Las cifras del paro en España en los dos primeros meses del 2021 no son nada halagüeñas. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Empleo (INE) en enero fueron 72.216 personas las que se registraron como demandantes de empleo y 20.632 más, engrosaron esta estadística en el mes de febrero, lo que sitúa la cifra total de desempleados en más de 4 millones.
La tendencia no mejora con respecto a un año 2020 que ya de por sí fue desastroso. El año pasado la tasa de desempleo se situó en un 16,5% y se contabilizaron un total de 527.900 nuevos parados. Este aumento interrumpe una racha de siete años consecutivos de descenso en la tasa de desempleo. Especialmente preocupante es el porcentaje de jóvenes que buscan empleo que se sitúa en un 23,7%.
El panorama es bastante poco esperanzador para aquellos que están pensado en instalarse en España. Cierto es que se sigue creando empleo y hay demanda de mano de obra, pero se destruye a mucha más velocidad y la competencia para un puesto es mucho más dura.
Estas estadísticas no invitan a tirar cohetes. Sin embargo la situación no es igual en todas las regiones. Seis provincias presentaron cifras algo más alentadoras. Málaga, Baleares, Valencia, Alicante, Madrid y Barcelona, se sitúan a la cabeza de las regiones con mayor creación de empleo. El sector turístico de arco mediterráno consiguió paliar muy ligeramente un contexto que cabe valorar como muy negativo.
Si comparamos la evolución del mercado laboral español con la de las principales economías de la zona euro se observa que, si bien la tendencia global es a la baja, España encabeza la clasificación en destrucción de empleo, con una holgada diferencia. La tasa de desempleo española (16,2%) dobla o triplica la de países como Alemania (4,6%), Reino Unido (5,1%), Italia (9%) o Francia (8,9%).
Estos datos están detrás del aumento del éxodo de españoles al extranjero. Y a pesar de la pandemia fueron más los que en 2020 decidieron hacer las maletas si las comparamos con las cifras del 2019. También fueron más los extranjeros residentes en España que decidieron buscarse la vida en otro país, muchos de ellos en la Unión Europea.
Con todo, se sigue creando empleo y la necesidad de mano de obra se centra en sectores específicos en los que sí es posible conseguir un puesto de trabajo. Concretamente los perfiles más buscados el pasado año fueron: repartidores, profesores, agentes de seguros, comerciales, operarios de limpieza, teleoperadores, auxiliares de geriatría, técnicos de mantenimiento, enfermeros, auxiliares de ayuda a domicilio y transportistas.
El impacto de la pandemia en España ha sido devastador, sobre todo en sectores como el turístico, uno de los motores de la economía. La cancelación de las campañas vacacionales, sobre todo la estival, y la de los grandes eventos culturales y fiestas, ha puesto en la calle a miles de trabajadores. Y para muchos otros, para los que la temporada de verano representaba una opción de trabajo, ni que fuera temporal, cualquier opción de empleo se desvaneció con la irrupción del covid. Muchas esperanzas hoy se centran en salvar la campaña turística del 2021.
