Fuga de profesionales sanitarios: Retos y controversias

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Publicado el 2023-10-30 a las 07:27 por Asaël Häzaq
En algunos países se habla de "fuga de cerebros". Se trata de otro gran reto para los países en desarrollo cuyos sistemas sanitarios aún se tambalean tras la pandemia de Covid. ¿Cómo pueden los países atraer y retener al personal sanitario? La escasez de personal sanitario afecta a países de todo el mundo, incluso a los más ricos.

¿Deberían algunos países prohibir la migración de personal sanitario?

Zimbabue da un paso radical al declarar ilegal la contratación de personal sanitario. El país quiere combatir lo que califica de "violación de los derechos humanos" y "crimen contra la humanidad". Constantino Chiwenga, Vicepresidente del país y Ministro de Sanidad, cree que Zimbabue no es capaz de mantener suficiente personal médico. Esto se debe a una grave fuga de cerebros, con un número cada vez mayor de trabajadores sanitarios que se trasladan a países occidentales.
Según los medios de comunicación locales, más de 4.000 enfermeras y médicos han abandonado el país desde febrero de 2021. Se cree que muchos también se han trasladado al Reino Unido, donde hay escasez de personal sanitario. El Reino Unido ofrece salarios mucho más altos que Zimbabue. Pero en marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó al país en su lista roja, reservada a países con grave escasez de personal sanitario. El Reino Unido se vio obligado a interrumpir la contratación. Según la Asociación Médica de Zimbabue, el país sólo cuenta con 3.500 médicos para una población de 15 millones de habitantes.

Enfermeras: Entre la fuga de cerebros y la contratación internacional

Zimbabue no es un caso único. Muchos otros países necesitan más personal sanitario y lo están contratando. La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas sanitarios y acelerado la fuga de cerebros. Pero existen enormes disparidades entre los países ricos y los países en desarrollo. La OMS dio la voz de alarma en marzo de 2023. Según este organismo, 55 países sufren una importante escasez de personal sanitario, la mayoría de ellos africanos (37). Estos trabajadores sanitarios prefieren trasladarse a otros países con demanda, como el Reino Unido, Canadá o Francia, para obtener salarios más altos y mejores condiciones laborales.
En su reunión del 23 de enero, el Consejo Internacional de Enfermeras expresó su preocupación. En una rueda de prensa, citó a "7 u 8 países ricos, especialmente Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá" como responsables de "cerca del 80% de la migración internacional de enfermeras", la mayoría de las cuales son contratadas en África y el Sudeste Asiático, regiones del mundo que ya se encuentran en una situación sanitaria precaria. Además de Francia y Alemania, el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá han contratado directamente en países en desarrollo. Para hacer frente a su escasez de personal sanitario, el Ministerio de Sanidad de Quebec había lanzado una campaña para contratar a 4.000 trabajadores sanitarios en el extranjero, especialmente en el Magreb (en 2021-2022). Mientras tanto, Alemania creó centros de consulta en países en desarrollo, y uno funciona en Ghana desde 2017. Está previsto abrir otros en Indonesia, Egipto, Túnez y Marruecos, con el objetivo de contratar a cuidadores cualificados y otros talentos extranjeros. Sin embargo, los países desde los que se desplazan los profesionales sanitarios lo perciben de forma diferente. Lo ven más como una fuga de cerebros organizada.

¿Cómo pueden los países en desarrollo retener a sus profesionales sanitarios?

No se trata de un problema nuevo, y el reto es cada vez mayor para las economías emergentes. La crisis actual está llevando a muchos profesionales sanitarios a otros países mejor pagados. Muchos se sienten culpables por "abandonar" sus países de origen, sabiendo que su marcha no será reemplazada. No obstante, están dispuestos a recordar a los gobiernos que cumplan sus compromisos.
Para retener a sus trabajadores sanitarios, los países en desarrollo se están centrando en dos áreas principales: la formación y la innovación. En cuanto a la formación, las universidades han aumentado su capacidad de matrícula desde 2010. Más estudiantes de medicina significan una formación de mejor calidad. La innovación también entra en juego con las inversiones en instalaciones sanitarias y hospitales (equipos médicos, infraestructuras, etc.). Pero los bellos anuncios y las imágenes ocultan una realidad más compleja.

