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Expatriación: ¿hay que hacerse un chequeo médico antes de partir?

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Escrito porHelena Delbecqel 05 Noviembre 2025

Se dice que más vale prevenir que curar, y este adagio cobra todo su sentido cuando uno se prepara para vivir en el extranjero. Antes de una expatriación, el chequeo médico no es una simple formalidad: es un paso clave para partir con tranquilidad y confianza. Conviene informarse sobre las vacunas exigidas o recomendadas en el país de destino, verificar que los tratamientos habituales sean compatibles con las condiciones locales e incluso anticipar posibles carencias derivadas del cambio de alimentación. En definitiva, una visita al médico antes de la gran partida es el mejor seguro para disfrutar de una expatriación en plena forma.

Una etapa de prevención esencial: protegerse de las enfermedades locales

Cuando uno se expatría a una región donde están presentes ciertas enfermedades tropicales o infecciosas, como el paludismo, el dengue, la fiebre tifoidea o el chikungunya, una visita médica antes de la partida es indispensable. Estas enfermedades, a menudo ausentes o poco frecuentes en los países europeos, pueden sorprender a los recién llegados que no necesariamente conocen sus modos de transmisión ni las medidas de prevención adecuadas.

Su médico podrá aconsejarle sobre las vacunas que debe aplicarse (como la fiebre amarilla, obligatoria en numerosos países de África y América del Sur), los tratamientos preventivos (por ejemplo, la profilaxis antipalúdica antes de una estancia en el Sudeste Asiático, en África subsahariana o en la Amazonía), así como sobre los gestos sencillos para evitar ciertas molestias y posibles contagios: protegerse de las picaduras de mosquitos en Vietnam o Kenia, por ejemplo; evitar el agua del grifo en ciertas regiones del mundo; lavar bien las frutas y verduras, o llevar repelentes eficaces.

Esta consulta médica también permite adaptar su botiquín a su destino, desde desinfectante para las heridas en clima tropical húmedo hasta tratamiento de emergencia contra la diarrea del viajero...

Importante: para conocer con precisión las recomendaciones según su país de expatriación, consulte las fichas "Recomendaciones de viaje" del ministerio de Asuntos Exteriores, o bien los datos actualizados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Renovar las recetas: un gesto simple para evitar muchas complicaciones

Antes de hacer las maletas, tómese el tiempo, gracias a un chequeo médico, de renovar todas sus recetas. Este reflejo, a menudo descuidado, puede sin embargo ahorrarle muchas complicaciones una vez en el extranjero. No se trata solo de sus tratamientos habituales: piense también en sus gafas, lentes de contacto, anticonceptivos o cualquier otro dispositivo médico que pueda necesitar.

En ciertos países, acceder a medicamentos comunes puede resultar más complicado de lo que se imagina. Por ejemplo, analgésicos simples como el paracetamol no siempre se encuentran tan fácilmente como en su país de origen, o no en la misma presentación.

Ciertos tratamientos hormonales o ansiolíticos están estrictamente regulados en Singapur o en los Emiratos Árabes Unidos.

Atención, las recetas extranjeras no siempre son reconocidas: a veces será necesario consultar a un médico local para obtener una nueva, lo que puede llevar cierto tiempo. Por lo tanto, haga un balance con su médico durante el chequeo: ¿cuáles son los medicamentos que necesita absolutamente? ¿Cómo renovarlos? ¿Puede bastar una receta en inglés?

Importante: de manera general, los países autorizan la importación de medicamentos cuando están reservados para uso personal y la cantidad no excede un determinado número de meses de tratamiento.

Pero hay que informarse sobre sus normas de importación, según los destinos.

Algunos medicamentos, incluso con receta, pueden estar prohibidos en Estados Unidos, por ejemplo (consulte las regulaciones de la Food and Drug Administration).

En otros casos, conviene solicitar un certificado de importación si necesita un tratamiento que contiene ciertas sustancias reguladas. Este es el caso especialmente en Japón para los medicamentos que contienen codeína.

