Buscar trabajo en Francia
Francia lleva varios años sufriendo una elevada tasa de desempleo, situación que ha afectado a la actividad económica del país y a las oportunidades profesionales ofrecidas a los extranjeros. A menos que seas ciudadano de la Unión Europea o tengas la documentación necesaria para trabajar en Francia, es bastante difícil encontrar un trabajo en sectores no cualificados o semicualificados. Sin embargo, esto no afecta a los perfiles altamente cualificados, y Francia es un país que busca personal extranjero que pueda hablar otros idiomas.
El mercado laboral francés
En lo que respecta a los expatriados, se puede dividir el mercado laboral francés en dos segmentos: los altamente cualificados y los menos cualificados. Las elevadas tasas de desempleo que se mencionan con frecuencia en los medios de comunicación afectan sobre todo a los menos cualificados y a los jóvenes. Por lo tanto, tus posibilidades de conseguir un trabajo en Francia son más elevadas si tienes títulos universitarios acreditados y experiencia internacional.
La proyección internacional de las empresas francesas es tal que necesitan una mano de obra que domine las prácticas comerciales y las lenguas extranjeras. Por lo tanto, el hecho de hablar otros idiomas además del francés, aumenta enormemente las posibilidades de conseguir trabajo en Francia.
En lo que respecta a las ciudades, París suele ser la primera opción para los expatriados, pero algunas empresas reclutan mucho más allá de la Ciudad de la Luz. Por ejemplo, los profesionales de la aviación están muy solicitados en Toulouse y Burdeos.
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Los sectores clave en Francia
En Francia, los sectores más prometedores se centran en la industria automóvil (incluidas las piezas de recambio), las tecnologías digitales, las tecnologías de la información y la comunicación, el comercio, la sanidad y los productos farmacéuticos, y los servicios profesionales, por citar sólo algunos. En general, los títulos de países distintos de Francia se reconocen con relativa facilidad, sobre todo si se ha estudiado en una universidad de renombre internacional.
Nacionales de la UE, del Espacio Económico Europeo y Suiza
Pueden permanecer en Francia durante 3 meses para buscar trabajo sin registrarse ante las autoridades como expatriados en Francia. Como ciudadano de la UE, del Espacio Económico Europeo, de Suiza o de Croacia, no se le devolverá a su país si no encuentra trabajo. Por supuesto, por razones económicas obvias, cuanto antes encuentre un trabajo, antes podrá vivir adecuadamente en Francia.
Te recomendamos encarecidamente registrarte en Pôle Emploi, la agencia nacional de empleo más cercana a tu domicilio. Una vez inscrito, tendrás derecho a percibir el subsidio de desempleo si ya has trabajado en el EEE, en función de los periodos de seguro de desempleo acumulados en tus anteriores contratos. Hay que tener en cuenta que debes haber empezado a trabajar en Francia para que se tenga en cuenta tu historial de empleo en el EEE. Pôle Emploi también ofrece una lista de vacantes y apoyo a los solicitantes de empleo.
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Ciudadanos de otros países
Los ciudadanos de países no pertenecientes a la UE, el EEE y Suiza deben solicitar un permiso de trabajo y un permiso de residencia para trabajar en Francia. Para más información sobre los documentos necesarios, consulta nuestro artículo sobre visados.
Las empresas que buscan talento extranjero deben demostrar que el candidato es idóneo para el puesto y que las competencias requeridas no están disponibles en el Espacio Económico Europeo. El proceso de obtención de documentos y autorizaciones suele durar varios meses.
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Los permisos de trabajo se expiden de forma anual y, si tienes un visado de larga duración, deberás asistir a sesiones de integración organizadas por la Oficina Francesa de Inmigración e Integración (OFII).
Si quieres poder trabajar y viajar con frecuencia a Francia, pero sin estar empleado por una empresa, considera los sectores de au pair, turismo o enseñanza de idiomas. Sin embargo, ten en cuenta que el proceso administrativo para estas profesiones puede ser especialmente riguroso.
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