Gastronomía en Lisboa
Cualquier expatriado que vaya a instalarse en Lisboa habrá oído hablar de los manjares portugueses: el pastel de nata, por supuesto (tartas de natillas, en inglés) y el bacalhau (bacalao salado), omnipresente en restaurantes y panaderías de toda la ciudad, durante todo el año. A pesar de las numerosas influencias de las colonias del otro lado del Atlántico y del Índico, la gastronomía portuguesa ha sabido mantenerse fiel a sus sencillas pero deliciosas tradiciones.
Platos populares en Lisboa
Lisboa es el punto de encuentro de diferentes tradiciones culinarias a lo largo de Portugal, pero algunas preferencias culinarias no cambian en todo el país: los pasteis de nata son sin duda una de ellas. El bacalao salado es otro elemento básico de la cocina portuguesa, en diferentes versiones como el bacalhau à brás (con aceitunas y patatas fritas), el bacalhau à Gomes Sá (al horno con huevos cocidos, aceitunas, patatas y cebollas) y el pastel de bacalhau (una bola de masa frita con puré de patatas que se sirve como aperitivo).
Las tascas -restaurantes sencillos de barrio- suelen tener un menú diario que cambia según la disponibilidad de los productos. Tradicionalmente, los portugueses comienzan la comida con una sopa (pruebe el caldo verde), y toman como principal un plato a base de carne (cualquier cosa, desde guisos hasta pescado o marisco a la parrilla, pasando por salchichas) servido con patatas fritas, arroz o verduras. De postre, el arroz con leche es uno de los favoritos, junto con la mousse de chocolate, la tarta de galletas y un montón de dulces a base de huevo. Para terminar, un café expreso, por favor.
La escena gastronómica de Lisboa
A pesar de ser fiel a su tradición, la gastronomía portuguesa ha tenido un impulso vital en los últimos años. Cocineros como Nuno Mendes y Alex Ferreira han puesto la gastronomía portuguesa en el mapa y han regresado a su tierra tras pasar por las capitales europeas de la alimentación, como Londres y París, con ideas refrescantes para aportar nuevos enfoques a platos tradicionales y muy apreciados.
Aunque la alta cocina está en auge, algunas de las mejores comidas portuguesas se encuentran en sencillas tascas de barrio, probando el vino de la casa y disfrutando de lo que esté fresco ese día. También es una forma encantadora de que los expatriados interactúen con los chefs y cocineros, ya que suelen estar disponibles para una charla curiosa.
Es importante tener en cuenta que las opciones vegetarianas y veganas siguen siendo un nicho de mercado en Lisboa. Aunque hay restaurantes especializados en la ciudad (como The Green Affair en Saldanha), la opción vegetariana de la mayoría de los restaurantes no será más que una tortilla de queso.
Lisboa es también un centro de comida no portuguesa, aunque no sea la preferida por los portugueses, que no suelen ser aficionados a los platos picantes o grasientos. En la ciudad se pueden encontrar muchos restaurantes brasileños, nepalíes y chinos, y merece la pena explorarlos para hacerse una idea de lo grande que fue el pasado colonial portugués.
Los mejores restaurantes de Lisboa
Belcanto de José Avillez aporta un toque de alta cocina a la tradicional gastronomía portuguesa. Habiendo sido galardonado con 2 Estrellas Michelin, este lugar sofisticado es adecuado para expatriados que deseen llevar su experiencia gastronómica portuguesa un paso más allá.
Los amantes de los mariscos encontrarán una felicidad interminable en Taberna do Mar de Hugo Gouveia, en el corazón del encantador barrio de Graça, o en Marisqueira do Lis, un destino famoso en Avenida Almirante Reis.
Lo mejor de la comida portuguesa en Lisboa es explorar los distintos barrios de la ciudad y encontrar un nuevo y sorprendente restaurante favorito en un lugar inesperado y fuera de lo común.
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