Siguiendo a tu compañero de vida en Italia

Hola a todos,

Si el amor puede mover montañas, a veces también hace que la gente se mude al extranjero, por ejemplo en Italia.

Seguir a tu compañero de vida a un país con diferentes costumbres y reglas es un acto de absoluta confianza y puede requerir un período de adaptación.

Es por eso que nos gustaría tener tu opinión para responder estas preguntas y así ayudar a los futuros expatriados que se están preparando para seguir el mismo camino mudándose en Italia.

¿Qué preparación tienes o aconsejas hacer antes de tu partida para aprovechar al máximo esta experiencia?

¿Qué desafíos has enfrentado? ¿En qué áreas (encontrar trabajo, socialización, bienestar)? ¿Cómo los superaste?

¿Cuál es el resultado de esta experiencia para ti? ¿Lo volverías a hacer si surgiera la oportunidad?

¿Ha cambiado tu relación con tu amado desde tu expatriación en Italia? ¿Tienes algún consejo sobre este tema?

Si tu expatriación involucró a niños, ¿cómo lograste mantener un equilibrio familiar ante este cambio de vida?

Gracias de antemano por compartir su experiencia,

Alec

Hola Alec,

Puede que esta respuesta llegue un poco tarde, pero soy nuevo en el foro y me ha llamado la atención tu post y las preguntas. Me gustaría poder contar mi experiencia personal.

Soy de origen venezolano y llegué a Italia hace 7 meses, para estar con mi pareja, que es italiana, después de haber estado 5 años en la provincia de Tarragona, España.

Nos conocimos en España cuando ella estaba de intercambio con el programa Erasmus en mi ciudad en 2019. Después de varios meses de relación a distancia, viajes entre España e Italia, habíamos decidido finalmente que ella vendría a España para poder estar juntos y casarnos.

En marzo de 2020, cuando faltaba un día para el vuelo Napoli-Barcelona que había comprado para poder venir, decretaron el Lockdown en España e Italia y tuvimos que estar 4 meses separados (ya teníamos desde febrero sin vernos). Cuarentena de por medio, finalmente en junio, cuando Italia decide reabrir sus fronteras al turismo, decidí ir yo a Italia para poder vernos lo antes posible, ya que España no abriría sus fronteras sino hasta julio.

Estando en Italia y especialmente en el sur del país los retos principales han sido lidiar con una administración pública muy deficiente, a un nivel comparable al de Venezuela y quizás en menor medida, pero en mi caso particular difícil, encontrar un trabajo.

El primer objetivo que teníamos mi esposa y yo era formalizar nuestro matrimonio lo antes posible. Siendo ciudadano extracomunitario al 100% (sin pasaporte UE) y no teniendo ni siquiera un visado que me permitiera estar en Italia más de 90 días, era fundamental no solo para poder estar juntos, sino también para poder acceder a permiso de trabajo, sanidad pública, etc.

Por fortuna los trámites para nuestro matrimonio fueron bastante veloces debido a que el "Comune" (ayuntamiento, municipio, alcaldía) de nacimiento de mi esposa era pequeño y no teníamos una larga lista de espera por delante, además, el trámite del "nulla osta" (sin impedimentos para el matrimonio) fue, para mi sorpresa, bastante ágil ante el consulado de Venezuela en Nápoles.

Nos casamos en una hermosa ceremonia en la península sorrentina, más feliz no podía estar de saber que me había casado con la mujer que amaba y amo y que finalmente podíamos iniciar nuestra vida juntos.

Después del matrimonio es donde inician realmente los problemas de lidiar con la administración pública italiana para poder obtener ese estatus legal tan deseado que me permitiera poder vivir y trabajar en Italia. Las oficinas de inmigración de la provincia de Napoli son verdaderamente un sitio desastroso; el trato hacia la persona es denigrante y tienen un retraso en la entrega de permisos de residencia de al menos 4 meses del tiempo legalmente establecido. Actualmente continuo a la espera del permiso definitivo, poseo en estos momentos solo el "recibo" o comprobante de la solicitud, que ya está aprobada pero aun debe llegar la tarjeta del permiso.

Esta situación para mí como para muchos otros que continúan en espera de su permiso genera muchos problemas:

1. Por un lado, solo la solicitud de permiso debería permitirte trabajar sin ningún problema. Lamentablemente el comprobante de solicitud que te dan es tan pobre como documento que muchos empleadores no lo aceptan. Ya dos empleadores me lo han rechazado, cuando estaba a punto de firmar contrato.

2. A diferencia de España donde tienen el N.I.E. (número de identificación de extranjero),  documento que certifica tu estatus legal en el país, te permite identificarte, incluso a nivel fiscal; en Italia no te basta solo con el "permesso di soggiorno". El "permesso" certifica tu estatus legal en el país, pero también necesitas el "codice fiscale" (extraño documento que mezcla tu identificación fiscal con tu derecho a la sanidad pública) y la "carta d'identità" propiamente (documento que tienen todas las personas, italianas o extranjeras con residencia legal en el país. Por desgracia uno depende del otro. Sin "permesso" al menos provisional o con comprobante no hay "codice fiscale" y sin este último no se puede trabajar (al no poder tributar). Al igual que sin "permesso" no hay "carta d'identità" y para esta se necesita tener el permiso definitivo.

3. Sin "carta d'identità" tus acciones como persona normal son bastante limitadas dentro de Italia. Sin dicho documento algunos empleadores no te dan trabajo, no puedes abrir una cuenta de banco, no puedes inscribirte en el padrón de un ayuntamiento como residente legal, entre otras cosas. He allí el problema de esperar, según he leído en algunos casos, más de 8 meses por un permiso de residencia.

Hasta ahora todo parece un cuento de terror, pero Italia es un hermoso país y debo decir que a pesar de que continúo a la espera de mi permiso definitivo, he tenido la fortuna de encontrar buenos trabajos, a pesar de haber sido rechazado en un par de ellos por mi situación. Los salarios son un poco más altos respecto a España y el mercado laboral más grande, especialmente en el norte de Italia que es donde me encuentro ahora. Turín es una ciudad hermosa, ordenada, limpia, en general bastante segura e incluso económica respecto a otras ciudades de Italia.

Recomendaría a los futuros expatriados que deciden venir a Italia que escojan las ciudades o pueblos del norte si lo que buscan en un cambio verdadero. Lamentablemente el sur, a pesar de su belleza natural, se encuentra en un atraso respecto al norte del país, en cuanto a sus instituciones y desafortunadamente la mentalidad de sus habitantes.

Consejo fundamental: aprender bien el italiano, inglés y tener ya el español te abrirán las puertas a muchos trabajos, cualificados y no cualificados que aunque puede que no sean de tu área profesional o no sea lo que esperas son bien remunerados. Las artes y oficios son probablemente el 70% de las ofertas de trabajo, así que si tienes experiencia como albañil, electricista, carretillero, plomero, carpintero y hablas el italiano tienes buenas probabilidades de encontrar trabajo.

Saludos,

Luis.