel más alto desde 2016, según un informe de Altares publicado en julio de 2023.

De hecho, hay que tener en cuenta otros factores contextuales: la recesión económica actual, el débil crecimiento económico mundial, el riesgo de recesión, la inflación, etc. La situación es especialmente preocupante para las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (PYME). A pesar de que en ocasiones sus carteras de pedidos están llenas, estas empresas pueden verse obligadas a cerrar por falta de financiación. Sufren las quiebras de empresas más grandes, la falta de pago puntual por parte de los clientes, problemas de suministro, etcétera. Este efecto dominó es lo suficientemente desafiante como para hacerlas vulnerables a otra crisis financiera.

Además, muchas pequeñas y medianas empresas están ahogadas por los préstamos, especialmente los contraídos durante la pandemia. En Japón, por ejemplo, el 80% de las microempresas y PYME están solicitando a las asociaciones de crédito el reembolso de los préstamos (según cifras de Nikkei). En Canadá, las empresas sufren la presión adicional de las subidas de los tipos de interés.

¿Cuáles son las soluciones para los empresarios expatriados?

¿Qué deben hacer los empresarios expatriados cuando su negocio ya no prospera? Lo primero que viene a la mente son soluciones radicales: cerrar el negocio y volver a su país, plantearse un traslado a otro país o una reconversión profesional (por cuenta ajena, por ejemplo). Pero antes de adoptar estas medidas extremas, hay que analizar las causas del declive.

Entender la causa del problema

¿Los negocios han ido lentos durante mucho tiempo o han caído de repente?

¿Han disminuido sus actividades comerciales debido a la pandemia?

¿Ha tenido dificultades debido a un préstamo que no se puede devolver o a fondos que no se pueden recaudar? ¿Ha disminuido el consumo? ¿Se enfrenta a una falta de clientes?

Responder a estas preguntas es esencial para definir las estrategias adecuadas a aplicar. Por ejemplo, la falta de clientes puede significar que necesita relanzar la prospección, desarrollar nuevas estrategias de marketing y comunicación, revisar su zona objetivo o cambiar la marca de su producto en relación con sus clientes objetivo. 

Las necesidades de los clientes de una determinada ciudad en el extranjero no tienen por qué coincidir con las de otras. La zona objetivo puede haber cambiado debido a la pandemia, la crisis energética, la crisis inmobiliaria, etcétera. Puede tratarse de una cuestión de precios. ¿Qué están haciendo sus competidores? ¿Cómo puede reposicionarse en el mercado para recuperar clientes? Estas consideraciones, que son algo así como un nuevo plan de empresa, permitirán estudiar más a fondo la situación de la empresa para encontrar las soluciones adecuadas.

Encontrar ayuda

Deben realizarse análisis similares en función del problema o problemas con los que se encuentre el empresario expatriado. Pero la autoevaluación puede ser todo un reto. Además de las dificultades potenciales de estar en un país extranjero, los empresarios expatriados también pueden enfrentarse a un choque personal. Por ejemplo, pueden sentirse debilitados por su situación económica (ya no pueden asegurarse un sueldo), familiar, relacional, etc. Si están acompañados por su familia, la situación de la empresa afecta también a los demás miembros del hogar. Por lo tanto, es esencial buscar ayuda.

En primer lugar, desde el punto de vista estrictamente empresarial, contar con profesionales que conozcan el mercado local puede ayudar a entender mejor por qué la empresa no va bien y a encontrar soluciones. Averigüe si existe algún plan de ayuda financiera para empresarios expatriados en dificultades. Los gobiernos pusieron préstamos a disposición de las empresas en apuros durante la pandemia del COVID-19, pero muchas de estas ayudas ya no están disponibles, y los reembolsos se hacen a veces muy difíciles debido a las penurias sufridas.

Considere todas las eventualidades, incluida la posibilidad de suspensión de pagos o quiebra. ¿Qué dice la legislación del país de acogida sobre la creación de una empresa o el cese de su actividad? ¿Qué se puede hacer cuando una empresa está endeudada? ¿Cuál es la situación jurídica de la empresa en estos casos? ¿Pueden embargarse los bienes personales? Pedir ayuda a un asesor jurídico ayudará a establecer el mejor plan para la empresa, en función de su situación.

Es igualmente útil unirse a grupos de empresarios expatriados y no expatriados que puedan proporcionar apoyo psicológico y valiosos consejos para afrontar la situación.

Cuando el cierre se convierte en el último recurso

Si es imposible dar la vuelta al negocio, hay que atreverse a cesar la actividad para empezar de nuevo. Una vez más, se recomienda la ayuda de un experto jurídico local, así como sus consejos sobre cómo recuperarse. Cerrar un negocio en el extranjero no significa haber fracasado. Al contrario, la experiencia adquirida con el fracaso hará que sea más fácil plantearse una nueva aventura empresarial o profesional en el extranjero.