Rumanía y Bulgaria ingresan a la zona Schengen: ¿Cómo afecta a los expatriados?

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Publicado el 2024-04-01 a las 09:12 por Asaël Häzaq
Los 27 países miembros de la Unión Europea votaron el 30 de diciembre de 2023 a favor de la entrada parcial de Rumanía y Bulgaria en el área Schengen, efectiva a partir del 31 de marzo. ¿Qué significa esto para los expatriados actuales y potenciales?

La entrada parcial en el área Schengen ofrece oportunidades significativas

"Entrada parcial" se refiere al acuerdo entre los 27 países centrado en levantar los controles fronterizos marítimos y aéreos, sin incluir aún las fronteras terrestres. Sin embargo, marca un paso importante hacia adelante. Desde que se unieron a la UE, Bulgaria y Rumanía ya han implementado algunas normas de Schengen. Esta expansión de la zona de libre comercio afectará a aproximadamente 450 millones de personas, especialmente a los ciudadanos rumanos y búlgaros, junto con expatriados y potenciales futuros expatriados.

Según los datos de Eurostat de 2021, el grupo más grande de residentes en Rumanía son titulares de permisos de trabajo, que comprenden el 66%, seguidos de extranjeros que se trasladan por jubilación, razones familiares (15%), o estudios (12%). La mayor comunidad de expatriados en Rumanía son los nacionales turcos, que representan aproximadamente el 8,7%, seguidos de moldavos, italianos, franceses y alemanes. Rumanía y Bulgaria tienen diversas comunidades de residentes jubilados, incluidos italianos, franceses y estadounidenses. Las cifras de Eurostat para 2021 también revelan que los expatriados turcos conforman el grupo más grande en Bulgaria, representando casi el 15%, seguidos de rusos, ucranianos, sirios y alemanes.

¿Deberían los viajeros esperar un aumento de precios?

Los ciudadanos europeos (teniendo en cuenta que Moldavia ha sido candidata a la membresía de la UE desde junio de 2022) anticipan que la entrada parcial de Rumanía y Bulgaria facilitará los viajes dentro de la zona de libre comercio para los expatriados. Los expatriados jubilados prevén menos obstáculos para reunirse con familiares que residen en otros países europeos o para traerlos. Los jubilados no europeos tienen expectativas similares.

Sin embargo, existen preocupaciones significativas con respecto a los precios. Algunos temen que la entrada en el espacio Schengen conduzca a un aumento en las tarifas aéreas para igualar los estándares de otros países europeos. Estas aprehensiones se extienden al alojamiento, la comida y los servicios, especialmente para los expatriados que residen en destinos turísticos. A pesar de estas preocupaciones, los profesionales del turismo ofrecen tranquilidad, sugiriendo que los aumentos de precios no son inminentes, al menos por ahora.

Por el contrario, los gobiernos de Bulgaria y Rumanía esperan atraer a más trabajadores extranjeros, lo cual es esencial para hacer frente a las olas de emigración y escasez de mano de obra.

La libre circulación es un activo valioso para atraer expatriados

Rumanía sigue lidiando con una emigración significativa y una tasa de natalidad en declive. Para 2023, se proyecta que la población del país alcance los 19 millones, con 5 millones habiendo emigrado a Europa Occidental, principalmente a Alemania, Italia y Austria. Esta tendencia de emigración impacta negativamente la economía, destacando la necesidad de extranjeros. De manera similar, Bulgaria enfrenta un éxodo continuo de jóvenes. Según las Naciones Unidas, se espera que el país tenga solo 5,4 millones de habitantes para 2050, en comparación con poco menos de 7 millones hoy.

Al igual que los rumanos, los búlgaros migran predominantemente a Alemania, seguidos por los Países Bajos, Polonia, Austria y Bélgica. Bulgaria tiene como objetivo atraer nuevo talento extranjero, incluidos los nómadas digitales. Bansko, una pequeña ciudad y estación de esquí en el suroeste del país, está viendo un número creciente de alemanes, franceses e británicos estableciéndose. Con su creciente popularidad, la ciudad ahora compite con Sofía para dar la bienvenida tanto a expatriados como a familias locales.

La entrada parcial en el área Schengen ha mejorado el atractivo de Bulgaria y Rumanía. Ambos países buscan aprovechar el aumento anticipado en el movimiento de personas para atraer turistas. El Ministerio de Turismo de Rumanía ya ha observado un aumento en el número de turistas, con más de un millón de visitantes en el primer semestre de 2023 en comparación con 813,400 en febrero de 2022. La mayoría de los turistas provienen de Italia, Alemania e Israel.

¿Puede la adhesión al área Schengen ayudar a Bulgaria y Rumanía a retener su fuerza laboral extranjera? Desde 2017, el gobierno rumano ha confiado cada vez más en trabajadores del sudeste asiático. La cuota de visados para trabajadores no europeos ha aumentado de 3,000 en 2016 a 50,000 en 2021. Para 2021, la proporción de ciudadanos nepaleses e indios superó la de italianos, alemanes y franceses (casi el 6% versus poco menos del 4%, según Eurostat). Sin embargo, las organizaciones que defienden los derechos de los trabajadores no europeos resaltan un mayor riesgo de explotación por parte de empleadores sin escrúpulos.

La situación es similar en Bulgaria. Según la Confederación Búlgara de Empleo, solo alrededor del 30% de las vacantes de empleo atraen a candidatos locales adecuados. Frente a escasez de mano de obra y desafíos demográficos, el país confía cada vez más en trabajadores no europeos. En 2023, más de 23,000 expatriados de fuera de Europa obtuvieron permisos de trabajo en Bulgaria, muchos de ellos originarios de Ucrania, Turquía, Estados Unidos, Brasil y Taiwán. Las autoridades búlgaras dan la bienvenida a esta diversidad y anticipan que unirse al área Schengen mejorará su reputación y promoverá la movilidad profesional internacional.

Unirse a la zona Schengen simplifica el movimiento transfronterizo. Sin embargo, esto presenta un dilema. Los expatriados no europeos pueden sentirse aún más inclinados a buscar empleo en otro país europeo. El desafío para Rumania y Bulgaria no solo radica en atraer expatriados, sino también, y lo que es más importante, en retenerlos. La membresía plena en Schengen podría beneficiar tanto a ambos países como a extranjeros, especialmente a aquellos que ya viven en el país.