¿Qué es el programa Working Holiday?
El programa Working Holiday Scheme ofrece a los jóvenes la oportunidad de adquirir experiencia laboral en el extranjero y descubrir un nuevo país. Según la página web de Inmigración de Nueva Zelanda, los jóvenes adultos de entre 18 y 30 años, o de entre 18 y 35 años para algunos países, pueden obtener un visado de 12 meses para trabajar en el país.
Nueva Zelanda tiene acuerdos con 45 países para el programa Working Holiday. Entre ellos están China, Taiwán, Vietnam, Singapur, Israel, Turquía, Perú, Uruguay, México, Portugal, Noruega, Países Bajos, Croacia, Polonia y Estados Unidos, entre otros. Los solicitantes del Reino Unido y Canadá pueden disfrutar de un visado más largo de 23 meses en virtud del acuerdo de sus países con Nueva Zelanda.
Estos jóvenes también pueden seguir cursos cortos durante su estancia, como clases de inglés, así como realizar trabajos de voluntariado. El programa World Wide Opportunities on Organic Farms (WWOOF), por ejemplo, ofrece a los voluntarios magníficas experiencias de alojamiento en granjas ecológicas. Sin embargo, los participantes no pueden aceptar una oferta de trabajo permanente mientras tengan este visado. También deben ser capaces de cubrir sus gastos de vuelo y de manutención durante la estancia, ya que el programa no está subvencionado por el gobierno neozelandés.
Para 2022/2023, el límite del Working Holiday Scheme permitirá obtener 12.000 visados adicionales. Además, a los extranjeros cuyos visados de vacaciones de trabajo expiren entre el 26 de agosto de 2022 y el 31 de mayo de 2023 se les concederá una prórroga de 6 meses. El ministro de Inmigración, Michael Wood, también ha anunciado que el plazo en el que estos titulares de visados deben entrar en Nueva Zelanda se ha ampliado de septiembre de 2022 a enero de 2023. Esto dará más flexibilidad a los que han tenido problemas para reservar vuelos. De hecho, miles de personas que ya tienen el visado no han podido viajar todavía debido a la escasez de vuelos, a unas tarifas aéreas más altas de lo normal y a otros problemas relacionados con el Covid.
Escasez de mano de obra y trabajadores temporales en Nueva Zelanda
El desempleo en Nueva Zelanda se sitúa actualmente en un mínimo histórico del 3,3%. Sin embargo, algunos sectores siguen teniendo dificultades para encontrar trabajadores. Se trata de sectores que muchos trabajadores abandonaron durante la pandemia: el turismo, la hostelería, el cuidado de ancianos, el marisco, la construcción y el procesamiento de la carne.
En Auckland, algunos restaurantes han introducido incluso robots para ayudar en el servicio de mesa porque tienen dificultades para contratar camareros. De hecho, las tasas de mortalidad de muchos trabajadores de estos campos mencionados (por ejemplo, obreros de la construcción, cocineros de línea) fueron altas en todo el mundo durante la pandemia. La naturaleza de sus trabajos y sus condiciones laborales hicieron más difícil mantener el distanciamiento social. En Nueva Zelanda, el cierre de las fronteras agravó esta crisis al imposibilitar la entrada de trabajadores extranjeros durante la mayor parte de 2021.
El turismo es un sector especialmente afectado. Una encuesta de Tourism Industry Aotearoa muestra que tres cuartas partes de las empresas turísticas tienen vacantes para diversos puestos, como guías de turismo de aventura, comercializadores, directores de operaciones y mecánicos de bicicletas. Sin embargo, el 59% de estos puestos reciben menos de cinco solicitudes.
Esta escasez de mano de obra está agravando la inflación. En agosto, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, en su séptima subida consecutiva, elevó el tipo de interés oficial en 50 puntos, hasta el 3%. Esta medida para frenar la inflación tendrá un éxito limitado si no se resuelve la escasez de mano de obra. Por eso, el quid de la cuestión, en palabras del ministro de Inmigración, Michael Wood, es "proporcionar un alivio inmediato" al sector privado, lo que puede hacerse mediante la introducción de más trabajadores extranjeros en un futuro muy inmediato.
Wood admite que la "excesiva dependencia" de los trabajadores en vacaciones en el pasado había creado un mercado laboral tóxico en el que estos trabajadores estaban mal pagados. Pero cree que esta vez se puede conseguir "el equilibrio adecuado".
Acuerdos sectoriales
Los sectores más afectados por la escasez de mano de obra también han recibido exenciones del gobierno neozelandés que les permitirán "desbloquear mano de obra adicional". Esto incluye una exención limitada en el requisito del salario medio (27,76 NZD por hora) para obtener un visado de trabajo para empleadores acreditados (AEWV) para un trabajador extranjero. Hay que tener en cuenta que se trata de un visado diferente del visado Working Holiday.
De este modo, los empleos con escasez de personal en el sector del turismo, la hostelería y la construcción deben pagar a un trabajador extranjero sólo un mínimo de 25 NZD por hora. Ciertos empleos en el sector de la asistencia, especialmente el cuidado de ancianos, deben pagar a los extranjeros un mínimo de 25,39 NZD por hora. En los sectores de la transformación de la carne y el marisco, la exención limitada es de 24 NZD por hora. Para las funciones en el mar, los trabajadores deben tener un visado de tripulante de pesca extranjero y cobrar el salario mínimo (21,20 NZD) más 4 NZD.
Los umbrales salariales mencionados se incrementarán cada año en función de la evolución del salario medio. Los trabajadores extranjeros con un AEWV pueden cobrar por debajo del salario medio durante dos años. Después de dos años, deben pasar 12 meses fuera de Nueva Zelanda antes de poder solicitar otro AEWV remunerado por debajo del salario medio. Sin embargo, si consiguen otro trabajo remunerado por encima del salario medio, no tienen que esperar un año.
