La oferta gastronómica de Milán
Entender la gastronomía en Milán
El acto de comer es un fenómeno social en Milán, como lo es en toda Italia. La gastronomía es parte integrante de la vida cotidiana de los milaneses y, además del negocio de la restauración, es objeto de numerosos eventos como concursos de cocina, ferias y fiestas locales que dan a conocer los productos locales. En Milán hay muchos restaurantes que sirven platos típicos de Lombardía, platos con influencias de todas las regiones de Italia, pero también una amplia oferta de restaurantes extranjeros. Hay que decir que, al igual que la moda, la comida es muy importante, lo que convierte a la ciudad en un paraíso para los gourmets y un pozo sin fondo de tentaciones para los que hacen dieta.
Platos típicos milaneses
La cocina milanesa está influenciada por su pasado y su atípica geografía de llanuras al pie de montañas. En el sur de la provincia de Milán, rico en cursos de agua, se cultiva el arroz y se utiliza para las recetas de risotto. Los platos de carne y los embutidos son el resultado de la ganadería extensiva de vacuno y porcino. La región, generalmente húmeda y fría en invierno, es conocida por su comida reconfortante de sopas, platos hervidos y ricas pastas y risottos. Cada plato milanés revela la historia de la ciudad y su papel crucial como centro de intercambio económico. Algunos de los platos milaneses más típicos son:
- Risotto allo zafferano (risotto milanés con azafrán)
- Cotoletta alla milanese (chuleta empanada)
- Ossobuco
- Trippa a la milanesa
- Mondeghili (albóndigas de ternera)
- Cassöeula, un plato de cerdo y col cocidos a fuego lento
- Panettone (famoso brioche navideño)
- Polenta (puré de patatas hecho con harina de maíz)
La cultura gastronómica de Milán también incluye quesos famosos, como el Gorgonzola y el Mascarpone, ambos nacidos en Lombardía. Otros quesos lombardos también conocidos y apreciados aquí y en el resto del mundo son el Taleggio y el Grana Padano.
Los hidratos de carbono se consideran esenciales y se consumen en forma de pasta, arroz, polenta o cereales como segale (centeno), orzo (cebada) y grano (trigo). Las sopas también son muy comunes y suelen combinar cereales y legumbres con verduras frescas: la famosa minestrone, que suele acompañarse de verduras como calabacines, calabaza, espárragos, zanahorias, brécol, guisantes y judías verdes.
Las fases de una comida milanesa
Comer es una actividad muy valorada y compleja en Italia, por lo que la comida se divide en fases, cada una de las cuales ofrece un placer en sí misma:
- El antipasto, servido en la mesa antes de la comida. El antipasto, servido en la mesa antes de la comida, es un entrante que puede estar compuesto por diversos embutidos y carnes marinadas, como salami, salchichón o jamón cocidos, speck o bresaola, la famosa carne seca cortada en lonchas finas. También puede servirse con queso. También hay una variante vegetariana con platos de verduras como calabacines o pimientos a la plancha, espinacas fritas o, en invierno, achicoria a la plancha, así como pequeñas tartas/quiches con crema de queso.
- A continuación vienen los primi piatti, que suelen consistir en pasta, risotto o legumbres (sopa de lentejas, sopa de cereales y verduras, etc.).
- A continuación vienen los "secondi piatti", elaborados con carne de ternera, cerdo, jabalí (cinghiale) o pescado. También en este caso es posible una variante vegetariana o incluso vegana. Los secondi se acompañan de contorni, que incluyen verduras de temporada, patatas o polenta. Cabe señalar que algunos restaurantes ofrecen platos individuales (primo y secondo juntos) porque las cantidades son a veces considerables. Es el caso del risotto alla milanese servido con osso-buco.
- Por último, llega el postre, el dolce: por ejemplo, un tiramisù (u otro postre de cuchara: mousse, crema, bavarois), un pastel como la torta sbrisolona (masa quebrada con fruta o chocolate cubierta de un crumble), fruta fresca o sorbetes/helados caseros en verano, todo ello acompañado de digestivos como grappa, amaro (digestivo amargo elaborado con hierbas) o limoncello. Tampoco puede faltar el tradicional café espresso, a veces sustituido por el café d'orzo, una opción descafeinada a base de cebada tostada.
Dónde comer en Milán
En Milán, una trattoria suele considerarse más relajada y acogedora que un restaurante. Algunos de los mejores lugares para comer son :
En el registro de la cocina milanesa:
- Non solo lesso
- Antica Trattoria della Pesa
- Trattoria la Pesa dal 1902
- Trattoria Masuelli
- Trattoria Arlati
y para una buena chuleta a la milanesa: Trattoria del nuovo Macello, Consorzio Stoppani y Osteria Brunello.
