Disturbios en Suecia: ¿Resultado de una inmigración masiva?

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Publicado el 2022-05-10 a las 10:16 por Asaël Häzaq
¿Hay lecciones que aprender de los recientes disturbios en Suecia? Sin embargo, el país es conocido por su buena calidad de vida, especialmente para los expatriados. Durante la Semana Santa se produjeron enfrentamientos en muchas ciudades de Suecia cuando el partido político de extrema derecha y los alborotadores desafiaron a la policía. Desde entonces, la situación parece haberse calmado, pero los suecos se quedan con muchas preguntas sin respuesta. ¿Dónde ha fallado la integración de los inmigrantes?

Cuatro días de violencia urbana

En un principio, las protestas iban dirigidas contra la extrema derecha, más concretamente, contra el partido antiislamista de Rasmus Paludan, conocido por su carácter provocador y por quemar coranes desde 2017. Con su partido, recorrieron varias ciudades de Suecia. Pero la contraofensiva degeneró en violentos enfrentamientos entre los alborotadores infiltrados entre los manifestantes y la policía. Se lanzaron piedras contra la policía y los bomberos, y se registraron numerosos saqueos, daños a la propiedad pública, vehículos policiales y personas quemadas, etc. Esta situación duró cuatro días, y los enfrentamientos fueron especialmente violentos en Norrköping y Linköping, dos ciudades con una fuerte comunidad musulmana. Pero la población musulmana condena estos actos de violencia.

Según las cifras oficiales de la policía sueca, 40 personas resultaron heridas, entre ellas 26 policías. Los daños físicos ascienden al menos a un millón de euros. Los transeúntes, víctimas colaterales, fueron testigos de una violencia inusitada y están traumatizados física y psicológicamente. A muchos de ellos todavía les cuesta creer que su ciudad, e incluso su país, haya sido escenario de un desastre semejante, sobre todo porque Suecia se encuentra desde hace años entre los países más pacíficos del mundo. Los políticos también condenan estos actos, aunque sus observaciones y conclusiones difieren. Según la primera ministra socialdemócrata, Magdalena Andresson, "la integración ha sido demasiado débil, ya que el país experimentó una inmigración masiva".

Disturbios en Suecia: ¿Fracaso de la integración o fracaso del Estado?

Los expertos celebran el tono directo utilizado por la Primera Ministra. En una rueda de prensa, afirmó que estos disturbios son el resultado de una política migratoria fallida, en la que ahora coexisten "mundos paralelos" sin compartir nada. Evidentemente, no todo el mundo comparte los mismos puntos de vista. Aun así, hay que responsabilizar al propio país de su política migratoria. Para estos expertos, hay algo más que la inmigración masiva y la mala integración enmascaran los verdaderos problemas. De hecho, también hubo disturbios en 2020. Así que la verdadera cuestión es cómo lograr un cambio gradual en el pensamiento socialdemócrata sobre la inmigración. Hay que cuestionar la forma en que Suecia ha impulsado sus políticas migratorias. Para ello, todos los actores, incluidos los políticos y la sociedad civil, tienen que unirse para encontrar soluciones reales a la crisis.

En qué ha fallado el Consejo Sueco de Migración

Muchos expertos responsabilizan a Suecia de su "laxitud" y de una política "excesivamente generosa" con los extranjeros, sin considerar realmente los problemas que subyacen a la inmigración. En la actualidad, el 19% de la población sueca ha nacido en el extranjero. Los partidos de extrema derecha lo definen como una invasión, especialmente de personas procedentes de Oriente Medio. Pero cabe destacar que muchos de estos individuos nacidos en el extranjero son finlandeses. La crisis migratoria de 2015 rompió el "pacto moral" sueco, según el cual el Estado debía acoger a las poblaciones. Así, en 2015, Suecia acogió a unos 163.000 solicitantes de asilo y se convirtió así en el país más "generoso" en este sentido entre su población de 10 millones de habitantes de entonces.

Sin embargo, el resultado de tal generosidad no es el esperado. No se proporcionó ningún seguimiento ni ningún tipo de apoyo a estos solicitantes de asilo. Desgraciadamente, Suecia se presentó en forma de salvador, pero terminó en una trampa. En 2016, se introdujeron normas más estrictas para las solicitudes de asilo y los tiempos de espera se alargaron. También se introdujeron restricciones a la reagrupación familiar. Una vez más, se produjeron consecuencias considerables en materia de inmigración, como la definición de inmigrantes ilegales y legales.

Aunque Suecia sigue buscando talentos internacionales, también están soportando el peso de una administración incoherente y desbordada. El Migrationsverket, la Junta de Inmigración sueca, se enfrenta a muchos problemas desde 2015. Al mismo tiempo, se implementó la "kompetensutvisningar", "expulsión de competencias". Los talentos extranjeros fueron expulsados por razones inútiles, a menudo simples trámites administrativos que escapaban a su control, o se arreglaron con su empleador. Por desgracia, esta política sigue existiendo. Los medios de comunicación internacionales sospechan incluso que la Junta de Inmigración sueca inventa normas para impedir el regreso de los inmigrantes.