Con el Brexit, el mundo esperaba el declive del Reino Unido, sobre todo teniendo en cuenta las sucesivas reformas consideradas agresivas hacia los inmigrantes. Sin embargo, si los inmigrantes desaparecieran, la economía británica sufriría una persistente escasez de mano de obra. Aunque la escasez de mano de obra sigue siendo una realidad, la creciente presencia de inmigrantes también lo es. El interés de los extranjeros por Gran Bretaña crece, incluso cuando el gobierno aprieta las tuercas. ¿Cómo se explica esta paradoja?