Impuestos en Francia
No es un secreto para nadie que Francia tiene uno de los tipos impositivos más elevados de la Unión Europea, aunque no llega al nivel de los países escandinavos. Antes de trasladarse a Francia, es importante familiarizarse con las diferentes políticas fiscales, ya que los requisitos fiscales pueden ser significativamente diferentes a los de tu país de origen.
Por ejemplo, es obligatorio declarar las cuentas bancarias en el extranjero cuando se presenta la declaración de la renta. No hacerlo te expone a unas multas sustanciales. Si os te lo puedes permitir, podría ser una buena idea contratar un especialista en fiscalidad para entender y aplicar el sistema francés.
Tipos de impuestos en Francia
Por norma general, los contribuyentes en Francia tienen que pagar lo siguiente:
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el impuesto sobre la renta (sujeto a retención a cuenta desde 2019),
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cotizaciones a la seguridad social, deducidas en la fuente,
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Impuesto sobre el valor añadido (IVA o TVA por sus siglas en francés), que es un impuesto indirecto aplicable al precio de base de todos los productos y servicios disponibles en el país,
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impuesto sobre la vivienda (pagado tanto por el propietario como por el inquilino),
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impuesto sobre la propiedad (pagado por los propietarios).
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Impuesto sobre el capital.
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Condiciones
Si tienes residencia permanente en Francia, estarás sujeto/a al impuesto francés. Las cosas pueden complicarse un poco si llegas o te marchas de Francia en mitad del año fiscal. En ese caso, es posible que tengas que pagar impuestos en dos países durante el período de transición. Lo normal es que pagues impuestos en Francia si:
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tienes una residencia familiar permanente y habitual en Francia
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estás trabajando en Francia (pero no debe ser una actividad profesional auxiliar)
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tienes intereses económicos basados en Francia.
Importante:
Asegúrate de que tu país de origen tiene firmado un acuerdo de doble imposición con Francia para evitar pagar por duplicado.
Si has trabajado parte del año en el extranjero y has pagado impuestos sobre la renta, todavía tendrás que declarar estos ingresos ya que se tendrán en cuenta para el cálculo de tu tasa impositiva general.
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Impuesto sobre la renta en Francia
Todos los residentes en Francia tienen que pagar el impuesto sobre la renta, independientemente de su fuente de ingresos. Sin embargo, el sistema fiscal francés distingue entre ingresos del hogar, de familias con o sin hijos y de un único contribuyente. En definitiva, las familias pagan menos impuestos que los contribuyentes solteros.
Los ingresos se refieren generalmente a todo lo siguiente:
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Nóminas,
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Inversiones,
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Dividendos,
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Intereses bancarios,
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Todas las pensiones,
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Ingresos de la propiedad.
Ten en cuenta que tu empleador generalmente comunicará el valor de tus ganancias a las autoridades tributarias (para los años siguientes a la primera declaración de impuestos). Los bancos también comunicarán automáticamente el valor de los dividendos o ganancias realizados en tus distintas cuentas. En ambos casos, sin embargo, es tu responsabilidad asegurarte de que los valores comunicados son correctos e incluir todos tus ingresos.
La ley cambia relativamente rápido con respecto a los impuestos y es muy recomendable consultar las páginas de las autoridades fiscales antes de presentar vuestros impuestos (ver enlaces abajo). Por ejemplo, las leyes tributarias han cambiado recientemente y ahora es obligatorio declarar cualquier ingreso que recibáis de alquilar vuestra propiedad en AirBnB.
Las tasas de impuestos en Francia
Las tasas son las siguientes (última actualización 2020):
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Hasta 10.084 euros anuales, tipo impositivo a aplicar: 0%,
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De 10.085 a 25.710 euros anuales, el tipo impositivo aplicable es del 14%,
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De 25.711 a 73.516 euros anuales, el tipo impositivo aplicable es del 30%,
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De 73.517 a 158.122 euros anuales, el tipo impositivo aplicable es del 41%,
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Superior a 158.123 euros anuales, el tipo impositivo a aplicar es del 45%.
Declaración de la renta en Francia
Desde 2019, el impuesto sobre la renta se retiene en la fuente en Francia, es decir, directamente del salario. La Agencia Tributaria retiene una cantidad alrededor del día 15 de cada mes.
Este sistema ha simplificado el anterior, considerado complejo. De hecho, obligaba a los contribuyentes a calcular y presentar una declaración de impuestos anual. Por lo tanto, desde 2019 el IRPF se basa en los ingresos de la persona de 2017, pero tras la última declaración manual de 2019 (por los ingresos de 2018), el IRPF se retiene en la fuente (es decir, del salario).
Enlaces de interés:
Service Public - Impuesto sobre la renta
