La 'España Vaciada' busca incentivar programas de repoblación que fomenten el arraigo de familias de refugiados y preservar así la pervivencia de municipios amenazados de extinción.
La Diputación de León (España) en colaboración con las organizaciones Accem, Cáritas, Cruz Roja, Diaconía y el Hospital San Juan de Dios, ha lanzado una nueva campaña bajo el nombre de 'Nuevo comienzo', que tiene como objetivo sensibilizar y dar un impulso a los programas locales de repoblación de áreas rurales de la provincia. La comunicación sobre el proyecto incluye notas de prensa, artículos, vídeos de divulgación y comunicados en la web oficial de la diputación. El programa ha dado soporte en lo que va año a más de 700 inmigrantes en España que solicitaron asilo y protección.
‘Nuevo comienzo' nace de la preocupación de la administración leonesa ante el vaciamiento de muchas localidades del entorno rural de la provincia. Según manifestó la vicepresidenta y diputada de Derechos Sociales, Carolina López, estas zonas “día tras día ven cómo su población va menguando y se van reduciendo sus servicios".
La opción de asentar familias de personas refugiadas en el medio rural es una idea que ya han tenido en otra regiones españolas y existen varios estudios y planes que avalan iniciativas de esta índole. Sin embargo hasta la fecha las posibles iniciativas reales han tenido escasa trascendencia. En palabras de la vicepresidenta‚ ‘Nuevo comienzo' refleja la filosofía del proyecto: “la posibilidad de ofrecer un lugar donde echar raíces a las personas refugiadas que llegan a esta provincia huyendo de su país, y la de abrir una puerta al futuro de nuestros pueblos”.
La primera misión que se propone el programa ‘Nuevo comienzo' en palabras de su impulsora es "analizar las distintas experiencias de las localidades que han visto reactivada su vida con la llegada de personas en edad de trabajar, en muchos casos con menores que han devuelto la actividad a sus escuelas, y transmitirlas, darlas a conocer". Ahondando en la cuestión manifestó que “estas experiencias es lo que queremos visibilizar y, por ello, desde la Diputación de León hemos trabajado de forma conjunta con las entidades que hoy me acompañan para elaborar una campaña divulgativa que haremos llegar a todos los alcaldes y presidentes de juntas vecinales de la provincia y a la sociedad en general para que conozcan esta posibilidad”.
Lorena Álvarez, representante de Diaconía en la rueda de prensa en la que se presentó ‘Nuevo comienzo' confirmó que entre las cinco organizaciones participantes del programa y en lo que se lleva de año, han sido más de 700 las personas las solicitantes de protección internacional en España. En su intervención, también subrayó que “las personas solicitantes son acompañadas por equipos multidisciplinares que atienden todas las necesidades -psicológicas, formativas, laborales, jurídicas, educativa…- para lograr una plena inserción en la sociedad de acogida, y en este punto en el que queremos resaltar la importancia de este proyecto que hoy presentamos tras detectar la necesidad de revivir los pueblos de nuestra provincia y las oportunidades que representan las personas a las que nosotros atendemos como fuente de trabajo, cuidados y juventud en poblaciones envejecidas y despobladas”.
Tanto la diputada como las entidades sociales han expuesto experiencias de personas que llegaron a León como solicitantes de protección internacional y que ahora se encuentran establecidas e integradas en distintos municipios de la provincia, y han hecho hincapié en lo importante que es contar con el compromiso de los ayuntamientos, las juntas vecinales y las personas que residen en las zonas rurales para, a través del trabajo que desarrollan las propias entidades, se puedan seguir sumando casos con “resultados satisfactorios para ambas partes”.
El pasado 19 de julio, el diario El País, publicaba un artículo en el que relata la historia de una familia de refugiados Colombianos que se asentaron en Brañuelas (León) un municipio de apenas 200 vecinos. La pareja y sus dos hijos dejaron atrás Cali y aterrizaron en España, en diciembre de 2019, donde solicitaron el estatus de refugiados. Una historia de integración y esperanza.
