Carrera profesional en el extranjero, las claves del éxito

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Publicado el 2022-08-27 a las 23:49 por Asaël Häzaq
Canadá, Estados Unidos, Australia, Suiza, Finlandia, Japón, Francia, etc. Desde el año pasado, los países han vuelto a reclutar talento extranjero tras la crisis. Así que si estás buscando nuevas oportunidades de trabajo en el extranjero, aquí tienes cómo construir tu carrera y crecer como expatriado.

Ventajas de hacer carrera en el extranjero

Ventajas profesionales

La contratación de extranjeros se había ralentizado considerablemente en el momento álgido de la pandemia, pero las cosas se están acelerando en muchos países que sufren escasez de mano de obra. En Japón, la escasez de mano de obra comenzó en la década de 1990. Exacerbada por Covid-19, la escasez de mano de obra provocó emergencias sociales y económicas. Según la Agencia de Cooperación Internacional de Japón y el Banco de Desarrollo de Japón, el país necesitará 4,2 millones de trabajadores extranjeros para 2030. En la actualidad, sólo son 1,7 millones, una buena noticia para los futuros expatriados que quieran hacer carrera en Japón.

La movilidad profesional es un verdadero acelerador de la carrera de las personas. La experiencia laboral internacional añade mucho valor a un CV e indica un sentido de independencia, capacidad de adaptación, capacidad de aprendizaje y capacidad de integración... Tantas cualidades vitales para una carrera próspera en el extranjero. Los expatriados saben trabajar en equipo, adaptarse a las limitaciones y cuestionarse a sí mismos. Son independientes y proactivos, rápidos de reacción y motivados. Los expatriados también tienen una perspectiva más amplia y original. Trabajar en el extranjero les ha permitido conocer una red internacional. Esta red les permite además impulsar su carrera, conseguir un ascenso y evolucionar profesionalmente (cambiar de trayectoria, lanzar su propio negocio, etc.)

Beneficios personales

A nivel personal, tener una carrera internacional aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo. Te ayuda a ser más independiente y a estar mejor preparado para afrontar los retos. Mejorarás tanto tus habilidades duras como tus habilidades blandas. Aprenderás a comunicarte con mayor fluidez. Trabajar en el extranjero te obliga a aprender el idioma del país y a mejorar tu inglés. Al final, refuerzas tus conocimientos de la lengua extranjera, lo que supone una ventaja en tu vida profesional y cotidiana. Trabajar en el extranjero te hace ganar en madurez. Al estar fuera de tu zona de confort, te ves obligado a acercarte a los demás, a aprender de forma diferente, a adaptarte a la vida cotidiana del país. Tantas habilidades y destrezas mejorarán sin duda tu currículum. Un ciclo positivo, en pocas palabras, hace que los perfiles de los expatriados sean muy atractivos para los reclutadores.

¿Cuáles son los pasos para construir una carrera en el extranjero?

Incluso en este periodo de inflación galopante, el salario no debe ser el único punto de referencia para decidir si se traslada a un determinado país o no. Hay muchos otros factores que son tan esenciales como el salario.

Encontrar un primer empleo en el extranjero

¿Se enfrenta el país a una escasez de competencias o de mano de obra en el sector en el que quieres trabajar? (Si el sector está saturado, tendrás más dificultades que los locales para que te contraten). ¿Cuál es su situación sociopolítica? ¿Es un país con una larga historia de inmigración, como Canadá, Francia o Estados Unidos? ¿Qué dicen sus leyes sobre la inmigración y la acogida de extranjeros? Desde Covid, por ejemplo, las nuevas leyes de Singapur favorecen a los locales frente a los extranjeros en materia de contratación. En Hong Kong, las esperanzas de los expatriados se ven mermadas por el dominio cada vez más asfixiante de China sobre la ciudad. Taiwán también ve acercarse la sombra de Xi Jingping. En los países del Golfo, la omanización y la saudización están dando pasos aún más radicales que las leyes de Singapur.

