¿Será 2023 otro año negro para la tecnología?
2022 marcó un punto de inflexión en el mundo de la tecnología. Después de las contrataciones masivas durante el COVID, los nuevos gigantes tecnológicos están aumentando los planes de despidos en todo el mundo. Amazon despidió a 18.000 empleados y Microsoft anunció el recorte de 10.000 puestos de trabajo. Meta, que ha ido perdiendo impulso desde su cambio de nombre y estrategia, con la firma invirtiendo fuertemente en realidad virtual, también está despidiendo a 11.000 empleados. En total, se han perdido 130.000 puestos de trabajo, de los cuales casi 100.000 recortes sólo en Estados Unidos. Se trata de otro golpe para miles de empleados, que se suma al pesimismo económico mundial. En Estados Unidos ya se han anunciado 134.000 nuevos recortes de empleo este año.
¿Debemos comparar 2022 con el estallido de la burbuja de Internet en la década de 2000? Los analistas prefieren ser prudentes. Sin embargo, a pesar del fuerte aumento de los despidos, el sector tecnológico sigue contratando en Estados Unidos y en todo el mundo. En Estados Unidos, la industria tecnológica es incluso el segundo sector con menor número de pérdidas de empleo en los últimos 20 años. Sin embargo, está claro que la euforia de años anteriores ha terminado. Los actores del sector se muestran más reticentes a contratar, sobre todo cuando las previsiones de recesión del Banco Mundial para este año invitan a la prudencia. Estados Unidos aún confía en escapar de la recesión gracias a su crecimiento del 2,1% en 2022, su bajo desempleo (3,5%) y la caída de la tasa de inflación. Pero algunos economistas creen que la economía estadounidense seguirá ralentizándose este año.
¿Qué puestos se ven afectados por los despidos?
Muchos puestos de trabajo están potencialmente amenazados, algunos más que otros, dependiendo de las estrategias corporativas. Muchas empresas se han embarcado en la carrera de la inteligencia artificial, lo que representa una garantía para que los profesionales del sector conserven su empleo. Otros, que pensaban que estaban a salvo en sectores como la comunicación, las finanzas o el comercio electrónico, se desilusionaron rápidamente.
En Google han trascendido pocos detalles. Pero el viernes 20 de enero, Sundar Pichai, consejero delegado de Google y Alphabet, anunció en un correo electrónico enviado a todos los empleados y en una entrada de su blog que la empresa se desprendía de 12.000 empleados en todo el mundo. Se informa de que toda la compañía Alphabet, todos los productos, funciones, niveles y geografías se verán afectados por estos despidos, sin especificar los puestos a los que se dirigen. No obstante, se mantendrán los empleos relacionados con la Inteligencia Artificial (IA) y "las más altas prioridades de la empresa".
El nuevo jefe de Twitter, Elon Musk, ha recortado casi la mitad de su plantilla. Casi se eliminan equipos enteros, concretamente en los departamentos de comunicación, marketing, derechos humanos y diversidad. Amazon planea, en primer lugar, recortar drásticamente los empleados de sus tiendas físicas. Serán los primeros, junto con los empleados encargados de los dispositivos electrónicos de la marca, en ser blanco del plan de despidos. La firma también ha congelado la contratación en oficinas. Por su parte, Microsoft está despidiendo a un número de empleados ligeramente inferior al de sus competidores. Los recortes de empleo afectan principalmente al departamento jurídico, el departamento Xbox y el centro de experiencia de producto. Otros puestos estratégicos también están en el punto de mira.
¿A qué se debe esta oleada de despidos?
En esencia, el mundo de la tecnología tiene fama de ser a veces inestable y no siempre rentable. Las razones residen en su intrincada interconexión con otros agentes del mercado. Sin embargo, el periodo actual no tiene precedentes. La pandemia, especialmente los cierres patronales, ha provocado nuevos comportamientos. La gente pasaba más tiempo en casa, el trabajo a distancia era tendencia y la mayoría de las tiendas estaban cerradas. Esta situación provocó un auge de la demanda en diversos ámbitos, especialmente en campos como los pedidos en línea, las entregas a domicilio, las aplicaciones de juegos, los videojuegos, el streaming, etc. En todo el mundo se observaba el mismo fenómeno. La gente dedicaba tiempo a redecorar sus casas, comprar ordenadores de sobremesa, suscribirse a diversas plataformas de streaming, hacer deporte y tomar clases de cocina en línea.
