Buenas tardes

jota86 escribió:

Hola me presento , soy Jorge un joven Español que debido a la situación que se da en su país a nivel laboral busca cambiar de aires y me han dicho que Ecuador es uno de los países de Sudamerica con menos índice de paro. Mi pregunta es sencilla ¿ Me podría alguien su opinión personal sobre ello? Estoy planteándome dejar mi país natal en busca de un trabajo pero estoy dubitativo.

Muchas gracias por la atención

Jorge Martín

Hola:

Bueno, los datos estadísticos oficiales toman en consideración la economía formal, pero no la informal. Y la realidad es que en Ecuador, como sucede en buena parte de América Latina, la economía informal ocupa a un segmento muy importante de la población, tanto que, de no ser por ella, mucha gente se quedaría sin medios de subsistencia.

Es decir, existe un amplio segmento de población que se ve forzosamente obligada a trabajar por su cuenta o convertirse en autónoma (desde luego, sin cumplir con formalidades administrativas, tributarias, ni de Seguridad Social), básicamente porque no halla empleo en el sector formal (que puede ser por falta de cualificación o porque tiene una cualificación que no encaja con el aparato productivo del medio) o porque ya el sector formal prescinde de ella (por ejemplo, a partir de ciertas edades, ya cuesta mucho conseguir empleo por cuenta ajena y lo mismo puede llegar a pasar con mujeres que tienen hijos pequeños). Estos autónomos a la fuerza constituyen una economía paralela a la formal que, vista en su conjunto, genera también importantes ingresos y que no siempre se ve reflejada en las estadísticas oficiales ( y desde luego, son tributos que el Estado deja de percibir, porque el hecho de trabajar informalmente los deja fuera del control fiscal).

Por otro lado, existen personas que trabajan realmente bajo una relación de dependencia, pero no sujetas a Derecho del Trabajo, sino a Derecho Civil: son los contratados bajo la modalidad del contrato civil de arrendamiento de servicios o los contratados como profesionales liberales de acuerdo con las disposiciones reguladoras del contrato de mandato que resulten aplicables, todo lo cual viene regulado por el Código Civil : estas personas, formalmente, son trabajadoras autónomas o profesionales liberales en libre ejercicio (y no cobran suelo, sino honorarios), aunque en realidad, son tratados como empleados. Esta es una trampa muy común en Ecuador, que se hace con la finalidad  de eludir la afiliación a la Seguridad Social de las personas mencionadas y el correspondiente pago de la cuota patronal, pero también para evitar pagarles utilidades (legalmente, el empleador debe repartir utilidades entre los trabajadores cada año: el 15 % de las utilidades anuales de la empresa debe repartirse entre los trabajadores).

En Ecuador exclusivamente se considera trabajador a la persona que presta servicios personales, lícitos, remunerados, bajo relación de dependencia, siempre que exista un contrato individual de trabajo, que está regido por el Derecho del Trabajo (Código de Trabajo, contratos colectivos y Reglamentos expedidos por el Ministerio del Trabajo). Y no todas las personas que verdaderamente trabajan bajo relación de dependencia, pueden ser consideradas trabajadoras, pues no todas lo hacen bajo un contrato de trabajo, como quienes trabajan bajo contratos civiles ya mencionados líneas arriba, que no pueden ser considerados trabajadores.

También están los representantes legales de las personas jurídicas, cuya relación no es de naturaleza laboral, sino civil: estos tampoco son considerados trabajadores (aunque tengan altos ingresos en concepto de honorarios).

Es decir, el segmento de la población económicamente activa de Ecuador, que trabaja bajo relación estrictamente laboral (contrato individual de trabajo) y formal, es proporcionalmente menor al gran número de personas que trabajan sin estar sujetos al Derecho del Trabajo: los contratados civiles, los representantes legales de personas jurídicas y la gran cantidad de personas que trabaja en la economía informal (bien bajo relación de dependencia sin ningún tipo de contrato, ni tan siquiera civil; bien como comerciantes informales o bien ejerciendo cualquier oficio que conozcan, también de modo informal). A eso, deben sumarse los burócratas, que se rigen por normativa especial.

Y si las estadísticas oficiales sólo toman en cuenta a quienes trabajan formalmente o más estrictamente, a quienes lo hacen sujetos a Derecho del Trabajo, prescindiendo del resto de servicios que se prestan bajo otras modalidades, desde luego que van a arrojar resultados que resultarían envidiables para otros países, cuando en realidad, simplemente, se calcula mal o no se indica la existencia de otras modalidades contractuales permitidas por el Derecho (aunque a veces usadas fraudulentamente, para huir del Derecho del Trabajo) o de los informales en sentido estricto.

Por otro lado, si usted es extranjero, necesitará contar con una visa que le permita residir en el país y trabajar en él, de lo contrario, no sería lícito contratarlo y quien lo emplee de esa manera puede también ser multado o incluso, sufrir penas privativas de libertad.

Quizás le convendría viajar y explorar in situ el país, para que determine si le gusta, si cree que se acostumbrará a vivir ahí y podrá trabajar ahí y asimismo, si considera que se habituará al clima y a los usos y costumbres locales. Podría explorar, por ejemplo, Ecuador y también los países vecinos, Colombia y Perú, a fin de que pueda comparar y según eso, determinar cuál le gusta más para quedarse (debe tener en cuenta, sobre todo, las legislaciones de Extranjería de los países mencionados, a fin de que pueda comparar dónde sería más fácil, rápido y económico para usted obtener una visa o autorización de residencia que le permita trabajar en sus circunstancias y asimismo, las legislaciones laborales y tributarias de los tres países). Usted preguntará por qué le menciono las legislaciones: pues porque son la fuente que le indica qué puede y qué no puede hacer usted como extranjero en los países indicados, pero también porque puede haber más ventajas de tipo fiscal en uno que en otro o uno tener una legislación laboral más proteccionista que los demás, entre otras cosas: conocer los aspectos básicos de la legislación que le afecten o puedan afectar es importante y puede resultar determinante . Los inversionistas extranjeros, cada vez que llegan a un país donde tienen interés en invertir, lo primero que hacen es buscar contactar con abogados y economistas locales, así como con especialistas en la  actividad a la que se dedican, para tener suficiente información. Quizás quien va en busca de empleo debe hacer también algo similar, dentro de sus posibilidades, para tener más claro el panorama y elegir adecuadamente, según la conveniencia e intereses.

Un cordial saludo.

Muchas gracias , por contestarme . Me ha servido de mucho .

Un saludo bien grande .

Jorge .