Los datos objetivos relativos a su país de expatriación deben evaluarse junto con la información específica de cada expatriado: entorno de vida, equilibrio entre vida y trabajo, urbanización, niveles de ruido, transporte, accesibilidad, etc.

Salarios

Por supuesto, hay que tener en cuenta los salarios. Según un estudio de William Russel, especialista en seguros médicos internacionales, Suiza es el mejor país para trabajar en el extranjero. Los salarios suizos son entre 2 y 3 veces superiores a los de otros países de la OCDE. Por ejemplo, un profesor en Suiza gana el triple de lo que ganaría haciendo el mismo trabajo en Francia (unos 76.000 euros al año en Suiza y 23.000 euros al año en Francia). En el caso de los ingenieros, el salario es el doble. Los ingenieros también están mejor pagados en Estados Unidos que en Francia. Lo mismo ocurre con los investigadores. Los policías deberían dirigirse más bien al País del Sol Naciente. En Japón pueden ganar unos 40.000 euros al año, frente a los 84.000 euros de Suiza y los 5.800 euros de México. Los desarrolladores de software deberían dirigirse más bien a Estados Unidos, donde pueden ganar 95.000 euros anuales, frente a los 42.000 euros de Francia o los 5.600 euros de Turquía.

Según el mismo estudio, Polonia, Hungría, Turquía y Costa Rica se encuentran entre los países más asequibles de la OCDE. Sus salarios son bastante bajos, pero también lo es el coste de la vida. Por ello, los expatriados procedentes de países más ricos, como Suiza, disfrutarán probablemente de unos ingresos más elevados. En Suiza, los salarios son altos, pero el coste de la vida también lo es.

Evaluar la carga fiscal

Los estudios sobre los salarios de los expatriados no tienen en cuenta el impacto de los impuestos. Sin embargo, la fiscalidad desempeña un papel fundamental a la hora de calcular el dinero que le queda a un expatriado. Dinamarca, Francia y Bélgica son los países con los impuestos más altos. Los impuestos daneses pueden suponer hasta el 60% de los ingresos de un expatriado. De hecho, los impuestos representan allí el 45,9% del PIB. En Francia, son el 45,3% del PIB, y en Bélgica, el 44,13%. La presión fiscal ronda el 34,4% en Canadá, el 31,4% en Japón y el 25,5% en Estados Unidos. En Suiza, apenas llega al 8%.

Progresión profesional en el extranjero 

Para iniciar una carrera en el extranjero, hay que jugar a dos bandas. Por un lado, hay que evaluar el país al que se va a trasladar en términos de sectores laborales en tensión, referencias salariales, impuestos, coste de la vida, sistema político, estabilidad política, tasas de desempleo, políticas de admisión de extranjeros, etc. Por otro lado, también debes evaluarte a ti mismo como futuro expatriado en términos de habilidades técnicas y sociales, nivel académico, experiencia laboral, conocimientos de idiomas extranjeros, capacidad de aprendizaje, etc.

Para evolucionar profesionalmente, primero hay que estar dispuesto a empezar de cero. Algunos extranjeros siguen llegando a un nuevo país pensando que es un territorio conquistado. Incluso en un puesto de responsabilidad, debes estar dispuesto a pedir ayuda, descubrir y asimilarte a una nueva cultura empresarial y aceptar ser menos eficiente o productivo en los primeros meses de tu vida de expatriado. Al igual que los extranjeros observan a los locales, los locales también los observan a ellos. Causar una buena primera impresión y mantener una actitud abierta y humilde te ayudará a evolucionar en tu carrera.

Tener una carrera próspera en el extranjero podría llevarle tanto tiempo como antes en su país de origen. Los expatriados tienen que aprender primero la cultura laboral de su empresa y luego las normas de su país de expatriación. También es esencial hablar el idioma del país. El inglés no es suficiente. También es esencial formarse en el uso de los equipos de la empresa y entender cómo evolucionar. ¿Debes pedir una reunión con tu jefe? ¿Existen evaluaciones periódicas para decidir quién debe ascender? ¿Las primas se adquieren por antigüedad o por méritos? Cada país tiene su propia cultura empresarial, y es importante asimilarla para no cometer errores.