Para satisfacer tal demanda, las empresas tecnológicas quizá hayan estado contratando demasiado, tal vez demasiado. Eso es lo que admiten, en cualquier caso. De hecho, creían en un cambio de comportamiento duradero. Pero con la reapertura de las fronteras y la vuelta a la normalidad, los comportamientos también volvieron a los niveles anteriores a la pandemia. De ahí el descenso de la demanda, que a su vez minó la facturación de los gigantes tecnológicos. Así empezó la oleada de despidos.
También es importante recordar que estos despidos se producen en el contexto de una crisis mundial. 2022 fue también el año de la guerra en Ucrania y de la inflación. Más que de "crisis tecnológica", algunos economistas prefieren hablar de "crisis de crecimiento". Otros señalan el papel de los grandes accionistas. Ante las pérdidas, los accionistas de los gigantes tecnológicos esperan una respuesta rápida, lo que implica que el despido de empleados es una de las palancas de actuación más rápidas. Esto es especialmente cierto en Estados Unidos, donde la ley autoriza los despidos exprés. Estos recortes de empleo han afectado a miles de titulares de visados H-1B.
Qué significan los despidos en el sector tecnológico para los titulares de visados H-1B
Para los expatriados, es un doble golpe. La oleada de despidos en el sector tecnológico afecta a miles de extranjeros titulares de visados H-1B. El visado H-1B es la puerta de entrada más conocida a la Green Card (tarjeta de residencia permanente). Es un visado de trabajo destinado a extranjeros cualificados como ingenieros, informáticos, investigadores, etc. De hecho, muchas empresas estadounidenses recurren a este visado a la hora de contratar talentos extranjeros. Los gigantes tecnológicos no son una excepción.
Para poder optar al visado H-1B, los talentos extranjeros deben estar patrocinados por su empleador. Por tanto, la validez del visado depende, en la práctica, de la relación con el empleador. Si los titulares del visado pierden su empleo, corren el riesgo de perder el visado y tener que abandonar el país. Esto es una tragedia para miles de expatriados que han sido despedidos últimamente en el sector tecnológico. Muchos de ellos se han encontrado de repente en paro, con un plazo muy corto para encontrar un nuevo empleo. De hecho, la administración estadounidense da un plazo de 60 días a los extranjeros despedidos para encontrar un nuevo empleo o cambiar de categoría de visado. Si no lo consiguen, tendrán que abandonar el país.
Y sin embargo, los talentos extranjeros representan entre el 20 y el 30% de la mano de obra de las empresas tecnológicas estadounidenses. Estas empresas fueron fundadas a menudo por inmigrantes que llegaron con un visado H-1B y crearon sus startups en Estados Unidos antes de ascender en la escala social. Pero aunque las tecnológicas siguen contratando, los economistas creen que sólo algunos talentos extranjeros encontrarán trabajo. El contexto ha cambiado. En 2021 era mucho más fácil encontrar trabajo en plazos tan cortos.
Además de encontrar trabajo rápidamente, los expatriados despedidos sólo tienen alternativas limitadas para permanecer en suelo estadounidense. Pueden solicitar un visado de estudiante o una tarjeta verde o crear su propia empresa. Se trata, sin embargo, de trámites muy costosos que no siempre dan un resultado positivo. Hay quien sugiere revisar el límite de 60 días, que se considera demasiado corto para encontrar trabajo, especialmente en tiempos de crisis.
Chicago, el nuevo centro tecnológico
¿Y si Chicago tuviera la solución? La ciudad cuenta con inmigrantes cualificados para convertirse en el nuevo Eldorado estadounidense de la innovación y la tecnología. La ciudad está abrazando sus ambiciones y trabajando en estrecha colaboración con las empresas. Más de 35 empresas de Chicago dicen querer contratar a titulares de visados H-1B. Se trata de una oportunidad para captar talentos internacionales y conseguir un nuevo impulso económico, mientras que, según los informes, en Illinois hay más de 400.000 puestos de trabajo disponibles.
En Chicago, la ciudad y las empresas están arrimando el hombro para difundir el mensaje: "Chicago necesita talento". "Chicago está innovando". "Chicago es vibrante, acogedora y dinámica". "Chicago es el nuevo centro tecnológico". Pero Chicago no va a invertir sólo en tecnología. Reconociendo que la diversificación es la clave de una economía próspera, la ciudad está promoviendo su fuerte posicionamiento en otros sectores como la industria, la fabricación, las finanzas, la sanidad, las energías renovables y la alimentación. Un equilibrio que le permitirá resistir mejor en tiempos de crisis. Una razón más para que la ciudad promueva su modelo económico.
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