Una de las mayores comunidades internacionales en Irlanda es la brasileña. El número de expatriados de Brasil que viven en Irlanda se ha quintuplicado en los últimos seis años. En 2016, había 13.600 personas, según el censo local. Hoy, según las estimaciones elaboradas por la Embajada de Brasil en Dublín, ese número alcanza los 70.000. Otros grupos de inmigrantes más numerosos, con más de 10.000 personas, son los polacos, lituanos, rumanos, letones, indios, estadounidenses, españoles, italianos, franceses, alemanes y británicos. El mercado laboral abierto y la posibilidad de trabajar con un visado de estudiante son los principales atractivos de Irlanda.
Cambios en los visados de entrada
El gobierno irlandés ha puesto a disposición de todos los extranjeros que necesiten un visado los visados de entrada múltiple de cinco años para estancias cortas, que antes sólo estaban disponibles para los ciudadanos chinos. La ampliación de los criterios de elegibilidad para los visados de entrada múltiple ampliará el grupo de entradas con visados de negocios y otros estatus de inmigración de corta duración, ampliando las oportunidades de negocio en Irlanda. Además, los extranjeros con un historial de viajes a varios países distintos de Irlanda pueden ahora solicitar un visado de entrada múltiple a Irlanda. Antes, los viajeros debían tener un historial de inmigración irlandesa conforme para poder optar a un visado de entrada múltiple. Estos cambios están en consonancia con los esfuerzos del gobierno por hacer más cómodo el sistema de visados y los viajes a Irlanda, especialmente teniendo en cuenta los esfuerzos de recuperación del país tras el COVID-19.
La ampliación de la elegibilidad para el visado de corta duración de cinco años para entradas múltiples reducirá la necesidad de que los viajeros frecuentes a Irlanda tengan que solicitar varios visados, lo que ahorrará costes y obstáculos administrativos. Además, las decisiones sobre el visado y los periodos de validez seguirán siendo competencia de cada funcionario de visados. Sin embargo, para los expatriados que pretendan trabajar en Irlanda, sigue siendo necesario solicitar una autorización de trabajo en la mayoría de las circunstancias. Los nacionales exentos de visado no se ven afectados por este cambio, ya que no se requiere visado para la entrada de negocios o de corta duración para estos nacionales como ciudadanos de la UE.
¿Por qué se trasladan los expatriados a Irlanda?
Irlanda se considera un destino alternativo al Reino Unido tras el Brexit, ya que muchos expatriados encuentran más difícil la actual política de visados del país, sobre todo a la hora de encontrar un trabajo.
Cursos de inglés: visado de estudiante
Existe una gran oferta de cursos de inglés, que atrae a cientos de expatriados cada mes. Según algunos de estos inmigrantes, además del menor coste en comparación con otras naciones que también ofrecen clases de idiomas, Irlanda destaca por ofrecer un tipo de visado de estudios que les permite trabajar a tiempo parcial o 20 horas a la semana. Este tipo de visado, llamado Stamp 2, se puede cursar directamente en Irlanda nada más llegar, siempre que el extranjero acredite su inscripción en un curso de al menos 25 semanas de duración y una reserva de 3000 euros al pasar por inmigración.
Salario
Además, Irlanda tiene uno de los salarios mínimos más altos de Europa, por delante de países como Portugal y España. Según el Ministerio de Economía, cada trabajador recibe por hora un mínimo de 10,50 euros. El inglés también atrae a muchos extranjeros que ya hablan la lengua oficial del país y desean vivir en Europa pero no quieren aventurarse en los demás idiomas del continente.
Trabajo
Además de los buenos sueldos, la facilidad para encontrar trabajo también deslumbra a muchos expatriados que quieren probar a vivir en el extranjero. Según la encuesta de 2021 realizada por E-Dublin, el 39% de los encuestados pudo encontrar un trabajo en un mes o menos después de llegar a Irlanda. Otro 37% obtuvo un empleo en tres meses.
Residencia
Para los que decidieron aventurarse sin papeles, el gobierno irlandés trajo buenas noticias a principios de 2022. El Ministerio de Justicia abrió el 31 de enero las solicitudes para regularizar a los inmigrantes ilegales que lleven más de cuatro años viviendo en el país (o tres, en el caso de familias con hijos menores). Las solicitudes se aceptarán hasta el 31 de julio de 2022, y los expatriados obtendrán un permiso de inmigración con acceso sin restricciones al mercado laboral.
