Hanny ha visto como este año su realidad laboral ha cambiado de manera radical. Trabajar dando apoyo a mamás en el pre y post parto es una tarea que necesita próximidad, empatía y confinaza, pero este proceso de acompañamiento se ha visto perturbado por la crisis sanitaria y sus imposiciones de distanciamiento social y confinamiento.
¿Cómo ha impactado la crisis sanitaria del COVID en tu vida profesional?
Ha sido catastrófico, desde marzo no he podido trabajar. Primero porque atrapé el virus y durante casi dos meses estuve débil, en cama la mayor parte del día sin fuerzas para levantarme y con síntomas que me impedían salir de casa. Cuando me recuperé, quise retomar las publicidades Facebook que es lo que generalmente hago para atraer clientes ya que soy empresaria autónoma, pero me encontré con la sorpresa de que en los hospitales nuestra presencia ya no estaba autorizada. Incluso al comienzo del confinamiento ni siquiera el padre estaba autorizado en sala de partos. Para el acompañamiento pre y postnatal, hay mucho miedo a dejar entrar a una persona extraña en casa, que quizás tenga el virus así que mayo y junio no fueron meses muy productivos financieramente. Antes de entrar en una situación de precariedad económica, decidí hacer una formación de instructora “Zumbini” (zumba para bebés y niños pequeños) y en eso estoy trabajando actualmente.
¿Qué nuevos retos afrontas para el futuro?
Mi vida profesional está en pausa por culpa de esta pandemia. Sin embargo, sigo preparando un examen que quiero pasar en abril 2021 a fin de convertirme en consultora de lactancia certificada, eso me permitirá abrir mi propio consultorio y quizás retomar mis ingresos de antes de la crisis sanitaria.
¿Qué lecciones has sacado de esta vivencia?
Pues la primera es que no estaba tan bien de salud cómo yo creía. Esta enfermedad atacó a las personas como yo : que duermen poco, que pasan el día y la noche tomando café para mantenerse despiertas, que pasan mucho tiempo frente al computador y poco toman la luz del día y el aire fresco, que comen cualquier cosa y tienen el sistema inmunitario débil. Ya no quiero que me vuelva a pasar y estoy intentando comer mejor, dormir más y tener un estilo de vida más sano en general.
¿Darías algún consejo a las personas que puedan pasar por esta misma situación?
Escribí en compañía de una epidemióloga un artículo que resume una serie de consejos para prevenir el contagio de covid19 y gestionar los síntomas si han atrapado el virus pero están en casa. Y aparte de la salud física, pienso que el covid19 es una prueba, un desafío que nos obliga a replantearnos nuestro ritmo de vida, a ensayar otras arenas cómo me ha tocado hacer actualmente para poder seguir ganando un salario que pague el arriendo y la comida, y a disfrutar las pequeñas cosas de la vida como la posibilidad de salir, disfrutar de un parque, del bosque, de la naturaleza. Todo lo que nos quitaron durante el tiempo que duró el confinamiento.
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