Vivir en el extranjero puede acentuar la visibilidad de los estereotipos de género, especialmente en el entorno profesional. A menudo, se percibe que las mujeres siguen a sus parejas al extranjero y se espera que ocupen sus días dentro de los círculos sociales de la comunidad expatriada. Los hombres enfrentan sus propios clichés: suelen ser vistos como profesionales ambiciosos, enviados al exterior por una decisión estratégica de carrera, generalmente para ocupar puestos de alto nivel. ¿Por qué persisten aún estas visiones anticuadas sobre el género y las carreras internacionales?