Matices culturales a tener en cuenta si eres mujer y vas a vivir en el extranjero

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Publicado el 2023-10-08 a las 11:38 por Asaël Häzaq
Acercarse a un transeúnte en la calle, hablar en una reunión de negocios, negociar un ascenso, salir de noche, desarrollar su negocio e interactuar con los hombres son cosas que pueden parecer normales para las mujeres, pero pueden ser significativamente diferentes en un país extranjero. ¿Cómo afrontan las mujeres expatriadas estas diferencias y sutilezas culturales?

Los mejores países para las mujeres expatriadas

¿Dónde se sienten más cómodas las mujeres expatriadas? Salir de noche, preguntar a un desconocido por una dirección o conducir un coche son acciones que pueden parecer corrientes, pero que están más o menos autorizadas, vigiladas o toleradas según el país, porque reflejan nociones de derechos, libertad y poder. La definición de estos derechos y poderes varía de un país a otro. Algunos van a la zaga en esta cuestión, mientras que otros se presentan como los más avanzados en este campo. Suecia, Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Canadá, Australia y Nueva Zelanda suelen encabezar la lista de los mejores países para que las mujeres vivan en el extranjero.

Sus principales ventajas son el progreso social (paternidad, igualdad de género, perspectivas profesionales para las mujeres, etc.). Son conocidos por un mejor reparto del espacio público. Varias encuestas señalan que las mujeres se sienten más seguras en estos países; salen solas o en grupo por la noche, vuelven a casa solas o en grupo y se integran en una sociedad que consideran más abierta que otras. Acercarse a un transeúnte no es un problema, como tampoco lo es quedarse hasta tarde después de una fiesta.

Los derechos de la mujer también son una cuestión cultural. Innumerables artículos ensalzan las virtudes de la cultura escandinava, lo que puede explicar el atractivo de estos países para las mujeres expatriadas. En cambio, otros países como Qatar, Japón, India y China se consideran menos abiertos en lo que respecta al progreso social de la mujer. Pero eso no significa que sean menos populares entre las expatriadas. Aunque el respeto de los derechos de la mujer es un factor crucial a la hora de elegir su nuevo destino, también forma parte de una consideración más amplia de la cultura del país y de las particularidades culturales que hay que tener en cuenta.

Sutilezas culturales en el espacio compartido

Para comprender mejor las sutilezas culturales de un país, hay que fijarse en los distintos ámbitos de interacción.

El espacio público 

Una de las preguntas que pueden hacerse los futuros expatriados es si es seguro caminar solos. Esto es especialmente cierto en países donde las culturas más tradicionales imponen cierta distancia entre mujeres y hombres. Las mujeres hablan entre ellas, al igual que los hombres. Para una mujer expatriada, iniciar una conversación con un desconocido la pondrá aún más fuera de juego. Por ejemplo, a menudo pensamos en mujeres extranjeras que viajan solas por la India. Por supuesto, viajar por la India no es peligroso en sí mismo; sólo hay que tener en cuenta sus peculiaridades culturales, empezando por las diferencias geográficas. A menudo hablamos de un país como un todo, pero suele ocurrir que determinadas zonas, sobre todo las más turísticas. Por ejemplo, Goa no es la India. Por ejemplo, la ciudad turística concede más libertad en cuanto al código de vestimenta. El sur de la India suele considerarse más "relajado" que otras partes del país, consideradas más conservadoras.

Pero, por regla general, siempre es mejor pasar desapercibido. En la India, ciertos lugares están reservados a las mujeres. Esto es visible y la segregación voluntaria debe respetarse. En otros países, estas "separaciones" se aplican a los espacios públicos. Algunas zonas estarán más frecuentadas por hombres.

¿Más derechos para las mujeres significan más libertad?

