Según un estudio reciente del Environics Institute, un centro de investigación con sede en Ottawa, uno de cada cinco canadienses cree que la presencia de expatriados hace de Canadá un país mejor. Para ellos, los expatriados no son una amenaza para la economía ni para el mercado laboral local. ¿Por qué piensan así? ¿Cómo se benefician los países de la presencia en su suelo de expatriados?
Según las Naciones Unidas, a día de hoy, más de 255 millones de personas viven fuera de su país de origen. Esta cifra incluye un gran número de inmigrantes y refugiados, así como personas que se trasladan al extranjero por diversos motivos: trabajo, estudios, creación de empresa, jubilación, etc. Los Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, Francia, España, Australia, así como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos son los países que más expatriados acogen. En sentido opuesto, los indios, chinos, mexicanos, filipinos y británicos son las mayores comunidades de expatriados en el extranjero.
Los expatriados impulsan el mercado laboral
Muchos expatriados se trasladan al extranjero para tener mejores perspectivas de carrera. Muy a menudo, sus destinos son países con escasez de mano de obra calificada en determinados sectores, países en desarrollo y con poblaciones que envejecen. Gracias a sus estudios y competencias los expatriados contribuyen a impulsar algunos sectores, sin que por ello afecte necesariamente al empleo de los locales. Así pues, la presencia de expatriados contribuye a diversificar la fuerza de trabajo y a satisfacer la demanda internacional. Según las Naciones Unidas, más del 60% de los expatriados que viven en los países de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos) tienen estudios más allá de la educación secundaria y superior y ocupan puestos importantes en sus países de acogida. Además, países como Australia y Nueva Zelanda se enfrentan actualmente a una escasez de mano de obra en sectores específicos como la salud y las tecnologías de la información y comunicación, y están buscando expertos en el extranjero en medio de la crisis sanitaria mundial.
Los expatriados estimulan la economía
Los expatriados también contribuyen de manera significativa a la economía de su país anfitrión. Cuando los extranjeros se establecen en un país, su vida va mucho más allá del trabajo. Por ejemplo, su estilo de vida ayuda a impulsar la industria del turismo. Durante su tiempo libre, exploran el país, hacen actividades de ocio, visitan lugares turísticos, bares y restaurantes, boutiques y centros comerciales, etc. El mercado inmobiliario también depende en gran medida de los expatriados. En muchas ocasiones, los expatriados prefieren establecerse en barrios más acomodados, donde los alquileres suelen ser elevados. En los últimos meses, han sido muchos los mercados inmobiliarios de todo el mundo que se han derrumbado debido al éxodo de expatriados. El gasto de los expatriados en servicios, alimentación y compras de comestibles, ya sea en hipermercados o en tiendas de barrio, es otro factor a tener en cuenta. Los altos salarios se reinvierten por lo tanto en la economía del país anfitrión por diferentes vías.
Los empresarios expatriados crean puestos de trabajo
Muchos países, como Alemania, Japón, los Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, Suecia, así como Tailandia, Indonesia y Malasia, han establecido estrategias para atraer y retener a empresarios extranjeros. ¿Cómo? En primer lugar, hacer negocios en el extranjero implica cierta inversión, lo que definitivamente tiene un impacto en la economía. Pero hay más. Un empresario extranjero con un proyecto innovador, buscará formas y medios para prosperar, de modo que creará puestos de trabajo, y no sólo para los locales. En nuestros días hay países conocidos por sus empresas innovadoras y dinámicas a la caza de nuevas oportunidades para crecer.
Impuestos y contribuciones de los expatriados
Ya seas asalariado o empresario en el extranjero, los impuestos son inevitables. Los asalariados extranjeros, que normalmente gozan de salarios atractivos, también deben pagar el impuesto sobre la renta. Los empresarios pagan el impuesto de sociedades, y una vez que empiecen a contratar, tendrán otras responsabilidades como la nómina de los empleados, el seguro médico obligatorio, etc. Todos los expatriados, incluidos los jubilados y los estudiantes, también pagan el impuesto sobre el valor añadido sobre una serie de bienes y servicios. Aquellos que deciden invertir en bienes raíces generalmente tienen que pagar el impuesto sobre la propiedad y otras tasas. La remesa de los expatriados es otro factor clave, por lo que, de una forma u otra, las contribuciones de los expatriados tienen un impacto muy significativo en los presupuestos públicos y en los servicios públicos del país.