Sueldo y nómina: de lo más sencillo a lo más complicado
Ya has cumplido la parte más difícil. Has trabajado en el extranjero durante un tiempo y ahora estás esperando tu salario. En principio, vendrá con su nómina, un documento administrativo esencial que, se supone, debería ser legible para todo el mundo, con un método de cálculo comprensible. Sin embargo, la realidad puede ser sorprendente para los expatriados.
En materia de nóminas, se considera que Francia tiene uno de los sistemas más complejos, seguida de Bélgica, Alemania y España. Las nóminas suizas y estadounidenses son más fáciles de entender. Mientras, México, Holanda, Indonesia y, sobre todo, el Reino Unido, tienen los sistemas más sencillos.
Es probable que usted sea de los que se limitan a dejar la nómina en un cajón. De hecho, muchas personas ni siquiera se molestan en desglosar sus nóminas. Pero si viene de un país con un sistema bastante sencillo, como el Reino Unido, puede que le choque trabajar en un país como Francia, con tanta burocracia, porque el salario es algo más que una cifra.
Detrás de esas cifras se esconden cuestiones de derecho laboral, convenios colectivos y sindicalismo. A veces, las normas y reglamentos pueden variar dentro de un mismo país. En Estados Unidos, por ejemplo, cada región puede establecer su propia normativa en materia de salarios y nóminas.
Pago parcial
En algunos países se remunera a los trabajadores en varios plazos. En principio, nada lo impide (al menos, todo depende de la legislación del país). Por lo tanto, es posible que a final de mes no le paguen todo el sueldo, sino una parte en varios plazos.
Muchos países comparten el principio del salario mensual pagado por el empresario. Aunque el empresario es libre de elegir el momento del pago, debe ser el mismo todos los meses por razones organizativas obvias (tanto por tu parte como por la del empresario). El empresario está obligado a pagar el salario con regularidad. Aun así, a petición del trabajador, el salario también puede pagarse en varios plazos (como parte de un anticipo, por ejemplo).
En plena crisis, muchos trabajadores piden recibir su salario a plazos, sobre todo para hacer frente al aumento del coste de la vida. Puede haber más limitaciones para los expatriados, sobre todo si el país de acogida se lleva la peor parte de la inflación. En Francia, como en Estados Unidos, el Reino Unido, Senegal y Australia, cada vez más trabajadores piden un salario fraccionado. Esto significa recibir una parte a principios de mes y otra más tarde. Las start-ups se han sumado a la tendencia, introduciendo aplicaciones que permiten a los trabajadores enviar directamente sus solicitudes de salario fraccionado. Según los desarrolladores de la aplicación, esto ahorrará tiempo, garantizará la eficacia y la seguridad, y evitará sorpresas desagradables.
Pago semanal
Si está acostumbrado a recibir su salario en su país de origen a final de mes, quizá le sorprenda saber que su empleador le pagará semanalmente. En Australia, los sueldos se pagan semanal o quincenalmente. Esta práctica va de la mano de otras, como el pago del alquiler: a menudo tendrás que pagarlo semanalmente. Por eso es tan útil el pago semanal. En Quebec, también puede cobrar cada quince días.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos aspectos particulares. Los expatriados de países en los que los sueldos se pagan mensualmente afirman que la frecuencia más rápida de los pagos semanales les desconcierta. Da la sensación de que ganas más porque te pagan dos o cuatro veces. Pero la paga semanal no es todo tu sueldo. A final de mes, te encuentras en la misma situación que si hubieras cobrado todo de una vez.
Por el contrario, los expatriados acostumbrados a cobrar semanalmente pueden tardar más en acostumbrarse cuando se encuentran en un país donde el sueldo se paga mensualmente. Una vez más, se necesitan ajustes para acostumbrarse a la nueva tendencia.
Salarios y prestaciones para expatriados
Por supuesto, probablemente esté pensando que trabajar en el extranjero se corresponde con una mejor remuneración. Sin embargo, estamos muy lejos de la imagen del expatriado rico (aunque el significado de "rico" es discutible). Un puesto crítico en un país extranjero puede abrir la puerta a un salario más alto. Pero todo depende del país al que te traslades. Por ejemplo, se puede ocupar un puesto directivo sin asegurarse un salario alto. Trasladarse al extranjero no significa necesariamente que vaya a ocupar un puesto más alto con un salario más elevado. En general, los expatriados suelen enfrentarse a muchas realidades diferentes.
Atrás quedó la época de los contratos de expatriación y los paquetes de expatriación. Este tipo de contrato solía incluir todo lo "esencial" de un expatriado, como el coste de la vida, la cobertura sanitaria, las tasas escolares para los que se desplazaban con niños, el coche, el alojamiento, etc. Los expatriados también tenían derecho a primas y complementos (prima de movilidad, prima de traslado, prima de coste de la vida, prima de expatriación, etc.). Sumadas al salario, estas primas hacían atractivos estos contratos. Hoy en día, se tiene suerte si se consigue un contrato de este tipo.
Actualmente, la mayoría de los expatriados tienen que buscar trabajo en el extranjero por su cuenta, y esto no siempre significa un salario atractivo. Aun así, puedes optar a otras ventajas, como desarrollo profesional, oportunidades de establecer contactos, mejorar tus cualificaciones y competencias, vivir en un entorno privilegiado, etc. Todo ello puede contribuir a hacer realidad tu sueño.
El éxito de una carrera internacional no sólo depende de un salario alto y regular, sino también de todas las ventajas que, en conjunto, contribuyen a tu bienestar.
