Preocupación y decepción
"Intentamos levantarnos cada día y decirnos que todo va a ir bien. Pero al final, todo esto nos afecta enormemente. Lo más doloroso para mí es que aún no he visto a mi hijo", dijo Thony a Sébastien Berriot, reportero de Franceinfo. Thony, expatriado congoleño de 27 años, dirige una empresa comercial en Wuhan y tiene seis empleados. Aunque su negocio va muy bien, la pandemia ha cambiado todo lo referente a su vida personal. Thony nunca ha visto a su hijo, nacido en el Congo en plena crisis. La política de cero Covid de China pesa mucho en la moral de los habitantes. Para los expatriados, la salida se ha convertido en una cuestión compleja. ¿Es posible volver a China? "Sí, pero con complicaciones", dice Yann, otro expatriado. Él ha recorrido un largo camino. Repatriado a Francia al comienzo de la crisis sanitaria, este expatriado de cincuenta años dejó un próspero negocio en Wuhan. Era peluquero con una clientela principalmente francesa. Tardó dos años en recuperar su visado. Pero a su llegada a China, hace unas semanas, Yann se encontró con otro calvario. Su barbería ya no existe y su clientela francesa ha desaparecido. Actualmente no tiene ingresos, y tiene que volver a empezar. "La clientela extranjera ha bajado un enorme 70%. Así que ahora vamos a cambiar al otro lado. Tengo que conseguir al menos un 70% de clientes chinos y un 30% de clientes extranjeros". Los habitantes de Wuhan, locales y extranjeros, están especialmente marcados por la pandemia. A pesar de la nueva normalidad, es difícil pasar completamente la página.
Los estudiantes internacionales se ven igualmente afectados por la política china de cero Covid. Park Kyung-Su, coreano de 22 años, debía estudiar en la Universidad de Zhejiang (provincia oriental de China). De vuelta a Corea del Sur para las vacaciones de invierno en diciembre de 2019, no tenía ni idea de que tendría que cambiar a la enseñanza a distancia. Park Kyung-Su solo pasó un semestre en China. Pero consiguió volver a su universidad en noviembre de 2021 y declaró al South China Morning Post: "Decidí volver a la universidad porque me di cuenta de que trasladarme al extranjero es lo que hace que la vida universitaria sea tan interesante después de todo. Cuando hablé con mis amigos que ya estaban en Hangzhou, me dijeron que todo había vuelto a la normalidad, al menos, en el sentido de "vivir con Covid-19". Así que decidí volver". Aun así, Park tiene suerte, ya que China firmó un acuerdo con Corea del Sur en julio de 2020, que permite a los estudiantes coreanos volver a China. A pesar del acuerdo, volver es a veces complicado para ellos. "La universidad nos dijo que, dado que muchos estudiantes chinos de todo el país habían regresado al campus, sería mejor que los estudiantes internacionales vinieran más tarde, después de asegurarse de que todo estaba resuelto", dice Park Seon-Yeong, otro estudiante surcoreano.
Tom, un expatriado estadounidense, acababa de conseguir el trabajo de sus sueños en China y se había trasladado con su familia. Poco después estalló la pandemia, y Tom regresó a Estados Unidos con su familia. Cuando las fronteras se cerraron, se quedó varado en Estados Unidos. Pero Tom consiguió finalmente un permiso de entrada con la ayuda de las autoridades locales de la ciudad china en la que se encuentra su empresa. Sin embargo, a su familia no se le permite volver. Así que Tom pasa unos meses esperándolos en China. "Pensaba que todo iría bien, vamos a intentarlo un mes más", pero al final todo se vino abajo. Estoy muy deprimido. Mi familia también está deprimida. Sólo queremos vernos", dijo Tom al medio estadounidense NPR. Al final, Tom se trasladó a Tailandia, donde se reunió con su familia tras más de un año de separación.
