Diferencias entre Trump y Biden en materia de Política Migratoria

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Publicado el 2020-10-26 a las 22:06 por Javier Olivas Alguacil
Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos ya están en marcha. En el debate político una cuestión de peso, la política migratoria, dossier en el que los dos candidatos tienen posiciones muy contrapuestas. Una vez al mando del país, el futuro presidente estará en medida de impulsar iniciativas en este ámbito. ¿Cómo pueden afectar a los quieren vivir en los Estados Unidos? ¿ y para los ya viven allí?

A tenor de la evolución de la campaña, los puntos de vista de Trump y Biden se han revelado diametralmente opuestos. Y en los cara a cara televisados ha quedado patente un acusado contraste en las propuestas de uno y otro. 

El actual presidente, Donald Trump, ha construido un relato en el que se identifica al migrante como una amenaza para el trabajador local. Un discurso proteccionista, tildado de xenófobo y populista, que sin embargo ha calado en una parte del electorado, procurándole un gran número de votos en la precedentes elecciones. En contraste con esta estrategia demagógica, la realidad es que Estados Unidos sigue contratando mano de obra extranjera en muchos sectores y depende en gran medida de la importación de talento. 

En el otro lado encontramos a Biden con un tono muy diferente, más pragmático y conciliador. El demócrata en su discurso otorga una gran importancia al aporte de las diferentes olas migratorias que han conformado la sociedad americana actual. A diferencia de Trump muestra mucha más empatía en cuestiones como las demandas de asilo y los refugiados. 

Existen varios ejes en el debate sobre inmigración y éste no gira únicamente en torno a la entrada al país de nuevos expatriados, sino también sobre los que ya se encuentran en el país, muchos en situación irregular, para la que la cifra oficial es de once millones. Si consultamos los dos programas electorales las diferencias en esta materia resultan abismales. Como no podía ser de otra manera también tienen visión encontradas sobre el controvertido muro.

Dreamers y el programa DACA 

Uno de los asuntos más espinosos en el debate sobre inmigración es el estatus de los que han llegado a Estados Unidos siendo menores. Son considerados por la administración como irregulares ¿deberían ser expulsados? Se estima que son en torno a  6 millones y medio de indocumentados los que conforman este colectivo. Algo más de 3 millones y medio son los llamados Dreamers, que llegaron al país con menos de 18 años. Solo un pequeño grupo de 825.000 se ha podido acoger a una amnistía frente a la expulsión.

El DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals en sus siglas en inglés) fue creado durante la administración Obama, y otorga una moratoria en la expulsión de inmigrantes ilegales bajo las siguiente condiciones: haber llegado a los Estados Unidos siendo menor dieciséis años, haber residido de manera contínua en el país desde el 15 de junio de 2007; y contar con menos de 31 años en junio de 2012. El programa entró en una guerra judicial en 2017, que tuvo como resultado, la suspensión del programa para nuevos solicitantes, si bien el programa garantiza protección para los ya registrados. 

¿Qué pasará con ellos tras los comicios? La administración Trump actual está trabajando para impulsar una derogación del programa DACA, por lo que todo indica que continuará esta iniciativa en un hipotético nuevo mandato. Por lo que, a los 3 millones y medio de dreamers susceptibles de ser expulsados, habría que añadir los beneficiarios del programa DACA (825.000) y algo más de un millón y medio que pese a reunir los requisitos, no lo pudieron solicitar, debido a la anulación del programa en 2017.

Biden por el contrario, aboga por la continuidad del programa DACA y su aplicación a los dreamers. En este sentido el candidato demócrata va más allí y propone una amnistía general que preconiza la regularización de los once millones de inmigrantes irregulares y su reagrupamiento familiar. 

Restricciones de entrada, refugiados y asilo

La administración del hasta hoy presidente Donald Trump impuso severas restricciones a la entrada de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Corea del Norte, Venezuela y Yemen por motivos de seguridad nacional. Estas restricciones se hicieron extensivas para seis países más en 2020. Nada indica que la postura del actual mandatario vaya a cambiar. Por el contrario Biden aboga por una revisión de estas disposiciones legales y su progresiva supresión, y subraya su carácter discriminatorio y de prejuicio por cuestiones religiosas. 

En la era Trump se ha ido reduciendo paulatinamente el presupuesto asignado a la acogida de refugiados. Se han suprimido también numerosos programas gubernamentales de cooperación y restringido la entrada de ciudadanos de numerosos países, muchos de ellos, países en guerra en los que Estados Unidos ha intervenido activamente (Irak, Siria, Libia, Yemen, …). De ser elegido, Biden ha declarado que dedicará todos sus esfuerzos en revertir los cambios obrados por Trump y hacer de Estados Unidos un referente en materia de acogida de refugiados y asilo. 

El Muro

Nada más icónico y tangible en la política migratoria de Trump que el muro que se construye entre Estados Unidos y México. Una iniciativa muy censurada pero que se convirtió en emblema de la campaña de las últimas presidenciales. El proyecto avanza, y de las 2.000 millas que separan los dos países, el muro se extenderá a una cuarta parte de la frontera antes de que acabe 2020. En oposición, Biden considera este proyecto inútil para su fin y defiende una modernización en los dispositivos de control de los puntos fronterizos y un análisis en profundidad de las estrategias globales en materia migración. En tan sensible punto de la campaña electoral, no se deben desdeñar los 30 millones de votantes latinos (un 13% del electorado) del que en torno al 60% son mexicanos. A nadie se le escapa que el debate migratorio va jugar un papel decisivo en la decisión de voto en unas elecciones que tendrán un gran impacto en la vida de millones de expatriados.