Suecia revisa su política de inmigración en 2023

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Publicado el 2023-02-06 a las 08:27 por Asaël Häzaq
Según la ministra sueca de Migración, Maria Malmer Stenergard, esta medida pretende "reducir el riesgo de tragedias dolorosas para los migrantes". Detrás de esta medida está, de hecho, la presión política ejercida por el partido de extrema derecha Demócratas Suecos (SD). El SD pretende aprovechar la presidencia sueca de la Unión Europea para dirigir la política migratoria.

El "cambio de paradigma" sueco

"Campaña internacional de sensibilización contra la inmigración". Así se presenta el nuevo plan de Suecia para reducir la inmigración en su territorio. El 24 de enero, Maria Malmer Stenergard, ministra de Migración de los Moderados, explicó en rueda de prensa el nuevo plan migratorio sueco. Sorprendentemente, Henrik Vinge, líder del partido de extrema derecha Demócratas Suecos (SD), estuvo presente. El SD no es miembro del Gobierno. La coalición gobernante no deja de repetirlo. Sin embargo, la Ministra de Migración está trabajando con el SD para detallar su plan. La campaña internacional de concienciación consistiría en una comunicación a las embajadas extranjeras en Suecia y a las agencias de prensa y redacciones extranjeras.

Para el Ministro de Migración, es esencial actuar. El ministro quiere cambiar la imagen de un país considerado "muy generoso" con los extranjeros. Suecia ha "cambiado de paradigma", insiste. La administración sueca debe dejar de "promocionar Suecia en el extranjero" presentándose "como un país con muchas ventajas, que ha contribuido a traer gente aquí".

Queda por ver si la ministra se refiere a todos los aspirantes a inmigrantes o si se dirige a una parte de esta población. Otros detalles parecen apuntar a la segunda opción. La campaña tendría como objetivo proteger a los futuros inmigrantes de los abusos. "Ponen sus vidas en manos de contrabandistas y siempre se les permitirá regresar. Si se les informa de las normas, reducimos el riesgo de sufrimiento de estas personas", explicó el ministro.

Inmigración: la influencia de la extrema derecha

Para los analistas, el gobierno sueco está sufriendo las consecuencias de su alianza con la extrema derecha. En las elecciones de septiembre de 2022 se formó un gobierno sin precedentes. La SD obtuvo una puntuación histórica: 20%. Se convirtió en la segunda fuerza del país. Ulf Kristersson, miembro influyente de los moderados, se convierte en Primer Ministro. Debe su elección a su alianza con la extrema derecha. Los moderados y los democristianos firmaron un "acuerdo de coalición" y aceptaron la oferta de la extrema derecha de formar gobierno. Aunque oficialmente el SD no forma parte del gobierno, ha asegurado que seguirá su programa de línea dura, especialmente en materia de inmigración.

En diciembre de 2022, Suecia asume la presidencia rotatoria de la UE, lo que preocupa a otros líderes comunitarios. Algunos temen que la extrema derecha utilice la presidencia para impulsar medidas contra la inmigración. Esto es lo que ha ocurrido con este anuncio. El SD seguirá influyendo en la Presidencia sueca de la UE.

Inmigración en Suecia: Es hora de endurecer la postura 

¿Qué está pasando en Suecia? El llamado país "generoso" está sacando el látigo y aprendiendo de una política que fracasó a la hora de acoger a los extranjeros. 

La crisis migratoria y la política de acogida

Desde 2015, cientos de miles de sirios han alcanzado las costas europeas. La guerra que asola Siria desde 2011 se convirtió en un conflicto internacional en 2014-2015. Estados Unidos lideró la coalición contra las fuerzas sirias, Rusia se alió con Bashar al Assad y millones de sirios se vieron obligados a huir. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al menos el 7,6% de los refugiados son desplazados internos dentro de Siria. En 2015, más de 4 millones de sirios abandonaron el país y se dirigieron principalmente a Turquía (1,8 millones) y Líbano (1,1 millones). Cientos de miles encontraron refugio en países vecinos como Irak, Jordania o Egipto. 

Otros países también dieron cobijo a refugiados sirios. Canadá acogió a casi 60.000 en 2015, y Estados Unidos, a unos 21.700 entre 2011 y 2016. En 2015, 1,3 millones de refugiados solicitaron asilo en Europa, lo que supone un 74% más que el año anterior. Estos refugiados procedían principalmente de Siria, Irak, Libia, Afganistán, Eritrea y Mali. La Unión Europea (UE) se vio rápidamente desbordada y votó a favor de un acuerdo de reparto de refugiados. El acuerdo se firmó el 22 de septiembre de 2015 de la forma más amarga. Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Rumanía votaron en contra del texto. Según Eurostat, no validaron ninguna solicitud de asilo en 2015.

Una política migratoria más restrictiva 

Alemania y Suecia son los dos países europeos que satisfacen más solicitudes de asilo. Según Eurostat, Alemania aprobó 148.215 solicitudes, mientras que Suecia aceptó 34.470. Francia ha aceptado 26.015, y el Reino Unido 17.920. Pero al comparar estas cifras con la población, Suecia se convierte en el país que más migrantes ha recibido per cápita (160.000 a finales de 2015), lo que provoca tensiones locales. Ya en 2016, el Gobierno votó una ley que restringía temporalmente los permisos de residencia (hasta 2021). Suecia acogió a menos inmigrantes: 102.000 en 2019 frente a 124.000 en 2018. El mismo descenso se observó en el caso de los solicitantes de asilo (unos 14.000 en 2020). En 2020, los nacidos en el extranjero representaban el 20% de la población sueca. 

El endurecimiento de la política migratoria sueca coincide con el auge de la retórica de extrema derecha. La nueva coalición de gobierno, lograda gracias al apoyo de los Demócratas Suecos (SD), no hace sino confirmar la "derechización" del país, aunque sea en parte. La derecha insiste en el problema de la inmigración "masiva", con ciudadanos extranjeros considerados demasiado alejados de la cultura sueca e incapaces de integrarse. Sin embargo, los manifestantes señalan la inacción del gobierno sueco, que no ha tomado las medidas necesarias para acoger adecuadamente a los inmigrantes. Identifican el problema con la falta de apoyo del gobierno y denuncian a la administración que, en un principio, hizo la vista gorda, en particular en relación con el escándalo de los falsos "niños no acompañados", en el que extranjeros mayores de edad se hacían pasar por menores. Mientras las autoridades mantenían que se trataba efectivamente de menores, la población se escandalizó por los actos delictivos de una minoría de individuos. Eso, por supuesto, sacudió la confianza entre el público y las autoridades. 

Pero al meter a todos los extranjeros en el mismo saco, a pesar de que la mayoría de los inmigrantes quieren y consiguen integrarse, la extrema derecha ha fomentado un sentimiento hostil hacia la comunidad extranjera. La campaña de sensibilización es otra victoria de los Demócratas Suecos, que pretenden destilar su visión de una política migratoria estricta.