Egipto presenta una nueva estrategia para atraer inversores extranjeros

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Publicado el 2023-03-28 a las 13:46 por Asaël Häzaq
¿Cómo puede un país recuperar la confianza de los inversores extranjeros? ¿Cómo puede aumentar su atractivo a los ojos de los extranjeros y de sus propios ciudadanos? El gobierno egipcio cree haber encontrado la fórmula adecuada. Sin embargo, debido a las sucesivas crisis que han azotado al país, la economía egipcia se encuentra en una situación crítica. El país necesita encontrar fondos rápidamente para estabilizarse. En respuesta, se ha diseñado una nueva campaña dirigida a los inversores precisamente para reponer las arcas del país y reforzar al mismo tiempo su imagen de economía fiable.

Fomentar el regreso de los inversores

El gobierno egipcio se ha embarcado en una nueva campaña para atraer a los inversores extranjeros. El Ministerio de Inmigración y Asuntos de los Expatriados Egipcios quiere volver a conectar con dos grandes fuentes de fondos: la inversión extranjera y las aportaciones de los expatriados egipcios. Para atraerlos, propone ir allí donde están. El Gobierno espera resultar atractivo para los talentos extranjeros y atraer de nuevo a los inversores mediante la creación de empresas en los lugares donde los extranjeros se instalan en Egipto y donde residen los expatriados egipcios.

Suha El-Gendi, ministra de Inmigración y Asuntos de los Expatriados Egipcios, indicó que estas inversiones podrían ser en el sector inmobiliario, la agricultura, la pesca o proyectos nacionales. El gobierno ha venido reiterando la posición de Egipto como gigante económico africano para animar a los inversores. Con 470.000 millones de dólares en 2022, Egipto era el segundo mayor PIB de África, por detrás de Nigeria y su PIB de 500.000 millones de dólares. Le seguían Sudáfrica (más de 400.000 millones de dólares), Argelia y Marruecos. Estas 5 potencias representan por sí solas más de la mitad del PIB africano. 

La capacidad de Egipto para producir tanta riqueza se debe a su economía altamente diversificada. El sector inmobiliario y la construcción representan el 17% de su mercado económico, por delante de la industria manufacturera (15%), el comercio mayorista y minorista (14%), la agricultura, la silvicultura y la pesca (12%) y la minería (10%). Pero el mayor contribuyente sigue siendo el sector público, que representa el 31% del mercado y el 74% de las inversiones. 

Para atraer aún más a los inversores, Egipto destaca también su situación geográfica estratégica, que sitúa al país en la encrucijada de 3 continentes, unidos por el Canal de Suez. En efecto, el Canal de Suez es esencial para el comercio mundial y aportó más de 8.000 millones de dólares en 2022. Esto supuso un 25% más que en 2021, pero detrás de los grandes discursos y las figuras prominentes se esconde una realidad menos glamurosa.

¿Salvará la inversión extranjera a Egipto de la crisis?

En 2022 ya se ha devaluado tres veces su moneda, y los déficits siguen creciendo a pesar de la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI). En diciembre de 2022, por ejemplo, el FMI concedió un nuevo préstamo de 3.000 millones de dólares al gobierno egipcio, que actualmente se tambalea por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Aunque el país agradeció el gesto de confianza del FMI y garantizó su capacidad para salir de la crisis financiera y cumplir sus compromisos, Egipto parece dar una nueva muestra de desesperación. Al mismo tiempo, el país quiere asegurar a los inversores extranjeros que sigue siendo un lugar seguro en el que invertir.

Desgraciadamente, nadie parece estar corriendo a la puerta de Egipto. Lejos de tranquilizar, el paquete de rescate del FMI está causando más preocupaciones. De hecho, el último rescate del FMI es un importante motivo de preocupación. Desde 2016, el FMI ha concedido cuatro préstamos a Egipto sin ninguna mejora tangible en el aspecto económico. Además, en el frente político, las cosas se han desordenado, con el ejército desempeñando un papel excesivamente influyente en la economía. Como consecuencia, muchos inversores extranjeros han optado por retirarse de Egipto, y lo mismo han hecho los trabajadores extranjeros. Por eso el gobierno intenta convencerles de que vuelvan.

El gobierno también depende de las inversiones de sus ciudadanos en el extranjero. Unos 12 millones de egipcios viven en el extranjero y son un activo vital para el país, gracias a las remesas de dinero que envían a sus familias. Pero estas remesas disminuyen año tras año. Aunque la COVID ha desempeñado un papel importante en este descenso, también se señala la complejidad de la administración egipcia. En 2021, las remesas de los expatriados egipcios ascendieron a 2.790 millones de dólares. En 2022, bajaron a 2.380 millones de dólares. Con su nueva campaña, el Gobierno espera implicar a sus nacionales en sus grandes proyectos, sobre todo inmobiliarios.

¿Podría ser una partida perdida?

No es la primera vez que el gobierno egipcio tiende la mano directamente a sus ciudadanos en el extranjero. En diciembre, el Ministerio de Inmigración y Asuntos de los Expatriados Egipcios tenía previsto facilitar la creación de una sociedad de inversión para los egipcios que viven en el extranjero. Egipto también esperaba atraer a inversores extranjeros transformándose en un nuevo destino favorable a los negocios. Por ello, el gobierno introdujo exenciones fiscales para las empresas, el impuesto sobre la renta y los derechos de aduana. También ha simplificado y acelerado el procedimiento para crear una empresa en Egipto, pero aún están por ver los resultados. Los expatriados egipcios también se han mostrado escépticos. Además, la nueva estrategia no parece lo bastante convincente. Como el país ya ha sufrido duros reveses en el pasado, los ciudadanos egipcios temen por sus finanzas y no quieren seguir pagando la factura. Para ellos, invertir en Egipto no sería sensato, ya que el país dista mucho de ser financieramente seguro.