Uy, bueno, andamos poco a poco, pues mi esposo obtiene su licenciatura universitaria en año y medio y mientras el título se firma en el ineficiente Ministerio de Educación Superior y terminamos otros trámites, calculamos salir a Lima hacia el cuarto trimestre de 2015. Cada día que podemos buscamos adelantar algún trámite, pues en Venezuela esta tarea suele ser personal, lenta y engorrosa, entre que falla el internet, las colas (o filas) para hacer los trámites o para trasladarse son descomunales y el típico "no hay material, venga otro día" (más aún que ahora con las manifestaciones a veces no se puede llegar a determinados lugares de la ciudad). Quisiéramos irnos antes, pero queremos ejercer nuestras carreras, más aún en un país en el que la desigualdad social es tan grande y que ser universitarios marcará la diferencia (amén del tiempo y dinero invertido en nuestras vocaciones, que también vale mucho). También quisiéramos irnos antes porque aquí todo se pone más difícil: cada vez hay mayor inseguridad jurídica y personal, mayor restricción y control del estado, menos acceso a bienes y servicios, hay más discriminación y represión del Estado, menos capacidad adquisitiva y menor oferta de boletos aéreos. Sin embargo, nuestra meta es fija: Nos vamos a Perú (seguramente llegando antes a otro país y entrando por tierra, pues la tarifa a ese destino se ha multiplicado exponencialmente) y si no podemos acceder a los boletos, nos vamos por tierra, trotando, como sea.