Hasta entonces, el número de identificación fiscal sólo se exigía para abrir un negocio en el país. Otros países también han introducido medidas similares dirigidas a los extranjeros. ¿Cómo afectan estos cambios a los trabajadores expatriados y a los nómadas digitales? ¿Cuál puede ser el impacto en los planes de los expatriados?
¿Cómo afecta la reforma fiscal mexicana a los expatriados?
El gobierno mexicano está enviando una fuerte señal a los expatriados y a cualquiera que quiera establecerse en el país. Junto con la promoción de su visado de residencia temporal (el visado de nómada digital, válido por un año y renovable hasta 3 años), el país también busca acabar con el lavado de dinero y el fraude fiscal. El RFC (Registro Federal de Contribuyentes) es un nuevo punto de inflexión en la política del presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde que llegó al poder en 2018, el presidente Obrador ha hecho de la lucha contra el fraude fiscal su prioridad. Cabe destacar que el fraude fiscal supone una pérdida del 2,6% del PIB mexicano. Además, los criptoactivos están en aumento, contribuyendo así al lavado de dinero.
Por lo tanto, los expatriados legales en el país no deberían tener nada que temer. Sin embargo, es probable que esta reforma tenga un impacto en su vida cotidiana. Dado que el departamento de impuestos (SAT) está sobrecargado, muchos extranjeros no pueden conseguir citas, por lo que existe el riesgo de que no obtengan su RFC antes de julio. Sin un RFC, no pueden abrir una cuenta bancaria, vender una propiedad, comprar un coche, etc., lo que es bastante estresante para los trabajadores extranjeros y los nómadas digitales. Otros cuestionan la recogida de huellas dactilares y datos biométricos, aunque la solicitud del RFC es gratuita. Así que uno de los principales problemas es saber dónde se almacenarán los datos personales. Mientras que las autoridades mexicanas hacen hincapié en la seguridad y la transparencia para mejorar la eficiencia de la administración, lo que redundaría en beneficio de los contribuyentes, algunos expatriados ya ven este nuevo sistema como un obstáculo para su libertad.
La reforma de la Golden Visa
Los expatriados tienen que prestar mucha atención a la reforma fiscal, sobre todo los que se han trasladado por los beneficios fiscales, como los que proporciona la Golden Visa. Portugal, por ejemplo, introdujo algunos cambios el 1 de enero de 2022. Creado en 2012, el visado de oro portugués concede a los ciudadanos no europeos un año de residencia y la ciudadanía tras 5 años de residencia, siempre que realicen una inversión inmobiliaria. Sin embargo, el gobierno ha impuesto un límite a las inversiones, teniendo en cuenta el aumento del fraude fiscal y el blanqueo de dinero en los últimos años. Sin embargo, el programa Golden Visa fue cancelado tras la pandemia y la guerra de Ucrania. Presionada por la Comisión Europea, Malta canceló su programa Golden Visa en 2020, mientras que el Reino Unido puso fin a su programa en febrero de 2022.
Sin embargo, parece que los Golden Visas ya no están reservados a los expatriados ricos. La pandemia ha revelado que cada vez más profesionales están dispuestos a trabajar a distancia. En Estados Unidos, la gran renuncia se produjo cuando los trabajadores de clase media sintieron la necesidad de cambiar de vida y de carrera. Así que parece que no es realmente el fin de los Golden Visas en todo el mundo. A pesar de las advertencias de la Comisión Europea, algunos países dejaron los programas de Golden Visa sin cambios. Por ejemplo, Letonia concede la residencia a cambio de una inversión de 50.000 euros. Grecia exige una inversión de 250.000 euros y España de 500.000 euros. Turquía también ofrece un Golden Visa contra una inversión de 380.000 euros. Esta democratización es una oportunidad para que las familias de clase media se trasladen al extranjero en busca de una mejor calidad de vida sin ningún tipo de molestias fiscales.
La reforma fiscal japonesa
La reforma fiscal mexicana es bastante similar a la introducida por Japón en octubre de 2015 (lanzada oficialmente en enero de 2016). Esta reforma, conocida como "My number", implica la creación de un número de identificación único que está directamente vinculado al departamento de impuestos y a la seguridad social. "Mi número" es imprescindible para cualquier ciudadano japonés y extranjero que resida en el país durante más de tres meses y dura toda la vida. Evidentemente, se trata de todo el mundo, excepto los turistas y los visitantes de corta duración (viajes de negocios, misiones, etc.). Esto significa que todos los empleados, e incluso los nómadas digitales, necesitan un "Mi número" que se crea automáticamente al registrarse en el ayuntamiento. La centralización de los datos hace más eficiente la administración, y todos los ciudadanos pueden consultar sus datos a través de una cuenta de seguridad. Sin embargo, hay controles regulares y sanciones para quienes intenten cometer un fraude.
Por supuesto, hubo muchas reacciones cuando se presentó "Mi número", y algunos lo compararon con el "gran hermano". Incluso los japoneses se mostraron escépticos al principio. Hoy en día, "Mi número" es necesario en la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana, como las solicitudes, la apertura de una cuenta bancaria, las transferencias de dinero en Correos, la solicitud de prestaciones sociales, la firma de contratos de seguros, etc. Sin embargo, esto no ha hecho que Japón sea menos atractivo para los expatriados a lo largo de los años. De hecho, en 2017 se registró un aumento del 9,1% en los visados de larga duración (casi 5,9 millones de visados concedidos), seguido de un aumento del 18,5% en 2018 (casi 7 millones de visados emitidos), y un aumento del 19% en 2019 (con unos 8,2 millones de visados concedidos). Luego llegó Covid y provocó una caída del 87% en la concesión de visados en 2020. Todo esto no tuvo nada que ver con la reforma fiscal.
¿Cómo pesan las reformas fiscales en la balanza de los expatriados?
Aunque el número de identificación fiscal ya es común en la mayoría de los países europeos, es bastante improbable que se aplique un único NIF a toda la Unión Europea. Sin embargo, los gobiernos sí comparten entre sí la información relacionada con los impuestos, considerando las deducciones fiscales en origen. Además, la evasión fiscal se ha convertido en una preocupación importante para la mayoría de los países, y se están tomando medidas para adaptarse a los cambios sociales. Hoy en día, la mayoría de los países presumen de sus sistemas fiscales seguros y flexibles (como la retención en origen, que facilita la declaración de impuestos). De hecho, muchos nómadas digitales y futuros expatriados analizan detenidamente el sistema fiscal y las ventajas de un país antes de plantearse una mudanza. Aun así, muchos de ellos dan prioridad a otros factores como el medio ambiente, la sanidad, la conciliación de la vida laboral y familiar, las oportunidades profesionales, los salarios, la ecología, la estabilidad política, etc.
