La cultura del trabajo en Viena
Trasladarse a una ciudad diferente por motivos de trabajo puede resultar abrumador, sobre todo cuando se tiene un conocimiento limitado de la cultura local. Para facilitarle la transición, me gustaría ofrecerle información valiosa sobre el entorno laboral en Viena.
Horarios de trabajo en Viena
Un día típico en las oficinas de Viena suele empezar entre las 8 y las 9 de la mañana.
Algunos empleadores pueden ofrecer un acuerdo de trabajo flexible conocido como "Gleitzeit", en el que tiene un plazo designado dentro del cual tiene que llegar al trabajo, en lugar de una hora específica.
Para las personas que trabajan a tiempo completo (38,5 horas semanales), el horario de oficina estándar es de lunes a viernes de 8 a 17 horas, con una pausa de una hora para comer incluida.
Sin embargo, el horario concreto puede variar en función de la empresa para la que trabaje, y podría suponer pasar más tiempo en la oficina.
La etiqueta profesional en Viena
La etiqueta de negocios en general tiende a ser bastante conservadora. Es importante dirigirse a su jefe de manera formal utilizando "Sie" en vez de "Du". Esta distinción puede resultar difícil al principio, sobre todo porque en inglés no existe una diferencia similar. Normalmente, debe utilizar la forma "Sie" cuando se dirija a alguien que no conoce. Entre compañeros de trabajo, suele ser aceptable un tono amistoso.
Es bueno saber que: En los últimos años, muchas empresas vienesas han adoptado una política más informal del "du". Conviene familiarizarse con ella desde el principio.
Los vieneses tienen fama de ser reservados y a veces anticuados en su vida profesional. Lo mejor es adaptarse cuanto antes.
Sin embargo, las cosas cambian cuando se trata de las copas después del trabajo o de las famosas fiestas de Navidad que todas las oficinas celebran con gran entusiasmo. Puede que le sorprenda ver a su aparentemente tímido vecino de pupitre o incluso a su jefe soltándose después de unos cuantos "Spritzers" (vino blanco con agua con gas).
Los austriacos, al igual que los alemanes, son puntuales y se concentran en el trabajo durante las horas de oficina, aunque pueden ser algo más relajados. No obstante, siempre hay tiempo para una merecida pausa para el café, o unas cuantas: a los vieneses les encanta su rápida taza de energía.