Cómo ha afectado la política de "cero Covid" a la vida de los expatriados en China
En noviembre de 2021, durante la celebración de la "Nueva Era" del Partido Comunista Chino (PCC, fundado en 1921), Xi Jinping señaló que China dominaba la situación mejor que cualquier otro país donde la variante del Delta está batiendo récords. El aumento del PIB, +8,1%, casi podría darle la razón. Sin embargo, esta cifra en realidad alcanza la fuerte desaceleración de 2020 (+2,3%) que continuó en 2021. Según Ker Gibbs y Alan Beebe, presidentes de las Cámaras de Comercio americanas en Shanghái y Pekín, "la política de Covid cero está perjudicando al comercio internacional y alejando a los expatriados". "China se ha desarrollado rápidamente gracias al trabajo duro y al espíritu emprendedor del pueblo chino, pero la apertura al mundo también ha desempeñado un papel importante", analiza Gibbs en un artículo publicado en el Financial Times. "Conseguir que los dirigentes -y sus familias- entren y salgan de China ha sido extremadamente difícil desde la pandemia. Otros expertos hablan de un éxodo de expatriados con la caída del número de estudiantes internacionales y la amenaza para el comercio actual y futuro. Según la Cámara de Comercio Americana, con sede en Shangai, el 53,4% de las empresas afirma que las restricciones anti-Covid hacen que sean menos atractivas para los talentos internacionales. El 45,1% añade que la situación actual tiene un impacto negativo en sus actividades.
Para Gloria Luo, la crisis sanitaria y las restricciones alejan a los clientes. Directora de ventas de un fabricante de piezas de automóviles y moldes industriales de Guangdong, tiene que lidiar con el aumento de los costes de las materias primas. "Los precios de las materias primas y los costes logísticos de los moldes para automóviles se han disparado. Y esto absorbe la mayor parte de los beneficios", afirma. A esto se suman las relaciones nocivas con los países occidentales, especialmente con Estados Unidos. "Parece que las empresas chinas de moldes para automóviles perdieron de repente toda su competitividad en 2021. Muchos clientes europeos y estadounidenses se dirigen ahora a Corea del Sur o a Europa", declaró Gloria Luo al periódico SCMP. Según ella, sólo quedan 4.000 empresas de moldeo de automóviles, frente a las 9.000 de 2019.
Para Kibbs, "está claro que la población expatriada se reduce día a día". Lo explica a Stéphane Lagarde, periodista de Radio Francia Internacional (RFI): "Hay que tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, desde hace más de 18 meses, es complicado para las familias expatriadas volver a China. Por tanto, el Covid está teniendo un gran impacto en la vida de los expatriados aquí. Pero el declive comenzó antes de la epidemia en realidad, y la pregunta es si el gobierno chino está realmente interesado en tener expatriados en China". ¿Puede China prescindir de los expatriados? Para responder a esta pregunta, vale la pena considerar la determinación con la que el gobierno mantiene sus restricciones sanitarias. Muchos creen que China está siguiendo el modelo de Singapur: sustituir gradualmente el talento internacional por el chino. En marzo de 2021, Josephine Tao, entonces ministra de Empleo de Singapur, instó a las empresas a favorecer la mano de obra local. Reservar puestos ejecutivos para los chinos podría ser una nueva forma de mantener el dominio del gobierno chino.
¿Hay futuro para los expatriados en China?
Dejando a un lado los retos, el gobierno hace hincapié en los "buenos expatriados" que están bien integrados en la población china. Ismail Daurov, que es uno de ellos, fue entrevistado por el medio de comunicación Xinhuan. El estudiante, de origen kazajo, se ofreció como voluntario en la ciudad de Xi'an para luchar contra el Covid-19. "Soy extranjero, pero no soy un forastero", dijo. De hecho, el presidente chino, Xi Jinping, llegó a mencionar a este estudiante durante un discurso en la cumbre virtual que conmemoraba el 30º aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y cinco estados de Asia Central, el 25 de enero. Añadió que "la juventud representa el futuro del país". Pekín parece cada vez más decidido a marcar su influencia en todas las esferas de la sociedad.
