Cómo encontrar el equilibrio entre el trabajo remoto y la vida de expatriado

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Escrito por Asaël Häzaq el 08 agosto, 2024
El auge del trabajo remoto ha sido difícil de ignorar. Antes de la crisis sanitaria global, era bastante discreto, pero ahora se ha convertido en una parte esencial de la organización laboral. Esta modalidad ha inspirado a trabajadores tentados por la vida de expatriado y los sueños de "workation" (vacaciones laborales). Sin embargo, existe una tendencia a confundir el trabajo remoto con unas vacaciones prolongadas. ¿Cómo gestionar tu relación con tu manager? Aquí te mostramos cómo encontrar el equilibrio adecuado entre la vida de expatriado y el trabajo remoto.

Teletrabajo y legislación: asegúrate de contar con el acuerdo de tu empleador

Crees que lo importante es que el trabajo se haga. Seguramente has oído historias de esos trabajadores aventureros que se fueron a probar el nomadismo digital o la expatriación festiva sin informar a su empleador. Regresaron con todo su salario y sin sanción disciplinaria, ya que su empleador nunca supo que trabajaban desde las playas de Bali. Pero aunque estos trabajadores cuentan su aventura con orgullo, lo cierto es que tuvieron la suerte de no ser descubiertos. Lejos de ser un ejemplo, este comportamiento conlleva riesgos tanto para el trabajador como para la empresa.

Antes de finalizar tu proyecto, asegúrate de contar con el acuerdo de tu empleador. Dependiendo del país, la legislación laboral puede permitir o no el principio del teletrabajo. Sin embargo, operar desde casa, desde la cafetería local o desde otro continente implica diferentes responsabilidades. Tu empleador podría reprocharte, por ejemplo, el uso de una conexión no segura para enviar tu trabajo, la mala ejecución de tus tareas o el riesgo que podrías haber hecho correr a la empresa. El empleador también enfrenta riesgos, especialmente en términos fiscales y legales. Un empleado sorprendido trabajando con una visa o estatus de turista se expone a sanciones y a poner en riesgo a su empresa.

Construye tu proyecto de "expatriación-trabajo" con tu manager

¿A qué país te mudas y por cuánto tiempo? ¿Necesitarás una visa? ¿Habrá una diferencia horaria? ¿Cuál será tu lugar de trabajo (habitación, café, espacio de coworking, lugar inusual)? ¿Cómo enviarás tu trabajo? ¿La conexión a Internet será segura? ¿Podrás participar en las reuniones y en la vida de la empresa?

Estas son algunas de las preguntas clave que debes discutir con tu manager. La expatriación y el teletrabajo requieren una mayor autonomía. Las culturas empresariales varían según los países. En Suecia, por ejemplo, ningún manager interrumpirá a los teletrabajadores. El modo de trabajo está bien integrado en la cultura. En cambio, la gestión francesa tiende a temer el desinterés de los teletrabajadores. Se tiene menos confianza en el empleado que trabaja tres días a la semana desde casa, y aún menos en el que se expatriará para teletrabajar.

Por lo tanto, es importante construir tu proyecto con el manager. Por un lado, aseguras el cumplimiento de la normativa vigente. Por otro lado, tranquilizas a tu manager: te mudas para trabajar, no para disfrutar en secreto.

Piensa en "trabajo" antes de pensar en "viaje"

Lo evidente no es evidente para todos. Al leer las historias de esos "expatriados de la sombra" que se fueron a trabajar al extranjero sin avisar a su manager, el énfasis parece estar más en la organización de fiestas y otros eventos sociales que en la experiencia de trabajo a distancia. En resumen, unas vacaciones pagadas.

Para una experiencia realmente serena (los expatriados de la sombra que fueron descubiertos suelen tener recuerdos amargos), asegúrate de que tu futuro lugar de expatriación sea adecuado para el trabajo. Todas las condiciones deben estar reunidas para que puedas trabajar a distancia. Si necesitas Internet para tu trabajo, pero encuentras tu "hogar dulce hogar" en una región sin conexión, no hay duda: debes cambiar de ubicación.

