Mi caso es muy particular porque mi hija tiene 5 años y en nuestro país ella estaba en el último nivel de educación inicial, así que aquí solo me pidieron los documentos del colegio anterior y la asignaron al nivel Pre-escolar.
La atención en la escuela ha sido muy buena, ellos se mostraron totalmente comprensivos con el hecho de que la niña no sabía hablar portugués.
Mi llegada a Brasil, específicamente a la ciudad de Curitiba, coincidió con el inicio del año escolar, así que unos días antes de empezar clases pude inscribir a la niña e inició el ciclo con todo el grupo de estudiantes.
Todo el proceso migratorio ha sido un poco difícil para ella, pero siempre conversamos y le explicamos que vinimos a este país a aprender un nuevo idioma, a tener un trabajo diferente y que era necesario salir de nuestro país y dejar a nuestra familia allá. Ella entiende la situación, pero es una niña y extraña mucho a los abuelos y familiares.
Sin embargo, los días previos a empezar la escuela ella me expresó su preocupación: ella no quería ir a la escuela porque ningún niño la iba a entender y ella tampoco entendería lo que le decían las personas. Apenas teníamos dos semanas en Brasil y todavía, ninguno de los 3 estaba adaptado a entender cuando nos hablaban portugués fuera de casa.
Los días previos aprendimos y practicamos pequeñas frases como: "quiero ir al baño", "quiero agua", por favor y gracias para que ella pudiera al menos expresarse con la profesora en algunas de estas situaciones.
El día del inicio de clases ella estaba muy ansiosa y lloró mucho, yo conversé con su profesora y con mi bajo nivel de portugués logré explicarle que la niña no hablaba portugués solo español y que teníamos poco tiempo en Brasil. Debo confesar que yo también lloré mucho porque ella me pedía que "por favor" no la dejara en ese lugar (sentí como si estaba abandonando a mi hija en un lugar donde no iba a poder comunicarse). La profesora fue muy receptiva y me dijo que me quedara tranquila que ella iba a estar muy pendiente y la iba a ayudar en lo que necesitara.
Ese día cuando fui a buscar a la niña a las 5pm la profesora me dijo que ella se había calmado después que nos fuimos y que pudo interactuar con sus compañeros, hacer dibujos y jugar aunque se limitaba a hablar.
Mi hija tuvo la suerte de obtener un cupo integral en la escuela municipal donde estudia, allí ingresa a las 8am y sale a las 17h, le dan desayuno, almuerzo y merienda. Pero también hay turnos de medio período, bien sea en la mañana o en la tarde.
Tenemos la dicha de que su profesora tutora de la tarde habla un poco de español y, aunque ahora mi hija puede comunicarse más en portugués e interactuar con sus compañeros, profesores y funcionarios de la escuela, a veces en ciertas situaciones solo habla español y esta profesora logra comprenderla y hablar con ella.
Ya tenemos tres meses en Brasil y puedo decir que nuestra hija habla mejor que nosotros portugués, ella pasa todo el día en la escuela, comparte con sus compañeros, juega y todos los días llega y nos cuenta que aprendió una canción nueva y hasta me corrige si pronuncio alguna palabra incorrectamente.
Cuando vamos a un parque ella habla con los niños y con otros adultos, se expresa muy bien para apenas tener 3 meses en Brasil, siempre se presenta como extranjera y le explica a las personas que ella está aprendiendo a hablar portugués.
Definitivamente mi experiencia con la escuela pública donde estudia mi hija ha sido muy positiva. Ahora estamos estudiando la posibilidad de mudarnos porque mi esposo está trabajando en otro municipio. Sin embargo, nos limita mucho la idea de hacer pasar otra vez a la niña por ese proceso, justo cuando ya está adaptada a la rutina del colegio, tiene amigos y una buena relación con todas sus profesoras.
Sin embargo, aquí es muy común la transferencia de los niños en la escuela, he notado que las personas se mudan con mucha frecuencia, generalmente relacionado con temas de trabajo, así que estamos considerando esa posibilidad.
En definitiva, mi experiencia ha sido muy buena y conozco a varios amigos cuyos hijos están en 1er ano y 4to ano de primaria y también les ha ido bien, aunque en mi opinión creo que es más fácil para los niños que aún no estaban alfabetizados en español, como el caso de mi hija que aún no sabía leer ni escribir, y está aprendiendo en portugués.
Pero de más está decir que el apoyo de los padres a los niños en esta nueva etapa es crucial para que los pequeños disfruten de esta nueva experiencia y se adapten lo mejor posible.