Los países nórdicos son mundialmente conocidos por sus espléndidos paisajes, sin olvidar la calidad de vida, pero, como en la mayoría de los países, la pandemia del COVID-19 tuvo un impacto significativo en estos países. Hoy en día, la vida se rige por estrictas normas en la mayoría de ellos, a pesar del caos del principio.
A diferencia de Noruega, donde hubo un cierre total desde el comienzo de la crisis, Suecia optó por mantener sus fronteras hasta que las cosas se descontrolaron. Hasta ahora, el país tiene un récord de 938.000 casos de COVID-19 y un número de muertos de 13.923. En diciembre de 2020, se habían registrado más de 8.000 muertes, una cifra muy superior a la de otros países nórdicos. De hecho, Noruega tiene actualmente un registro de 736 muertes relacionadas con el COVID-19 de unos 111.000 casos, mientras que Finlandia ha tenido casi 900.000 casos y 906 muertes. En Dinamarca, 2.477 personas han muerto de más de 248.000 casos positivos. Sin embargo, la situación es peor en otros países europeos, donde las cifras siguen aumentando.
Los países nórdicos se recuperaron más rápido que otros países europeos
Al igual que la mayoría de los países del mundo, los países nórdicos también se han visto muy afectados por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a pesar de su frágil economía y mercado laboral, parece que les va mejor que a muchos otros. Países europeos como Portugal y España, etc., dependen en gran medida de la industria del turismo y el ocio, que se ha paralizado, a diferencia de los países nórdicos. Las medidas gubernamentales han contribuido a reducir la presión sobre los hogares y las empresas. Entre ellas, la ampliación del seguro de desempleo, la introducción de garantías de préstamos y otras medidas de estímulo económico.
La economía sueca se contrajo un 8,6% de abril a junio de 2020, en el punto álgido de la pandemia, pero las cifras bajaron en los meses siguientes. Sin embargo, la Unión Europea fue peor, con una contracción del 11,9% durante el mismo periodo. A finales de 2020, la tasa de contracción de Suecia bajó al 2,9%. A pesar de una contracción del 3,7% en Dinamarca en comparación con 2019, se registró un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,6% en el último trimestre de 2020. En la zona euro se registró una contracción del 6,6%, pero a Noruega le fue mejor, con una tasa de crecimiento apenas inferior a la de los tiempos anteriores a la pandemia. No obstante, hay que recordar que Noruega no forma parte de la UE, a diferencia de Dinamarca y Suecia.
Las previsiones del Instituto Nacional Sueco de Investigación Económica parecen favorables, especialmente en lo que respecta a las perspectivas de importación y la confianza empresarial. A principios de 2021, las previsiones de Dinamarca también parecían prometedoras.
¿Se puede viajar a los países nórdicos durante la crisis?
Actualmente, los países nórdicos sólo han reabierto sus fronteras a los nacionales de determinados países. Además de los ciudadanos de la UE y del EEE (Espacio Económico Europeo), los australianos, neozelandeses, ruandeses, singapurenses, surcoreanos y tailandeses son las únicas nacionalidades que pueden entrar en los países nórdicos. Hay un estricto control en sus fronteras para garantizar la seguridad y la salud nacional.
Para entrar en Suecia, por ejemplo, los viajeros deben presentar en la frontera un certificado COVID-19 negativo. La prueba debe haberse realizado 48 horas antes de su llegada. También tienen que hacerse una prueba a su llegada y otra al cabo de cinco días. Todos los viajeros están en cuarentena durante un mínimo de 7 días y deben evitar el contacto físico con otras personas en la medida de lo posible. Los vuelos procedentes de terceros países se han suspendido hasta nuevo aviso.
Noruega, por su parte, ha ampliado sus restricciones de viaje después de que se detectara en su territorio una variante de COVID-19 más contagiosa. Sólo los noruegos y los extranjeros residentes en Noruega pueden regresar. A partir del 29 de marzo de 2021, cualquier persona que viaje a Noruega por ocio estará en cuarentena durante diez días. Pero hay algunas excepciones, como para los periodistas, los trabajadores del transporte comercial, etc. También se exige una prueba COVID-19 negativa. Los viajeros procedentes de determinados países deben someterse a otra prueba de COVID-19 en la frontera noruega.
Dinamarca tiene previsto introducir el pasaporte de vacunación para mejorar el control en sus fronteras. Por ahora, los viajeros deben presentar un certificado negativo de COVID-19 obtenido en las 24 horas siguientes a su salida. A su llegada, deben someterse a otra prueba antes de ser puestos en cuarentena. Existen restricciones adicionales para los viajeros procedentes del Reino Unido debido a la variante británica.
En Finlandia, las restricciones de entrada se han ampliado hasta el 25 de mayo de 2021. Sin embargo, se permiten los viajes no esenciales desde 7 países, a saber, el Vaticano, Australia, Singapur, Tailandia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Ruanda. A estos viajeros no se les exige ni cuarentena ni prueba COVID-19 negativa. Sólo los que llegan de países de alto riesgo están obligados a presentar una prueba de COVID-19 negativa.
Sin embargo, los viajeros que den positivo tras su llegada a cualquier país nórdico no tienen de qué preocuparse. Los países nórdicos son famosos por sus excelentes sistemas sanitarios y su tratamiento de alta calidad.
Ventajas de vivir en los países nórdicos
El modelo nórdico se basa en el concepto universal. Por ejemplo, tanto el sistema sanitario como la educación a todos los niveles son excelentes y gratuitos. Y aunque los impuestos pueden ser relativamente altos en comparación con otros países, también lo son los salarios. Los empleados tienen derecho a muchas otras prestaciones, como permisos pagados, permisos parentales y generosas pensiones de jubilación. Cabe destacar que estas prestaciones son financiadas por los contribuyentes bajo la administración del gobierno. Sin embargo, a diferencia de muchos otros países, los ciudadanos de los países nórdicos tienen una gran confianza en el sistema. La brecha salarial es menor en comparación con muchos otros países, y los gobiernos siguen esforzándose por la distribución equitativa de la riqueza.
Los empleados también tienen derecho a prestaciones, especialmente durante la pandemia. Aunque la ley facilita que las empresas despidan a sus empleados para reestructurarlas, existe una serie de programas de apoyo financiero y profesional. La igualdad de género es otra prioridad para los países nórdicos, lo que probablemente explica la participación de las mujeres en todos los niveles. La cultura empresarial también está muy presente en los países nórdicos gracias al apoyo del gobierno. Cabe destacar que Suecia y Dinamarca están entre los mejores países del mundo para crear una empresa, mientras que Noruega y Finlandia tienen las políticas más sostenibles.
