Canadá, tierra de inmigración
Para empezar, definamos qué es un inmigrante. A diferencia de un emigrante, un inmigrante es una persona que ha dejado su país de origen para establecerse permanentemente en otro país. Por otro lado, un emigrante es alguien que generalmente regresa a su país o ciudad de origen cada vez que siente la necesidad.
Cuando se trata de inmigración, Canadá suele ser un modelo. El gobierno ha desarrollado un sistema de estadísticas, gestionado por Statistics Canada, para seguir y clasificar a la población y responder mejor a sus necesidades. En su último informe, "Retrato de la inmigración en Canadá", Statistics Canada reveló que casi una cuarta parte de la población, que representa 8,3 millones de personas en 2021, ha sido inmigrante o residente permanente. Son las cifras más altas desde la creación del Estado canadiense en 1867. Se espera que estas cifras sigan creciendo. El plan de inmigración de Canadá prevé unos 432.000 nuevos inmigrantes este año y más de 450.000 para 2024. Los inmigrantes podrían llegar a representar el 34% de la población en 2041.
A Canadá le falta mano de obra. La tensión en la economía se ha agudizado desde la crisis sanitaria. Además, la tasa de fecundidad del país está estancada en 1,43 y la población está envejeciendo. Por ello, la población inmigrante se considera una clave esencial para el desarrollo de la economía canadiense. Representan cerca del 80% del crecimiento de la población activa entre 2016 y 2021. El 62% de estos inmigrantes proceden de Asia, en su mayoría indios, y esta cifra no deja de aumentar. Los africanos representan el segundo grupo más importante de inmigrantes. También en este caso, las cifras crecen de forma constante. Los europeos, que fueron el mayor grupo de inmigrantes durante muchos años, representan ahora sólo el 10% de todos los nuevos inmigrantes. El gobierno comunica ampliamente estas cifras y promueve su política de puertas abiertas. Hay más inmigrantes trabajando en Canadá que antes del COVID.
Otros grandes países de inmigración
Estados Unidos
Estados Unidos es otra tierra importante de inmigración, con más de 45 millones de personas nacidas en el extranjero, de una población total de más de 331 millones en 2020. Aproximadamente un millón de nuevos inmigrantes llegan al país cada año. Cuando Trump llegó al poder y endureció las leyes de inmigración, la tendencia no se invirtió. Al llegar al poder, Joe Biden recordó al mundo entero que Estados Unidos siempre ha sido una nación de inmigrantes. Al igual que en Canadá, la inmigración está en la raíz de la población estadounidense. El 98% de los estadounidenses tiene un antepasado inmigrante.
La mayoría de los inmigrantes en Estados Unidos proceden de Asia y América Latina. Como en Canadá, los indios son los nuevos inmigrantes más numerosos. Le siguen los mexicanos y luego los chinos. Las comunidades hispana y asiática representan ahora las dos mayores comunidades nacidas en el extranjero, con un aumento más rápido en la comunidad asiática. Los inmigrantes contribuyen en gran medida al crecimiento económico del país.
Emiratos Árabes Unidos (EAU)
Con casi el 90% de su población de origen extranjero, los Emiratos Árabes Unidos son, en esencia, una tierra de inmigrantes. El país tiene una población de 10,08 millones de habitantes, de los cuales 8,92 millones son expatriados.
Hay que tener en cuenta que los expatriados son extranjeros que han dejado su país para trabajar en el extranjero durante unos años y, por definición, también se consideran inmigrantes.
Más de 200 nacionalidades componen la población emiratí. Los inmigrantes se trasladan allí principalmente por razones económicas. El país se está posicionando como la nueva tierra del empleo y el ascenso social. Desde la crisis sanitaria, el país ha multiplicado las medidas para atraer a más extranjeros cualificados con visados, seguros de desempleo y pensiones de jubilación, entre otros incentivos.
Al igual que otros países, los EAU deben su crecimiento a la inmigración. Desde la década de 1950, cuando se descubrió el petróleo, el gobierno ha llevado a cabo una transformación económica y social gracias a la mano de obra extranjera. Qatar, Arabia Saudí y Kuwait han experimentado una evolución similar. Por ejemplo, en Qatar, los inmigrantes representan actualmente el 88% de la población, y en Kuwait, el 70%. En cambio, con sólo el 36,4% de la población, la proporción de inmigrantes es menor en Arabia Saudí. El país ha acelerado su política de saudización, que consiste en dar prioridad a los ciudadanos saudíes para el empleo en el país durante los últimos años. Kuwait también ha acelerado su política de kuwaitización. Qatar y los EAU también tienen programas de qatarización y emiratización, pero parecen ser menos marcados. A pesar de estas políticas, estos países siguen demandando mano de obra extranjera.
