
"La gran dimisión" es un fenómeno que sacude a Estados Unidos desde hace más de un año. El último pico se registró en noviembre de 2021, con más de 4,5 millones de dimisiones. Afortunadamente, esta tendencia no se ha extendido a Europa, pero sectores enteros se enfrentan actualmente a una escasez de mano de obra. Al mismo tiempo, cada vez más trabajadores buscan un cambio de carrera dentro de una empresa que tenga valores que coincidan con los suyos. Entonces, ¿qué pasa si La Gran Resignación cuestiona todo el mundo del trabajo? ¿Qué importancia deberían tener los valores de la empresa para los expatriados?
¿Qué significa La Gran Dimisión para el mundo del trabajo?
Dimitir en público es una nueva tendencia en las redes sociales. Muchos vídeos de este tipo se están haciendo virales. Los empleados han plasmado sus dimisiones en la cámara, algunos de ellos con un toque de humor. Otros aprovechan la oportunidad para ajustar cuentas con sus empleadores. En Estados Unidos, la Gran Dimisión ha afectado a la mayoría de los sectores económicos y a diferentes categorías socioprofesionales (CSP). También en Europa, la escasez de mano de obra afecta a varios sectores. Así que estas dimisiones masivas podrían estar enviando una señal al mercado laboral mundial.
La prolongación de los cierres a partir de marzo de 2020 suscita dudas. El mundo casi se había paralizado, lo que obligó a los trabajadores a cuestionarse sus verdaderas aspiraciones y ambiciones. Muchos de ellos se dieron cuenta de que pasaban demasiado tiempo en el trabajo, no conocían bien su entorno cercano, no les gustaba/dejaba de gustar su trabajo y su entorno laboral, y/o sus valores empresariales. Algunos se sintieron decepcionados por la actitud de sus superiores durante el encierro. En Estados Unidos, muchos despidos se hicieron por videoconferencia, lo que conmocionó a los estadounidenses y al resto del mundo. Los empleados creen que el ultraliberalismo debe tener límites, exigiendo más humanidad, empatía, consideración y respeto.
Los trabajadores se dan cuenta ahora de la importancia de tener tiempo de calidad, calma y tranquilidad. En lugar de adaptarse al ritmo acelerado de su lugar de trabajo, son más los que prefieren su propio ritmo. Cuando experimentan una fuerte presión del mercado, prefieren marcharse en busca de mejores condiciones de trabajo y mayores salarios. El estrés, la ansiedad y el agotamiento ya no se ocultan. Todo esto se ha convertido en una cuestión social. Los valores del trabajo forman ahora parte de una visión más amplia de las relaciones humanas.
Los valores de la empresa frente a los del candidato
Tradicionalmente, los candidatos esperan ser entrevistados. Pero también pueden cuestionar a su reclutador, en particular sobre la cultura de la empresa. El bienestar, la realización profesional y la felicidad en el trabajo son cada vez más importantes para los trabajadores. Los candidatos pueden tener dudas a la hora de cuestionar a su reclutador. Por el contrario, aprovechar el turno de preguntas (tradicionalmente al final de la entrevista) da un nuevo tono a la conversación. Ayuda al candidato a ir más allá de las cifras, los hechos y las técnicas, mostrando interés por el ambiente y los seres humanos que lo conforman. Dado que es probable que pase una gran parte de su tiempo en el trabajo, definitivamente vale la pena hacer estas preguntas. Por desgracia, esto también se aplica a los trabajadores a distancia.
Por tanto, es fundamental cuestionarse los propios valores. Investigar la empresa a la que se dirige le permitirá tener una primera opinión. Podrías preguntarte si realmente estás hecho para este trabajo y esta empresa o cuánto deseas este trabajo. ¿Estás dispuesto a hacer alguna concesión? Este primer análisis te ayudará a determinar si serás capaz de adaptarte.
¿Qué preguntas debes hacerte?
Antes de interrogar al reclutador, asegúrate de reflexionar sobre tus propios deseos y aspiraciones. Tómate el tiempo de dibujar tu propio "perfil" cuestionando tus propios gustos, valores y el tipo de relación que quieres tener con tu lugar de trabajo.
¿Qué te gusta? (escribe lo que se te ocurra sin pensar demasiado).
¿Qué no te gusta? (mismo ejercicio)
¿Qué me gusta/no me gusta de mi trabajo? (tómate el tiempo de hacer una lista)
¿Qué puedo/no puedo hacer en mi trabajo?
¿Qué quiero hacer/no quiero hacer en mi trabajo?
Responder a estas preguntas dirá más sobre tus gustos, aspiraciones, límites y las restricciones que estás dispuesto a aceptar para el puesto.
Cómo cuestionar tus valores:
¿Cuáles son tus prioridades (familia, trabajo, etc.)?
¿Cuáles son tus valores (en general) y en el trabajo? ¿Coinciden con los de la empresa?
¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para defender tus valores?
¿Hay algo que no soportas?
¿Te adaptas fácilmente? (cambio de dirección, evolución, ambiente, etc.)
¿Cuáles son tus cualidades y tus defectos?
¿Te adaptas al trabajo en equipo, al trabajo a distancia, a los horarios escalonados o al trabajo nocturno?
¿Estás hecho para el trabajo de oficina o para el trabajo a distancia? ¿Te gustan los viajes de negocios?