Otras buenas direcciones que también toman prestados algunos platos del resto de Italia:
- Cocciuto, Pizzium, Sorbillo o Da Zero para una buena pizza.
- Giulio Pane e Ojo o Da Felice a Testaccio para un toque de cocina romana
- Fishbar, abierto por el chef con estrella Eugenio Boer
- Los restaurantes Eataly, si quiere comer bien mientras compra en una tienda de comestibles de calidad
- Miscusi, una buena dirección para los amantes de la pasta.
Milán también alberga algunos de los restaurantes más chic, como Ratanà, que ha sabido combinar la cocina italo-milanesa tradicional con la moderna, Locanda Perbellini y Osteria Brunello, pero también y sobre todo muchos restaurantes con estrellas Michelin, por ejemplo :
- Cracco (chef Carlo Cracco)
- Bu:r (chef Eugenio Boer)
- Enrico Bartolini al Mudec (chef Enrico Bartolini)
- Berton (chef Andrea Berton)
- D'O (chef Davide Oldani)
- Felix lo Basso Home & Restaurant (chef Felice Lo Basso).
- Otra buena dirección para probar es Identità Golose: es un centro neurálgico de la gastronomía italiana y milanesa que alberga un restaurante, eventos y talleres de cocina. Chefs residentes e invitados, tanto jóvenes como de renombre, se alternan para ofrecer menús que varían según la temporada y la actualidad. El programa, los menús y las distintas experiencias están disponibles en su sitio web Identità Golose.
Lombardía es la región italiana con más estrellas, con 59 restaurantes galardonados (51 *, 2 **, 3 ***), seguida de Campania (48) y Piamonte (44).
Para vivir una experiencia única, pruebe el agriturismo: se trata de granjas con alojamiento y un restaurante (o trattoria) que sirve sus productos. Puede alojarse en la granja y disfrutar de comida local, normalmente ecológica. Algunas de estas granjas ofrecen habitaciones de alquiler para sus celebraciones (cumpleaños, bodas, etc.).
He aquí algunas buenas direcciones:
- Cascina Pietrasanta
- Cascina Caremma
- La Barcella
Aún en Lombardía, pero más lejos:
- Agriturismo Ferdy
- La Fiorida
- Solimago Dimora Storica (agroturismo ecológico que también admite vegetarianos y veganos)
- Corte Reginella
- Tenuta dell'Annunziata.
Meriendas y dulces en Milán
Es imposible hablar de gastronomía en Milán sin mencionar su repostería y sus helados. No faltan alternativas: las pastelerías históricas más famosas son Marchesi, Cova, Cucchi y Clivati (que elaboran panettone todo el año) y La Martesana. Además, ofrecen tartas, brioches, galletas de mantequilla y especialidades de chocolate que no hay que perderse.
Otras pastelerías más recientes que no necesitan presentación son Pavè, Marlà Pasticceria y Knam. Si hablamos de heladerías, la oferta también es muy amplia. Entre las gelaterías más famosas se encuentran : La Gelateria della Musica, Pavè - Gelati & Granite, Out of the box, Ciacco, que utilizan ingredientes frescos sin edulcorantes ni aditivos artificiales, pero también Artico e Il Massimo del gelato.
En cuanto a los tentempiés, no hace falta decir que le costará elegir. Si tiene poco tiempo o quiere comer sobre la marcha en Milán, pruebe :
- Panino giusto
- Princi
- Panini Durini
- Luini
- Ravioleria Sarpi
- Trapizzino
- Tramè o l'Altro tramezzino
- Poke House o I love poke
La gastronomía en Italia, una forma de vida
La cocina italiana está considerada una de las más sabrosas del mundo, a la vez que saludable y respetuosa con las materias primas y las estaciones. La clave para disfrutar de los productos y platos de la gastronomía italiana y milanesa en particular es comer como lo hacen los italianos, conscientemente, con moderación y con gran respeto por los productos locales. Si es usted un expatriado en Italia, comprenderá rápidamente que los italianos consideran la gastronomía como algo sagrado. Una de las razones es que la comida es sinónimo de bienestar físico, además de placer. No es raro que una actividad gire exclusivamente en torno a una comida o un evento gastronómico. Por ejemplo, una excursión de fin de semana al campo o a la montaña siempre va acompañada, si no justificada, de una comida en un restaurante o trattoria.
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Última actualización 27 Marzo 2023 16:12:14