
El clima es a menudo un factor decisivo a la hora de elegir un destino de expatriación. ¿Quién no querría mudarse a una isla soleada y tropical? Sin embargo, las circunstancias a menudo significan que es más probable que termines en un país con condiciones climáticas más severas que esas. Aquí hay algunos consejos para elegir tu destino y prepararte para tu nueva vida.
Los diferentes factores a tener en cuenta
Los países difieren en la forma en que manejan su clima, ya sea templado o severo. En Occidente, por ejemplo, es fácil equiparse con aires acondicionados y radiadores eficientes. Por otro lado, en algunos países en desarrollo, estos pueden ser difíciles de encontrar. En otros países, es común experimentar cortes de energía. Puedes ser privado de aire fresco o calefacción por algunas horas.
Antes de establecerte en un nuevo país, uno de las primeras cosas a verificar es el clima (... ¡especialmente si eres Británico!). Además de la temperatura y las diferentes estaciones, también es importante tener en cuenta la humedad, la fuerza del viento y la presencia de fenómenos meteorológicos extremos como huracanes o tormentas de invierno. Por ejemplo, las ciudades de Dubai y Ho Chi Minh tienen una temperatura media anual aproximadamente equivalente, aunque hay mucha más lluvia en Vietnam que en los Emiratos Árabes Unidos.
En los países fríos, se debe tener en cuenta la calidad de los servicios de remoción de nieve. En países propensos a tornados o huracanes, uno debe enfocarse en la capacidad de respuesta de la ayuda y la infraestructura pública. Incluso dentro del mismo país, puede haber diferencias entre regiones y ciudades.
¿Eres sensible al clima?
Algunas personas son más sensibles al clima que otras. Este es el caso de niños pequeños, mujeres embarazadas y ancianos, pero también de personas que padecen ciertas afecciones de salud como asma, hipertensión, alergia al polen o reumatismo. Sin embargo, en realidad, todos seríamos más o menos sensibles al clima.
El bio-meteorólogo con sede en Quebec Gilles Brien, explica que varios estudios han demostrado el impacto del clima en ciertos elementos como la violencia o la tasa de suicidios. "Las personas no se suicidan más debido al mal tiempo que ocurre, sino más bien debido a algunos patrones atmosféricos anormales. Estas situaciones desencadenarían procesos fisiológicos y psicológicos internos que conducen a ideas suicidas", escribió en su blog.
Caliente o frío: ¿qué elegir y cómo sobrevivir?
Según la revista de viajes GEO, los destinos más populares del mundo se encuentran en Túnez, Malí, Estados Unidos, Libia, Arabia Saudita, Australia, Etiopía e Israel. Por el contrario, según el sitio web de Meteomedia, las cinco ciudades más frías del mundo se encuentran en Mongolia, Kazajstán, Canadá, Rusia y Finlandia. Por supuesto, en cada uno de estos países, algunas regiones son más habitables que otras: por ejemplo, ¡nadie decidirá establecerse en medio del Valle de la Muerte!
Ya sea que tengas frío o calor, ambas situaciones tienen varias ventajas y desventajas. Los estudios han confirmado que el frío estimula el sistema inmunitario, mientras que el calor tiende a debilitarlo. Sin embargo, es difícil generalizar: por ejemplo, las personas con osteoartritis se sienten mucho mejor en un país con un clima cálido y seco. Además, vivir en un país cálido sería mejor para el estado de ánimo, especialmente porque estos países tienen más luminosidad. La exposición al sol tendría, de hecho, varios beneficios, como el fortalecimiento de los huesos, la regulación de nuestro reloj interno y la mejora de la moral general.
La buena noticia es que el cuerpo humano está lleno de recursos. ¡Con un poco de paciencia, podemos acostumbrarnos a todo! En un artículo en el Journal de Montreal, Gilles Brien escribe, por ejemplo, que un quebequense que llega a un país tropical en invierno necesitará 48 horas para aclimatarse y recuperar el apetito, mientras que una persona de un país cálido que se instala en Quebec en el invierno necesitará de tres a cuatro semanas para acostumbrar su cuerpo al clima frío y regular su metabolismo.
Al principio, por supuesto, es mejor no jugar con fuego. Cuando te instales en un país frío, debes pensar en llevar contigo el equipo adecuado, como un abrigo adecuado, guantes, un sombrero y botas revestidas e impermeables. Por el contrario, en un país cálido, evitarás caminatas durante horas en los primeros días o trotar a pleno sol. En ambos casos, caliente o frío, es importante hidratarse bien.



















