¿Cómo planear una mudanza al extranjero en pareja?

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Publicado el 2024-03-25 a las 09:42 por Chloe O. Divorce Coach
En el mundo globalizado de hoy, muchas parejas eligen mudarse al extranjero en algún momento de sus vidas. Ya sea impulsados por perspectivas laborales o por una sed de aventura, tal mudanza puede ofrecer experiencias notables y gratificantes. La clave para el éxito en tales emprendimientos es tratarlo como un proyecto compartido. Cada persona debería tener un interés personal y sentirse activamente involucrada en el proceso de toma de decisiones.

Es bastante común mudarse al extranjero para fortalecer el vínculo entre una pareja. A través de experiencias compartidas y aventuras, forjan un viaje único juntos. Sin embargo, es crucial reconocer el impacto potencial que mudarse al extranjero puede tener en la dinámica de una pareja, especialmente si no están familiarizados con este estilo de vida. Si bien las tasas de divorcio en las comunidades de expatriados no difieren significativamente de otros casos, es esencial preparar adecuadamente tu relación mucho antes del traslado, ya que la vida en el extranjero a menudo presenta desafíos distintos.

En este artículo, proporciono tres consejos para preparar tu relación para una nueva vida en el extranjero. Al prepararse con anticipación, la pareja estará más informada y lista para decidir si mudarse al extranjero es adecuado para ellos. Recuerda que la prevención es mejor que la cura.

No te mudes al extranjero si tu relación ya está en crisis

Puede sonar obvio, pero agregar presión adicional a una relación que ya está tambaleándose no es sabio. Al igual que algunas personas pueden considerar tener un hijo para solucionar su matrimonio, decidir mudarse al extranjero con la esperanza de revitalizar un romance no es necesariamente una buena idea tampoco. Si bien hay casos en los que un cambio drástico ayuda a reavivar una chispa que se desvanece, para muchos, mudarse solo afecta mínimamente sus problemas y a veces incluso los empeora.

Además de la dinámica de la relación, es crucial reconocer que el divorcio como expatriado puede ser significativamente más complejo y costoso. Surgirán problemas como la jurisdicción, la residencia habitual de los niños y la reubicación internacional, lo que complica aún más el ya desafiante proceso de divorcio en un país extranjero con sistemas legales y idiomas diferentes y lejos del apoyo de familiares y amigos. Si bien algunas separaciones pueden ser impredecibles, si tu relación ya está tensa, es sabio evitar agregar complicaciones innecesarias en caso de que la separación sea la elección.

Estar preparado y tener expectativas realistas

Tendemos a imaginar la vida de expatriado como glamorosa y aventurera, especialmente cuando es en un país soleado y lejano. Sin embargo, es crucial darse cuenta de que mudarse al extranjero no siempre es un camino fácil a pesar de su singularidad y requiere un período de ajuste. En primer lugar, está la tarea estresante de planificar la mudanza: asegurar escuelas para los niños, buscar alojamiento, resolver asuntos administrativos y la logística relacionada con la mudanza. Además de las cuestiones prácticas, adaptarse a una cultura extranjera, un nuevo hogar y un estilo de vida diferente puede ser un desafío para todos los involucrados, ya sean niños o padres. Este desafío es especialmente pronunciado para los cónyuges acompañantes, ya que puede dificultar la integración social sin el apoyo de una red profesional. Estos factores pueden hacer que el período de ajuste sea prolongado y ocasionalmente difícil. Si bien suele ser una fase temporal, es importante anticipar sentimientos de desorientación y de no encajar.

Mi consejo sería investigar a fondo para tener una comprensión clara de qué esperar. Si te mudas al extranjero por primera vez, comunícate con otras parejas de expatriados y pregunta sobre sus experiencias. Si tienes la suerte de tener conexiones con familias que han vivido previamente en el país que planeas visitar, habla con ellas para aprender sobre los desafíos que enfrentaron y cómo navegaron su llegada. Sumérgete en la comprensión del clima y la cultura locales y haz un esfuerzo por comprender los conceptos básicos del idioma local si difiere del tuyo. El objetivo es estar lo más preparado posible para la transición, armándote con conocimientos valiosos para evitar sorpresas desagradables, frustraciones o decepciones.

Comunica efectivamente antes y durante tu tiempo en el extranjero

Por último, pero no menos importante, como mencioné anteriormente en este artículo, embarcarse en una nueva aventura en un país extranjero debe ser un proyecto compartido para la pareja (o la familia), donde cada miembro pueda prosperar y crecer. Por lo tanto, es crucial considerar los sentimientos tanto de los padres como de los niños al tomar la decisión. Mudarse al extranjero implica inherentemente dejar ciertos aspectos de la vida atrás, ya sea una carrera, amigos, familiares o entorno familiar. Los sacrificios son inevitables al buscar nuevas experiencias. Por lo tanto, es vital asegurarse de que todos en la familia se beneficien de la decisión. Por ejemplo, si uno de los cónyuges tiene que renunciar a su trabajo para apoyar al otro, es esencial prevenir cualquier resentimiento o malestar debido a la pérdida de independencia financiera.

Incluso después de tomar la decisión, es imposible predecir cómo se adaptará cada uno a la nueva vida en el extranjero. Un enfoque es establecer un horario de reuniones regular para la familia (o pareja) para evaluar el progreso y determinar los próximos pasos. Esto permite discusiones previas a la partida sobre la logística y establece criterios para posibles señales de retorno a casa. Por ejemplo, acordar reevaluar si uno de los cónyuges no está feliz después de un año en el nuevo país, o si los niños tienen dificultades de adaptación. Algunas familias optan por una duración predeterminada para su estadía en el extranjero, con la condición de que solo se considere una extensión si ambos padres están de acuerdo.

Además de estos controles programados, otro aspecto crucial es que la pareja mantenga una comunicación continua y preste atención activa a las experiencias del otro. Ambos cónyuges deben empatizar con la perspectiva del otro y reconocer que cada persona puede no estar experimentando el cambio de la misma manera. Reconocer que este proyecto solo es significativo si se disfruta juntos y estar abierto a ajustar los planes si es necesario es necesario.

No hay un método infalible para proteger tu relación de las incertidumbres de la vida, ya sea en casa o en el extranjero. Sin embargo, considerar las sugerencias mencionadas anteriormente y preparar adecuadamente a tu pareja (o familia) para el próximo cambio puede brindarles una resistencia adicional frente a los desafíos.

En el mundo globalizado de hoy, muchas parejas optan por mudarse al extranjero en algún momento de sus vidas. Ya sea impulsados por perspectivas laborales o por una sed de aventura, tal mudanza puede ofrecer experiencias notables y gratificantes. La clave para el éxito en tales emprendimientos es tratarlo como un proyecto compartido. Cada persona debería tener un interés personal y sentirse activamente involucrada en el proceso de toma de decisiones.