
Según el Parlamento Europeo, un trabajador transfronterizo es una persona que reside en un Estado y trabaja en otro. A diferencia de los trabajadores migrantes, los transfronterizos tienen un doble compromiso, es decir, con su lugar de residencia y con su lugar de trabajo.
Suiza es el destino más popular para los trabajadores transfronterizos. La Oficina Federal de Estadística (OFS) señala que el país acoge a unos 343.000 trabajadores transfronterizos procedentes principalmente de Francia, Italia y Alemania. Pero si es una opción que está considerando, debe prestar especial atención a muchos factores, como los salarios, el coste de la vida, la asistencia sanitaria y otras prestaciones sociales. ¿Cómo es la vida de un trabajador transfronterizo?
¿Qué debe esperar como trabajador transfronterizo?
Empecemos con una breve descripción del trabajo transfronterizo en Europa. Según la legislación europea, un trabajador transfronterizo es alguien que trabaja en un país de la UE pero vuelve cada día, o al menos una vez a la semana, a otro país. Hasta la fecha, Alemania, Bélgica, España, Italia, Luxemburgo, Mónaco y Suiza se consideran los países ideales para el trabajo transfronterizo.
Las cifras de Eurostat de 2019 destacan que la UE albergaba 11,4 millones de trabajadores transfronterizos, es decir, el 6% de los 191,5 millones de población activa de entre 20 y 64 años. Bélgica tuvo la tasa más alta, con más de una persona de cada cinco, es decir, el 21% de los trabajadores que se van a trabajar fuera del país, seguida de los Países Bajos (13%) y Hungría (12%). El trabajo transfronterizo también está bastante extendido en Austria, Lituania y Dinamarca, con alrededor del 11%.
Seguro que se pregunta si el trabajo transfronterizo es una opción económicamente viable. Hay que tener en cuenta que los trabajadores transfronterizos son remunerados según las políticas del país donde trabajan. Tomemos dos ejemplos, el de un trabajador transfronterizo francés que trabaja en Alemania y el de un trabajador transfronterizo belga que trabaja en Francia.
Cuando el trabajador transfronterizo francés va a trabajar a Alemania, su salario depende del tiempo trabajado. Depende de si está empleado con un contrato y tiene derecho a un salario mensual o si recibe un salario por hora, que varía según el tipo de trabajo. Los trabajadores transfronterizos franceses también pueden tener derecho a una participación en los beneficios, una pensión complementaria, primas de vacaciones, etc.
En cuanto a los trabajadores transfronterizos belgas que van a trabajar a Francia, su salario está sujeto a la seguridad social francesa. Por ejemplo, su salario no debe ser inferior al salario mínimo legal (SMIC), al salario mínimo previsto por el convenio colectivo aplicable a los trabajadores transfronterizos y al ofrecido a los empleados franceses para puestos iguales. Además, los trabajadores transfronterizos belgas pueden tener derecho a prestaciones en especie, primas de vacaciones, decimotercer mes, etc.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de ser un trabajador transfronterizo?
¿Es menor el coste de la vida para los trabajadores transfronterizos? La respuesta depende, naturalmente, de varios factores que hay que considerar detenidamente, como los gastos relacionados con el transporte (en particular, el combustible si se utiliza el coche personal), los peajes, si los hay, y otros gastos (comida, alojamiento, etc.) ) si no regresan a su país de origen todos los días.
Las cotizaciones de los trabajadores también pueden pesar mucho en la balanza. En Francia, por ejemplo, suponen alrededor del 22% del salario bruto. A esto hay que añadir las cotizaciones a la seguridad social, que son especialmente elevadas en algunos países. La doble imposición también es posible en ausencia de un acuerdo entre el país de origen del trabajador transfronterizo y aquel en el que se le remunera. Puede encontrar más información en el Anexo 3 del documento sobre Régimen fiscal y de seguridad social de los trabajadores transfronterizos en la UE del Parlamento Europeo.
En cuanto a la asistencia sanitaria, según las disposiciones de la Unión Europea, los trabajadores transfronterizos que trabajan en un país de la UE pero residen en otro tienen derecho a la asistencia sanitaria en ambos países. Sin embargo, tienen que inscribirse en el país donde trabajan solicitando un formulario S1 (antiguo formulario E106) a su seguro médico. Dependiendo del seguro, los miembros de su familia también tienen derecho a la asistencia sanitaria si residen en un país de la UE. Sin embargo, los trabajadores transfronterizos que residen en un país de la UE y trabajan en Dinamarca, Irlanda, Croacia, Finlandia, Suecia, Reino Unido, Islandia o Noruega no pueden extender su cobertura sanitaria a los miembros de su familia, salvo en caso de urgencia durante su estancia.
En cuanto a la legislación laboral, los trabajadores transfronterizos están sujetos a la que se aplica en el país donde trabajan. Por ejemplo, los trabajadores transfronterizos belgas que trabajen en Francia estarán sujetos a la legislación laboral francesa. Además, la reforma del desempleo de la UE de 2021 establece que los trabajadores transfronterizos que hayan sido despedidos deben recibir una indemnización en el país donde trabajaban, excepto en el caso de Suiza y Luxemburgo (hasta finales de 2025).
¿Y qué pasa con el coche?
Los trabajadores transfronterizos que utilizan su coche personal para ir a trabajar deben cumplir unas condiciones específicas: el vehículo debe estar matriculado y tributar en el país de residencia del propietario.
La Unión Europea señala que, en el caso de los vehículos de empresa, los empresarios deben informarse sobre cualquier posibilidad de doble imposición (impuesto de matriculación) y la prohibición de la libre circulación de los trabajadores transfronterizos en su país de residencia con el vehículo de empresa.
Por lo tanto, el trabajo transfronterizo tiene sus ventajas e inconvenientes que hay que estudiar detenidamente a través de fuentes de información fiables. Pero no es necesario renunciar a sus planes de carrera internacional. Elegir el destino adecuado, por ejemplo, Suiza o Luxemburgo, donde puedes tener un mayor poder adquisitivo, puede jugar a tu favor.