Una balón de oxígeno para muchos venezolanos que se encuentran en suelo estadounidense sin permiso de trabajo y bajo amenaza de expulsión.
La administración del nuevo presidente de los Estados Unidos hizo público hace una semana que otorgará un estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a decenas de miles de venezolanos que se encuentren en el país. Por el contrario, no podrán acogerse a este estatus los que ingresen en el país a partir del 8 de marzo del 2021.
El programa ofrece protección contra la deportación y la posibilidad de obtener permisos de trabajo temporales. La duración de la medida tomada por el presidente Biden se extiende a un periodo inicial de 18 meses, que muy probablemente podrá verse prorrogada.
Se calcula que cerca de 320.000 venezolanos en Estados Unidos podrían beneficiarse de este estatus y así evitar la deportación. Si bien es cierto que la administración Trump había suspendido de manera temporal la expulsión de venezolanos ilegales el pasado mes de enero, este nuevo estatus ofrece mayores garantías y derechos.
Según cifras de las Naciones Unidas, son más de cuatro millones los venezolanos que han salido de su país debido a la crisis económica y la inestabilidad institucional desde 2015. Más de 800.000, según la misma fuente, han solicitado asilo en algún país del mundo.
¿Quién puede solicitar el TPS y cómo hacerlo?
El texto publicado por la administración especifica que pueden aplicar al TPS los venezolanos que hayan residido de manera continuada en Estados Unidos antes o durante el 8 de marzo de 2021. A esta medida se pueden acoger tanto los nacionales venezolanos como aquellos cuyo último país de residencia antes de entrar en los Estados Unidos era Venezuela.
Para aquellos que quieran formalizar su solicitud deben de hacerlo en los próximos 180 días (hasta el 5 de septiembre de 2021). Para ello, se deben presentar pruebas de que se encontraban en los Estados Unidos en las fechas designadas. El coste de la aplicación es de 50 dólares, a lo que hay que añadir 140 más para la solicitud de los permisos de trabajo a los que se puede optar gracias al TPS.
Según un estudio realizado del Migration Policy Institute la población venezolana en Estados Unidos aumentó en un 54% entre 2015 y 2018. Gran parte de los que llegaron en este periodo y hasta nuestros días lo hicieron tras realizar una solicitud de asilo. El patrón es bastante similar, en su mayoría llegan al país en avión y al poco tiempo hacen la solicitud de protección.
Según datos de la misma fuente, desde el 2017 cerca de 13.300 venezolanos recibieron su estatus de asilado, pero miles están a la espera de resolución, y para muchos de éstos el TPS representa una garantía de no deportación. También para aquellos a los que se les rechazó el derecho de asilo.
La medida tomada por el gobierno americano podrá dar una salida, ni que sea temporal a miles de venezolanos en suelo estadounidense que se ven obligados a dormir en sus coches, obligados a realizar trabajos en negro, cayendo en una espiral de precaridad y marginalización. Poder optar a un permiso de trabajo, les dará nuevas oportunidades, pese a que como se indica, esta situación no es sino temporal.