En los Emiratos Árabes Unidos, el 27,49% de los inmigrantes son indios. El 12,69% son pakistaníes. Los filipinos y los egipcios representan el 5,56% y el 4,23%, respectivamente. Los europeos representan algo más del 5% de la población. El 38,55% procede de otros países, como Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, entre muchos otros. Dubai, considerado un escaparate cosmopolita, concentra la mayor parte de la población (más de 3,4 millones). Durante la Expo 2020, el gobierno anunció que podrían crearse más de 270.000 puestos de trabajo. Esto atraerá a más inmigrantes a los EAU.
Australia
La Oficina Australiana de Estadísticas (ABS) informa de que en 2021, el 21,1% de la población había nacido en el extranjero, lo que representa 7,5 millones de inmigrantes. En 2020, esta cifra era de 7,7 millones de inmigrantes o el 29,8% de la población. Para la ABS, esta es una de las consecuencias de la política restrictiva del gobierno durante la crisis del COVID. Al igual que otros países, Australia sufre una escasez de mano de obra que impide su crecimiento económico. Desde la reapertura de sus fronteras, el país ha aumentado los incentivos para atraer nuevos inmigrantes. Para los expertos, es una cuestión de supervivencia. La economía de Australia depende en gran medida de la inmigración.
La mayoría de los inmigrantes en 2021 eran ingleses, con 967.000 personas. Los indios son la segunda comunidad más numerosa, con 710.000 personas. Le siguen los chinos (595.000), los neozelandeses (559.000) y los filipinos (310.000). 268.000 personas que viven en Australia proceden de Vietnam, 201.000 de Sudáfrica, 172.000 de Malasia, 171.000 de Italia y 145.000 inmigrantes de Sri Lanka. El gobierno espera aumentar estas cifras. El 2 de septiembre, el gobierno adoptó un cambio en su política migratoria, aumentando la cuota de inmigración en un 22%. Ahora acogerá a 195.000 nuevos inmigrantes al año. Se trata de una medida histórica, ya que Australia experimenta una escasez de mano de obra sin precedentes, con 480.000 puestos de trabajo vacantes y sólo 470.000 solicitantes de empleo disponibles. El gobierno reconoce que la inmigración es esencial para el crecimiento económico del país.
Nueva Zelanda
Más del 30% de la población de Nueva Zelanda ha nacido en el extranjero. En 2022, el país tiene una población de algo más de 4,9 millones de habitantes, incluidos unos 370.000 inmigrantes. La cifra ha aumentado ligeramente desde este verano, después de haber descendido durante el periodo COVID. Según el Ministerio de Empresa, Innovación y Empleo, antes de la crisis sanitaria había casi 500.000 inmigrantes en el país. Al igual que Australia, Nueva Zelanda sigue experimentando los efectos negativos de la pandemia. La escasez de mano de obra está impidiendo su crecimiento económico. Según el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, hay el doble de vacantes que de demandantes de empleo.
La mayoría de los inmigrantes en Nueva Zelanda proceden de India, China y el Reino Unido. Les siguen Australia, Sudáfrica, Estados Unidos y Canadá. Como otras tierras de inmigración, Nueva Zelanda se ha construido con inmigrantes.
La inmigración en el mundo: ¿Qué debemos esperar?
El movimiento de personas, que es una de las fuerzas motrices de la economía mundial, se cuestiona regularmente. Y sin embargo, las estadísticas siguen demostrando el papel crucial de la inmigración en las economías nacionales. Por el contrario, no todos los países acogen a los inmigrantes. Es el caso de Arabia Saudí y Kuwait. Las asociaciones humanitarias consideran que sería peligroso considerar al inmigrante como una variable de ajuste económico. Si son esenciales para el crecimiento económico de un país, también lo son para todos los demás ámbitos del país, como la educación, la sanidad, la política, la sociedad, etc. Los inmigrantes contribuyen a la vida del país en el sentido más amplio. A menudo se menciona como ejemplo que Canadá es uno de los países favoritos de los inmigrantes. Sin embargo, esto no impide que la cuestión de la identidad nacional resurja de vez en cuando. Coalition Avenir Québec, un partido nacionalista de derechas que está en el poder en Quebec desde hace cuatro años, se opone a la política de inmigración de Canadá y defiende la conservación de la identidad francófona de Quebec. Aun así, Canadá está decidida a acoger a 450.000 nuevos inmigrantes de aquí a 2024.
