Medios de comunicación y redes sociales se están haciendo eco de algunos problemas que están sufriendo ciudadanos españoles y del resto de la Unión Europea al atravesar el control de pasaportes a su llegada a los aeropuertos británicos. Desde la entrada en vigor del Bréxit, que supone la salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europea y del acuerdo Schengen que permite la libre circulación de ciudadanos en el marco de la Unión, entrar en Inglaterra, Gales o Escocia se está convirtiendo en muchos casos en una experiencia no siempre agradable.
En primer lugar se ha de tener en cuenta que ya no se puede visitar el Reino Unido como se hacía antes y visitar el país sin tener un propósito específico. Hasta la llegada del Bréxit, no era necesario tener un billete de vuelta para poder viajar, ni justificar nuestra entrada en el país. Ahora, como para cualquier ciudadano del resto del mundo, debemos plegarnos a las leyes que regulan la entrada de extranjeros en el país.
Testimonios de personas que han viajado en las últimas semanas a Inglaterra manifiestan un cambio de actitud de los funcionarios de fronteras en su trato a los ciudadanos europeos. Hostilidad, desconfianza o falta de educación dispensadas por los agentes en el control de pasaporte están empezando a sembrar un clima extremadamente tenso en la frontera británica.
Para evitar sorpresas y pasar un rato desagradable es importante informarse sobre cuáles son las nuevas condiciones de entrada. Saber que se nos preguntará si somos residentes y el motivo de nuestro viaje. Que no podemos permanecer indefinidamente y que si nuestro objetivo es trabajar debemos haber realizado los trámites necesarios antes de aterrizar.
Desde el Ministerio del Interior Británico se insiste en que “Quienes no tengan una condición de residente en este sistema pueden permanecer en el Reino Unido durante seis meses como visitantes, sin visado. Sin embargo, como la libertad de circulación ha terminado, quienes lleguen para trabajar o estudiar deben demostrar que cumplen con nuestras condiciones. Instamos a las personas a revisar esas condiciones antes de viajar".
Es por eso que para los que viajen al Reino Unido a vivir, trabajar o estudiar durante más de seis meses deberán obtener los permisos necesarios antes de su viaje. Lo más sensato es consultar las páginas oficiales del departamento de inmigración del Reino Unido y del Ministerio de Asuntos Exteriores español.
Muy probablemente estamos viendo el reverso de la moneda y las consecuencias de la ruptura entre el Reino Unido y la Unión Europea. Igualmente ahora debemos vivir en nuestras carnes esa misma hostilidad y desconfianza con la que se recibe muchas veces a aquellos que intentan entrar en nuestras fronteras desde el extranjero.
A partir de ahora también se aplica para los ciudadanos europeos el sistema migratorio por puntos. Este protocolo para la obtención de visados ya existía pero ahora es obligatorio también para los ciudadanos de la UE. También es necesario tramitar un visado de trabajo en cualquiera de sus diferentes modalidades.
Para evitar tener problemas en la frontera o sufrir los envites de un flemático agente inglés, la mejor medicina es informarse, conocer sus derechos y preparar la documentación necesaria antes de aventurarse a un país que por desgracia para muchos ya ha dejado de ser de fácil acceso.