¿Qué te motiva del trabajo?
¿Estás dispuesto a hacer alguna concesión en el trabajo?
¿Qué podría hacer que quisieras renunciar?
¿Qué debe preguntar al reclutador?
La primera parte de la entrevista pasada se compone de conversaciones con el reclutador. Presta mucha atención a lo que se dice, sé curioso y no reacciones como un investigador. En cualquier caso, sigues siendo un candidato a los ojos del reclutador. Evita un enfoque problemático. Cuando parezca que hay un problema, busca soluciones. Incluso si el reclutador ha mencionado estas cuestiones durante la entrevista, no dudes en pedir más detalles.
¿Cómo va la empresa? ¿Cómo es el ambiente de la empresa?
La pregunta es más sutil de lo que parece. En primer lugar, observa la reacción y el lenguaje corporal del reclutador. ¿Parece sorprendido o inquieto? ¿Responde de forma espontánea o mecánica? Su respuesta y actitud le dirán más sobre el ambiente real de la empresa.
Si la empresa tiene un lema: ¿Qué inspiró ese lema?
Si los valores de la empresa se mencionan en su página web y en sus estrategias de comunicación: ¿Por qué estos valores?
Si no hay información: ¿Cuáles son los valores de la empresa?
¿Cuál es la política de diversidad de la empresa?
¿Existe alguna política de desarrollo sostenible?
¿Participa/apoya a alguna asociación?
Dado que las empresas son también un ámbito social, deben ser conscientes de las cuestiones sociales. Observa la infraestructura de la empresa para tener una primera impresión de la accesibilidad para las personas con discapacidad. No tienes que estar necesariamente preocupado por el tema (discapacidad, diversidad, etc.) para interesarte por él. Si el reclutador parece o parece sorprendido, no dudes en recordarle tus propios valores. Esto también puede aplicarse a la ecología: electricidad, cápsulas de café, papel, tinta, contaminación digital, etc. ¿Cuál es la postura de la empresa sobre estos temas? Sin embargo, evita entrar en temas con los que no estés muy familiarizado.
Evidentemente, el reclutador definirá la empresa con términos positivos (lo contrario sería sorprendente) como "dinámica", "acogedora", "cálida", "abierta", "innovadora", "moderna"... Pida ejemplos concretos. ¿Cómo se materializa esto en el día a día?
Pregunte al reclutador por la historia de la empresa y, sobre todo, por su historia en la empresa. "¿Cómo era cuando llegó?" "¿Qué le gustaba de la empresa?". Puedes hacer algunas preguntas para conocer mejor al reclutador y el lugar de trabajo. Así tendrás una mejor idea del entorno general, las perspectivas de desarrollo profesional, los intercambios dentro de la empresa, etc.
¿Cómo asegurarse de que está en consonancia con los valores de la empresa?
Si tus valores no están en consonancia con los de la empresa, eso ya indica que te costará adaptarte. Puedes tener esta sensación desde el momento en que empiezas a investigar la empresa, después de la entrevista o una vez que te han contratado. Detectar tu incompatibilidad con la empresa te ayudará a evitar muchas pérdidas de tiempo.
Sin embargo, puede que no sea tan fácil conocer los valores de la empresa desde el primer momento, ya que los negocios tienen una naturaleza cambiante. También es probable que los estados de ánimo cambien, al igual que los individuos. Estos cambios internos pueden favorecerle o no. Los factores externos, como un cambio de dirección, estrategia, gestión, ubicación, etc., también pueden afectarte. Las condiciones de trabajo pueden dejar de ser las mismas si la empresa se centra más en la rentabilidad que en los recursos humanos. La cultura corporativa también puede cambiar y puede que ya no se tenga en cuenta la voz de los empleados. Puede que el puesto ya no esté en consonancia con tus expectativas, sin cuestionar tus habilidades y cualidades. Los cambios en la estrategia de la empresa podrían afectar a sus valores y, por tanto, repercutir en los empleados.
Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es identificar el problema e investigar qué es lo que falla. ¿Ha cambiado la empresa o es el empleado (o ambos)? ¿Siente que puede adaptarse? ¿Este cambio afecta a la calidad del trabajo, al entorno o a tu salud? ¿Vas al trabajo contento, cansado, enfadado, asustado, hastiado? ¿Cómo te sientes al volver a casa? ¿Has tenido algún conflicto con algún empleado/supervisor en particular? ¿Es posible discutirlo con alguien? ¿Se puede llegar a un acuerdo? Todo el mundo debería ser capaz de evaluar la situación con sinceridad para tomar la mejor decisión para su carrera profesional y su vida personal.
La pandemia de Covid ha provocado muchas dudas sobre la relación empleado-empleador. Cada vez son más los empleados que optan por el bienestar y la realización personal en lugar de la acumulación de conocimientos técnicos. Los candidatos de hoy en día quieren que se les reconozca su verdadero yo junto con sus conocimientos técnicos. Las empresas también son sensibles a estas nociones. Ante las amenazas de dimisión, las empresas están revisando sus estrategias de gestión, dando más importancia al debate, a los recursos humanos, a los intercambios y a las relaciones. Los resultados deberían ser positivos, mejorando el ambiente de trabajo al mismo tiempo que la productividad. Se trataría de un resultado win/win que contribuye al bienestar de todos