Detectar o anticipar una enfermedad crónica: aprovechar la partida para hacer un verdadero chequeo

Muchas personas no se hacen chequeos médicos regulares o se conforman con controles de rutina muy básicos (un simple análisis de sangre y la medición de la tensión arterial). Sin embargo, este gran cambio de vida que supone una expatriación puede ser la ocasión ideal para realizar un chequeo médico completo, más exhaustivo de lo habitual.

Un examen integral puede revelar problemas a menudo silenciosos como un trastorno tiroideo, una insuficiencia renal, un trastorno cardiovascular que pueden pasar desapercibidos durante años.

Descubrirlos antes de la partida permite poner en marcha un tratamiento en un sistema médico que usted conoce y evitar tener que explicar sus antecedentes en un idioma extranjero, a veces con un vocabulario médico complejo. Incluso cuando uno se expresa bien en inglés, basta con un matiz mal comprendido para complicar un diagnóstico o un tratamiento.

Finalmente, este chequeo completo permite preparar un expediente médico claro, que podrá llevar consigo, y adaptar su seguro de salud internacional en caso de patología que requiera seguimiento.

Punto de atención particular: los cuidados dentales, oftalmológicos y ginecológicos; el calendario de vacunación para los niños

Ciertos cuidados médicos son más fáciles de gestionar antes de la partida que una vez en el extranjero. Esto es particularmente cierto para los cuidados dentales, las gafas o lentes de contacto, así como para las consultas ginecológicas o urológicas. En muchos países, estas prestaciones son costosas, poco reembolsadas o requieren largos plazos para conseguir una cita.

Una simple limpieza dental puede, por ejemplo, costar más de 150 dólares en Estados Unidos; una consulta oftalmológica suele superar los 100 dólares en Hong Kong, y las consultas ginecológicas pueden ser muy limitadas en ciertos países de Oriente Medio. En Australia, las gafas generalmente no están cubiertas por el régimen público de salud, y en China a veces hay que esperar varias semanas antes de tener acceso a un especialista en un hospital público.

Si viajas en familia piensa también en el calendario de vacunación de los niños: algunas dosis deben administrarse a edades específicas y, en muchos casos, resulta más sencillo aplicarlas en el país de origen que en el extranjero, donde los costos pueden ser más altos y los productos no siempre son los mismos. Además, los calendarios de vacunación varían de un país a otro.

¿Qué chequeo médico realizar antes de una expatriación?

Existen centros y organismos especializados en chequeos médicos para personas que se preparan para una expatriación. Puedes consultar, por ejemplo, clínicas internacionales o centros de medicina del viajero, que ofrecen evaluaciones completas antes de partir.

Además, muchos organismos oficiales y ministerios de salud recomiendan realizar los siguientes exámenes médicos antes de la salida:

  • Una consulta médica completa con su médico de cabecera: antecedentes, modo de vida, factores de riesgo (tabaco, alcohol, sedentarismo); medidas físicas: peso, talla, índice de masa corporal (IMC), perímetro de cintura; tensión arterial, pulso; evaluación psicológica si fuera necesario.
  • Un análisis de sangre: glucemia, hemoglobina, perfil lipídico, función hepática, función renal, hierro/ferritina, marcadores tiroideos; análisis de orina (proteinuria, hematuria).
  • Un examen cardiológico básico: electrocardiograma (ECG) en reposo y, según los factores de riesgo, prueba de esfuerzo o Doppler; radiografía pulmonar si hay antecedentes respiratorios o el destino presenta alto riesgo.
  • Una verificación completa de las vacunas: universales (difteria-tétanos-poliomielitis, tos ferina, hepatitis B) y las específicas al destino (fiebre amarilla, tifoidea, hepatitis A, encefalitis, etc.).
  • Un examen oftalmológico (vista, presión intraocular, cristales o lentes) y auditivo (según la edad).
  • Un chequeo dental completo (caries, encías).
  • Un examen ginecológico para las mujeres (citología, mamografía según la edad); un chequeo andrológico y urológico para los hombres, especialmente a nivel de la próstata.
Salud
Sobre

Licenciada por el Ministerio de Educación francés y Máster II en Política lingüística, he tenido la oportunidad de vivir en Japón y China, y actualmente resido en Alemania. Mis actividades giran en torno a la redacción, la docencia y la gestión de programas.

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