La misma conclusión aplica si deseas mudarte al otro lado del mundo mientras tu trabajo requiere reuniones regulares con tu empresa. ¿Estás seguro de que podrás levantarte a la mitad de la noche cada semana para participar en la reunión con tus colegas? Se precisa que participes, no solo que hagas acto de presencia con la cámara y el micrófono apagados.

Adapta un espacio de trabajo adecuado

Tu manager puede pedirte que le muestres tu espacio de trabajo. Esto no es tanto para espiarte, sino para asegurarse de que estarás en las mejores condiciones para teletrabajar en el extranjero (aunque en algunos casos sí se trata de espiar). Tranquiliza a tu manager y juega limpio. ¿Has optado por un lugar inusual? Evita mentir diciendo que trabajas desde un sobrio espacio de coworking. Pero sea tu espacio de trabajo original o no, debe permitirte trabajar. Por "trabajo", debes considerar no solo las tareas a realizar, sino también todo lo relacionado con tu profesión: participar en reuniones, hacer llamadas, etc.

¿"Teletrabajador vago"? Piensa en los verdaderos teletrabajadores expatriados

¿Te impresionan las historias de teletrabajadores expatriados que pasan su tiempo entre la pista de baile, la cama y el bar? Tu manager también lee estas historias, pero sin reírse. Son precisamente estas historias (junto con las de supuestos teletrabajadores que no se expatriaron, sino que se quedan en casa en lugar de trabajar) las que hacen que las empresas sean cautelosas. Temen que pases tu tiempo holgazaneando y solo termines tu trabajo entre dos siestas.

Una teletrabajadora en el extranjero, gran habitual de las "reuniones Zoom con cámara y micrófono apagados", cuenta que encendió su cámara en el peor momento. Había tomado la costumbre de divertirse durante las reuniones y solo encender su micrófono y cámara para intervenir. Un comportamiento poco apreciado por sus managers, pero practicado por varios otros empleados. El "famoso día", recibe a su "amigo" del momento y se dedica a juegos traviesos con él. Pero en medio del jaleo frente al ordenador, tocan el ratón, encienden la cámara y el micrófono, y se exponen frente a toda la empresa. Los colegas están entre la sorpresa y las risas. Los managers dudan entre una advertencia y una degradación.

Por supuesto, el "teletrabajador vago" no representa a todos los teletrabajadores. Pero aquellos involucrados, lejos de verse como delincuentes, encuentran divertido jugar con su manager. Algunos critican a sus colegas que se quedan en el país y hacen más de presencia que de trabajo efectivo. De nuevo, este comportamiento no representa a todos los trabajadores. Sin embargo, la sanción es grave: los managers confían menos y los verdaderos candidatos a la expatriación sufren las consecuencias.

Conciliar expatriación y teletrabajo: las ventajas

¿Quieres lanzarte a la aventura, pero enfrentas las reticencias de tu empleador? Intenta vincular tu proyecto con los objetivos de la empresa: ¿está expandiéndose a países extranjeros? ¿Son frecuentes las misiones en el extranjero? Si es así, habla de ecología y economías: ¿por qué multiplicar los costosos viajes en avión cuando se necesita una persona establecida en el país de expatriación por un largo período? Tu presencia local podría abrir nuevos mercados para tu empresa, al mismo tiempo que le ahorra dinero.

Otro argumento que puede ser convincente es la "alianza entre productividad y bienestar". Aunque el bienestar está cada vez más presente en las empresas, a veces cuesta que se le dé el valor adecuado. La preservación de la salud mental es esencial tanto para los empleados como para la empresa. Los trabajadores que están bien mentalmente son más productivos e implicados. La expatriación puede ser una buena forma de revitalizar a los empleados.