A veces, el progreso va de la mano de la represión, sobre todo para las mujeres. Arabia Saudí, por ejemplo, está decidida a convertirse en el nuevo centro de expatriados de Oriente Próximo, por delante de los muy populares Emiratos Árabes Unidos (EAU). Riad ni siquiera oculta su rivalidad con Dubái y va introduciendo leyes progresistas una tras otra. Desde la ley de 2018 que permite a las mujeres conducir, otras medidas contundentes han cambiado el espacio público. Se ven mujeres por todas partes, ocupando cargos en ministerios, grandes empresas y universidades. A la hora de vestir, pueden prescindir de la tradicional abaya que cubre todo el cuerpo. El vestido solía ser obligatorio en el trabajo y en los lugares públicos. Ahora que se ha abolido la policía de la moralidad, las mujeres disfrutan de mayor libertad en la calle, vistiendo decentemente y en consonancia con la cultura y los valores conservadores del país.

El país, que aplica desde hace tiempo una visión rigurosa de la ley islámica, es conocido por la dominación masculina a todos los niveles. Sin embargo, al conceder más derechos a las mujeres, Arabia Saudí está remodelando la esfera pública, mejorando así su imagen a nivel mundial para atraer a más extranjeros. Para las mujeres saudíes, sin embargo, la modernidad aún comprende ciertas restricciones. Una ley aprobada en 2022 restringe la libertad de las mujeres para contraer matrimonio. El conservadurismo y la represión siguen existiendo, pero de forma más difusa.  

Sutilezas culturales en saludos y encuentros

Incluso los países considerados más "liberales" culturalmente tienen sus peculiaridades. En Francia, la gente no se saluda como en Estados Unidos o Japón. Un beso en la mejilla está mal visto en otras culturas donde los saludos físicos no son la norma. Incluso en Francia, el beso en la mejilla no está universalmente aceptado. En los lugares de trabajo, por ejemplo, la gente se limita a saludarse con la mano. Los nuevos comportamientos adquiridos desde la crisis sanitaria se han convertido en la nueva norma. Una vez más, no hay reglas generales, ya que las interacciones dependen de los distintos círculos. Por tanto, comprender la cultura de un país le ayudará a sacar el máximo partido de su estancia en el extranjero.

Cómo conocer gente nueva

Los expatriados importan sus tradiciones, su cultura y su forma de relacionarse en todos los ámbitos. Sin embargo, pueden surgir problemas cuando se traslada a un país con una cultura muy diferente a la suya. Por ejemplo, a las mujeres que han crecido en una cultura conservadora y patriarcal puede resultarles difícil orientarse cuando se trasladan al extranjero por primera vez. Se encuentran con que pueden caminar libremente por la calle, vestir como les plazca, ir donde quieran, etc. Esta repentina libertad puede resultar inquietante.

Para estas mujeres, incluso más que para las que están acostumbradas a vivir en un entorno cosmopolita (con una cultura más abierta), mudarse al extranjero es un reto en sí mismo. Unirse a un grupo puede ser una excelente manera de hacer más fáciles las primeras etapas de la vida en el extranjero. Me vienen a la mente los grupos de expatriados y otras comunidades en línea, pero puedes apuntarte a algo distinto de los grupos de expatriados. Por ejemplo, puedes unirte a una comunidad basada en tus intereses. Es recomendable unirse a una antes de mudarse para empezar a socializar y hacer contactos locales. Estos nuevos encuentros iniciados en línea pueden mantenerse una vez que los expatriados llegan a su país de acogida.

Socializar en un país extranjero

A otros expatriados les cuesta salir de su zona de confort. Una vez más, unirse a redes de amigos antes de partir ayuda a generar confianza. Cuando llegue a su país de expatriación, ya conocerá a gente. Puedes unirte a un club deportivo o recreativo local. Por lo general, es más fácil socializar en un grupo pequeño que entre una multitud de extraños. Además, si participas en la misma actividad, ya tienes algo de lo que hablar y algo en común. También puedes hacer nuevos contactos en tu lugar de trabajo o universidad. Los estudiantes internacionales aprovechan las actividades de su centro para conocer gente nueva. Las expatriadas profesionales o los directores de empresa pueden recurrir a sus colegas o a su red profesional.

En cualquier caso, no hay presión. Socializar puede llevar tiempo, tanto si es fácil hablar contigo como si no. Una vez más, los matices culturales dan lugar a prácticas diferentes en los distintos países. Aprenderás estas sutilezas sobre el terreno a medida que observes a los lugareños y conozcas a gente nueva.