Expatriados e inmigrantes

El término "expat" se utiliza a menudo para definir a las personas que se van a vivir al extranjero. Pero legalmente, un expatriado es una persona que se traslada al extranjero con un contrato de expatriación. Negocian un contrato con su empleador, que especifica las condiciones de su periodo de actividad en el extranjero. Por lo general, este periodo sólo dura unos años, tras los cuales el trabajador debe volver a su empresa de origen. Durante su periodo como expatriado, depende del contrato local realizado en el país de expatriación. El contrato de expatriación es diferente del contrato de comisión de servicio, que permite a un extranjero realizar una misión en el extranjero mientras permanece bajo la protección de su empresa.

Aunque menos popular, el término "inmigrante" sigue siendo el que se ajusta al perfil de la mayoría de los expatriados. Son individuos que se trasladan al extranjero por su cuenta.

¿Cómo negociar un ascenso siendo expatriado?

Los empleados que se trasladan con un contrato de expatriación negocian su salario y sus prestaciones antes de trasladarse. En efecto, el contrato de expatriación no sólo incluye el salario, sino también todo lo que es indispensable para vivir en el extranjero. Por ejemplo, puede incluir primas y asignaciones (como la asignación por coste de la vida) que garantizarán unos buenos ingresos y un buen estilo de vida en el país de expatriación.

Los trabajadores que se trasladan sin contrato de expatriación deben negociar sus ascensos como lo haría un local. Al fin y al cabo, han sido contratados con un contrato local. Por tanto, entender la cultura empresarial es crucial para saber cómo negociar un ascenso. En Estados Unidos, por ejemplo, la Gran Dimisión (una gran ola de dimisiones que afecta al país desde 2021) ha dado más poder de negociación a los empleados. Están uniendo fuerzas para negociar salarios más altos y ya no dudan en dimitir para encontrar un trabajo mejor. Aunque el movimiento ha perdido algo de fuerza este año, sigue en marcha. Mientras tanto, otros países aumentan los sueldos de los puestos de trabajo difíciles de cubrir (camareros, conductores, etc.).

Consejos para gestionar su carrera en el extranjero 

La vida de expatriado no es sólo cuestión de trabajo. Mientras gestionas tu carrera en el extranjero, también debes ser curioso y esforzarte por conocer tu país de expatriación, como el estilo de vida, la cultura y la cultura empresarial. No todo estará escrito explícitamente. Observa a tus compañeros y a tus supervisores/directores para aprender más sobre las relaciones laborales. Así estarás en mejor posición para negociar un futuro ascenso o un cambio de carrera.

Habla el idioma de tu país de expatriación. Con demasiada frecuencia, seguimos oyendo que el inglés es suficiente. Pero es ingenuo creer que siempre encontrarás un angloparlante en cualquier lugar del mundo. Aprende la lengua local, aunque tu lengua de trabajo sea el inglés. Aprender el idioma también significa compartir la cultura del país. Indica tu motivación y tus ganas de progresar.

Sigue formándote y aprendiendo constantemente. ¿Ofrece tu empresa en el extranjero formación interna? ¿Cómo se forman tus compañeros? Pídeles consejo para saber cómo actualizar tus conocimientos e impulsar tu carrera.

Vive como un local adoptando el estilo de vida local y consumiendo productos locales. Únase a un club deportivo o cultural. A primera vista, estas actividades no parecen tener mucho que ver con el trabajo, y sin embargo. Debes construir una vida social fuera del trabajo en tu país de expatriación, igual que la tenías en tu país. Esto puede tener un impacto significativo en tu carrera. También puedes combinar la parte práctica y la divertida de tu vida de expatriado eligiendo actividades populares en las redes profesionales a las que quieras unirte.

Prepárate mentalmente. Pide consejo a tus familiares y amigos. También puedes apuntarte a un coaching para expatriados. Habla con la gente sobre tu traslado al extranjero. No lo hagas todo solo. Mantén la motivación y avanza a tu propio ritmo.