Cuba

Cuba es conocida por su "internacionalismo médico" desde 1963. Utilizado como una verdadera herramienta diplomática, el internacionalismo médico ha convertido a Cuba en una potencia médica a pesar de una economía aletargada. En 2018, el país tenía 8,4 médicos por cada 1.000 habitantes. Eso es casi el doble del promedio de la OCDE. Numerosos cuidadores bien formados, atención accesible para la población y equipos médicos enviados para ayudar en otros países son algunas de sus ventajas. Sin embargo, la pandemia de Covid ha sacado a la luz importantes fallos en la vetusta infraestructura del sistema sanitario, que al parecer cuenta con muchas menos enfermeras de las anunciadas.

Indonesia

El sistema sanitario de Indonesia se está recuperando de la crisis sanitaria. Ya frágil y sobrecargado, el sistema se hizo inmanejable durante la pandemia de Covid. Rápidamente se recurrió a jóvenes licenciados y médicos en prácticas para reforzar el sistema, ya que muchos médicos indonesios se infectaron. En julio de 2021, al menos 434 médicos habían muerto por Covid, según la Asociación Médica Indonesia. La pasión por la profesión parece insuficiente para convencer a los médicos jóvenes de que se queden. El estrés, la ansiedad, el agotamiento, la falta de equipos, la escasez de personal, los salarios impagados, las matrículas cada vez más altas, etc., dificultan las cosas a los trabajadores sanitarios. Aunque el gobierno ha subido los salarios a 1.150 dólares mensuales para atraer a los médicos jóvenes, la situación sigue siendo alarmante.

Nigeria

Nigeria está desarrollando sus infraestructuras para retener a sus profesionales sanitarios. En 2014, la organización Cobertura Sanitaria Universal (CSU), que reúne a organismos gubernamentales, académicos e internacionales para reforzar los sistemas sanitarios de todo el mundo, puso en marcha el programa Ukana West 2 Community-Based Health Insurance (CBHI). La creación del CBHI (en el estado de Akwa Ibom) ha permitido el regreso de los trabajadores sanitarios, mejores salarios, el restablecimiento de la cadena de suministro de medicamentos, servicios más eficaces y mejores equipos. Aunque fue un logro positivo, no palió la grave escasez de personal sanitario en el resto del país. La situación empeoró, provocando un "éxodo" de médicos nigerianos a Occidente. Para retener a estos profesionales, un diputado propuso a principios de abril una ley que obligaría a los estudiantes de medicina a ejercer en Nigeria durante cinco años antes de licenciarse. Sin embargo, la Asociación Nigeriana de Médicos Residentes (NARD) cree que esta medida sería demasiado drástica. En su lugar, los médicos nigerianos recomiendan mejores condiciones de trabajo, salarios más altos, instalaciones sanitarias modernizadas y una mayor concienciación sobre los riesgos que entraña su profesión.

¿Deben los profesionales sanitarios trasladarse al extranjero?

Los trabajadores sanitarios de los países en desarrollo coinciden en la necesidad urgente de salvar sus sistemas sanitarios, y culpan a sus gobiernos que afirman no disponer de los recursos financieros necesarios. Aun así, los que deciden trasladarse al extranjero reconocen que están dejando una mayor carga sobre los hombros de sus colegas. Otros creen que no deben malgastar sus esfuerzos y títulos en su propio país. También hay quienes esperan el momento oportuno para trasladarse a Arabia Saudí, Estados Unidos o el Reino Unido.
Muchos también deciden quedarse por solidaridad; a veces son los únicos cuidadores de su región y saben que su presencia es esencial para los lugareños. Estos cuidadores hablan de los lazos que han creado con los lugareños, de su deseo de trabajar por su país, de sus iniciativas para mejorar su situación y de su lucha por renovar una clínica o crear un centro de atención. Sin embargo, no se consideran mejores que los demás y comprenden las decisiones tomadas por sus colegas.