Aumento de los precios de los alimentos en todo el mundo: ¿qué impacto para los expatriados?

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Publicado el 2021-09-13 a las 09:34 por Ester Rodrigues
Gastos como la mudanza, la instalación, el alquiler o la compra de un nuevo lugar, los seguros y el coste de los estudios suelen ser algunas de las principales preocupaciones de los expatriados internacionales. Sin embargo, a los viajeros les sorprenderá saber que, en relación con los salarios, el coste de la comida puede ser un nuevo reto a la hora de considerar un país para vivir en el extranjero, ya que los precios de los alimentos están aumentando en todo el mundo en medio de una crisis económica agravada por la pandemia del Covid-19.

Entre las regiones y países en los que la crisis alimentaria se ha agravado debido al Covid-19, hay algunos en los que la situación es especialmente alarmante: Yemen, República Centroafricana, Afganistán, Venezuela, la región del Sahel en África Occidental, Etiopía, Sudán, Sudán del Sur y Siria. El hambre también se ha intensificado en nuevos focos como Brasil, India y Sudáfrica, países que se han visto afectados por los aumentos más significativos de las tasas de infección de Covid-19.

En Brasil, el hambre ha empezado a crecer de nuevo, después de haber disminuido significativamente hasta mediados de la década pasada. La Encuesta Nacional de Inseguridad Alimentaria en el Contexto de la Pandemia de Covid-19 en Brasil muestra que de 2013 a 2018, la inseguridad alimentaria aumentó un 8% por año, pero de 2018 a 2020, este crecimiento se aceleró, especialmente en la modalidad severa, y el número total de personas hambrientas saltó de 10,3 millones a 19,1 millones.

El aumento de los precios y la inseguridad alimentaria

Además de los efectos nocivos de la morbilidad y la mortalidad, Covid-19 también ha provocado un aumento de la inseguridad alimentaria. Como se preveía, el aumento está relacionado con la actual pandemia, ya que los proveedores se han visto afectados por las interrupciones en la producción, la mano de obra y el transporte. Según el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los precios aumentaron a su ritmo mensual más rápido en más de una década. Los precios también aumentaron durante 12 meses consecutivos, alcanzando su valor más alto desde septiembre de 2011. Los costes que más subieron fueron los de los aceites vegetales, los cereales y el azúcar.

Aun así, según el índice, los precios de los alimentos en mayo de este año fueron un 4,8% más altos que en abril, el aumento mensual más significativo desde octubre de 2010, y un 39,7% más altos que en el mismo mes de 2020.  

Coste de la alimentación para los expatriados  

El coste de la comida para los expatriados puede variar. Las comidas en restaurantes pueden ser bastante caras, mientras que los comestibles básicos pueden tener un precio moderado. Los expatriados que optan por comer en casa suelen poder gestionar los costes de la comida más fácilmente. Las grandes ciudades tienen tiendas de comestibles de lujo con una amplia gama de artículos importados, por lo que es importante conocer los mercados pequeños y hablar con los lugareños sobre dónde encontrar los productos más asequibles y de mejor calidad.  

Las compras en los mercados locales de productos básicos como el pan, los cereales, la carne y los rendimientos, que suelen ser más baratos, fueron las que sufrieron un poco más la subida de los precios de los alimentos. Por otro lado, siguen siendo más asequibles que comer fuera. Además, los alimentos producidos localmente son casi siempre más baratos, por lo que los expatriados también deben estar atentos: si viven en la costa, el marisco tendrá mejores precios, mientras que la carne de vacuno y de cerdo costará menos en las regiones agrícolas del interior.  

También es importante averiguar cuáles son los productos nacionales, ya que pueden tener un mayor equilibrio entre precios y calidad. Si un nómada del mundo desea mantener sus hábitos alimentarios de su patria, los costes de la comida tendrán un gran impacto en el presupuesto. Sin embargo, los expatriados que vayan a Francia, por ejemplo, probablemente encontrarán buenos quesos y vinos a buen precio; en Brasil, café y cachaça, el licor nacional hecho de caña de azúcar; en España, aceite de oliva y verduras; en Nigeria, arroz y maíz; en Australia, frutos secos y frutas, etc.  

El futuro de los precios de los alimentos  

Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la (FAO) publicaron un análisis conjunto sobre las Perspectivas Agrícolas 2015-2024, del que se informó ampliamente que ambos organismos preveían una mayor producción agrícola y precios más bajos en la próxima década. El informe se basa en factores como "el alto rendimiento de las cosechas, la mayor productividad de la tierra y el menor crecimiento de la demanda mundial", así como en los supuestos "beneficios" de una caída de los precios del petróleo, que debería contribuir a reducir los costes de la energía y los fertilizantes y a desincentivar la producción de biocombustibles de origen alimentario.

Este tipo de informes sobre las tendencias de algo tan sumamente imprevisible como la producción de alimentos no son muy precisos, ya que dependen de muchos aspectos, como los efectos desastrosos cada vez más visibles del cambio climático y cuyas consecuencias son imposibles de medir o valorar a priori. Además, de las enormes limitaciones de tierras agrícolas y de agua dulce existentes en nuestro planeta. Como ejemplo, para ver lo que ocurre en un sector tan específico, podemos mencionar la propagación de la gripe aviar en Estados Unidos o en algunos países europeos y el impacto de la pandemia de Covid en la producción de alimentos. Así pues, aunque el aumento de los precios de los alimentos no impedirá a los expatriados trasladarse al extranjero, es imposible adivinar los efectos que puede tener en su presupuesto, por lo que la conocida planificación financiera es imprescindible.