Un informe publicado la semana pasada por el Boston Consulting Group y The Network revela que el número de personas que quieren trabajar e impulsar su carrera en el extranjero es mucho menor que en 2014.
Un mercado laboral debilitado por la crisis
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto sin precedentes en las economías de prácticamente todos los países del mundo, quizá mucho peor que la crisis económica de 2008. De hecho, los mercados laborales de todo el mundo muestran un aumento significativo de las tasas de desempleo. La precariedad laboral se ha convertido en una preocupación de todos los gobiernos para hacer frente a la crisis social. Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo, ya no son lo que eran a los ojos de los profesionales que soñaban con una carrera en el extranjero.
La encuesta de Boston Consulting Group y The Network refleja la opinión de 209.000 personas en 190 países de todo el mundo. Curiosamente, en 2020, solo la mitad de los encuestados sigue queriendo irse al extranjero por trabajo, frente al 63,8% de 2014 y el 57,1% de 2018. Aunque está claro que la tendencia ha sido descendente durante los últimos cuatro años, hay que tener en cuenta que se ha acentuado en 2020, desde el inicio de la crisis sanitaria mundial.
Los grandes destinos pierden su atractivo
Hace treinta años, cuando se preguntaba a los ciudadanos en qué países les gustaría vivir, el Reino Unido y Estados Unidos eran sus principales destinos. Sin embargo, hoy la verdad es muy diferente. Canadá, por ejemplo, ha tomado el relevo, convirtiéndose en la nueva tierra prometida para profesionales extranjeros de todos los niveles. De hecho, Canadá cuenta con una lista de escasez de personal cualificado en varios campos en sus diferentes provincias. Esto le ha permitido mantener sus fronteras abiertas y seguir contratando a profesionales extranjeros y acoger a sus familias durante la crisis.
En cuanto a Estados Unidos, su popularidad ha estado en caída libre durante los últimos años, probablemente desde la salida del ex presidente Barack Obama de la Casa Blanca. El expresidente Donald Trump llegó a imponer una serie de restricciones a los visados de profesionales e inmigrantes, limitando la entrada de profesionales de diferentes orígenes. Además, miles de ciudadanos extranjeros, incluidos empleados y estudiantes extranjeros, se han visto obligados a dar marcha atrás en los últimos años ante todas estas presiones.
Entre los países que han perdido atractivo para los profesionales extranjeros en el último año están Alemania, Francia, España e Italia. Estos son los países más afectados por la pandemia y cuyos mercados laborales han sufrido las consecuencias más desastrosas. No olvidemos el impacto del cierre de fronteras y las restricciones de viaje en los desplazamientos internacionales. Incluso hoy en día, la idea de estar en cuarentena durante 14 días con un gasto considerable, someterse a pruebas de PCR o vacunarse contra el COVID-19 cuando la batalla por el reconocimiento de la vacuna parece no tener fin, no es muy atractiva.
Los países de Oriente Medio, también se han enfrentado a un verdadero éxodo desde el comienzo de la crisis. En un esfuerzo por preservar los puestos de trabajo de sus ciudadanos, han tomado varias medidas de austeridad que han disuadido a los profesionales extranjeros de aventurarse allí. Los principales destinos, a saber, Arabia Saudí, Qatar y Kuwait, entre otros, han experimentado una importante reducción de sus comunidades de expatriados en el último año.
¿Qué países mantienen su atractivo?
Sin embargo, algunos países han capeado la pandemia mejor que otros, como Canadá, como se ha señalado anteriormente, y Australia, que ha seguido aceptando nuevas solicitudes de visado basadas en su lista de escasez de competencias, aunque sus fronteras han permanecido cerradas durante más tiempo. Por otro lado, Australia y Canadá son percibidos como países más abiertos, culturalmente ricos y con mejores sistemas sociales. Esto contribuye a mantener su atractivo para los profesionales extranjeros a pesar de la crisis de la COVID-19.
Nueva Zelanda ha adoptado una política similar a la de Australia. Nueva Zelanda es conocida no sólo por su estabilidad social y política, sino también por sus elevados salarios, su excelente sistema educativo y su sistema sanitario, que cumple los estándares internacionales y ha permitido una mejor gestión de la pandemia a nivel nacional.
Los países de Asia-Pacífico, como Japón, Corea del Sur y Singapur, también mantienen su atractivo, según los encuestados, a pesar de la crisis sanitaria, económica y social. Estos países han invertido mucho en sus servicios sanitarios para limitar los daños causados por el COVID-19 en todo el mundo. Por otro lado, no hay que pasar por alto las razones por las que los profesionales siguen considerando la posibilidad de trasladarse al extranjero. En algunos países, las oportunidades profesionales son escasas o inexistentes y el nivel de vida es pobre. Esto empuja a sus poblaciones a probar suerte en otros lugares y a querer una vida mejor para ellos y sus familias.
Cuando se trata de las ciudades más atractivas para la expatriación, Londres sigue siendo citada por quienes se plantean hacer carrera en el extranjero a pesar de la crisis sanitaria y de las nuevas condiciones de inmigración introducidas por el Brexit. Otras ciudades europeas, como Berlín y Ámsterdam, también atraen por su entorno favorable a la creación de empresas. Están demostrando ser un faro de esperanza para aquellos que, a pesar de la creciente tasa de desempleo, aún tienen la esperanza de iniciar su propio negocio con sus habilidades.
Ir al extranjero, sí, pero no para buscar trabajo
La crisis sanitaria mundial ha provocado un aumento del trabajo a distancia en todo el mundo. Mientras que algunos aprovechan para ofrecer sus servicios a empresas extranjeras permaneciendo en su propio país, otros tienen más suerte. O casi. Muchos países están aprovechando esta oportunidad para impulsar sus economías. ¿Qué están haciendo? En lugar de abrir sus mercados laborales a los extranjeros mientras sus ciudadanos siguen luchando por recuperarse de la crisis sanitaria, simplemente abren sus fronteras a los teletrabajadores.
De hecho, varios países ofrecen ahora visados de teletrabajo para que los profesionales extranjeros puedan venir y quedarse durante un año y disfrutar de todas las ventajas que ofrecen, sin tener que dejar sus puestos de trabajo en sus países de origen. Esta oferta ha resultado ser una ayuda para los profesionales que quieren escapar de la magnitud de la pandemia en sus países de origen y proporcionar una vida mejor a sus familias, aunque sólo sea por un año. Dubai, las Islas del Caribe y Georgia son sólo algunos de los países que han aprovechado el crecimiento del trabajo a distancia.