Rosa en Alemania:''Aprendí a llevar los pequeños obstáculos y las diferencias culturales con humor''

Entrevistas a expatriados
  • Rosa en Alemania
Publicado el 2017-05-25 a las 00:00 por Expat.com team
Rosa es una joven extremeña afincada en Würzburg, ciudad de Baviera. En la entrevista que nos ha concedido nos cuenta cómo lidió con el choque cultural a su llegada a Alemania y de la importancia de dominar el idioma del país en el que vas a vivir.

¡Buenos días Rosa! Empecemos por una pequeña presentación: ¿De dónde eres? ¿Cuánto hace que vives en Alemania? ¿Cómo te ganas la vida?

Soy española de Olivenza (Badajoz) y vivo desde hace casi 4 años en Würzburg, una ciudad que se encuentra en el estado de Baviera, al sur de Alemania. Estudié informática en Salamanca y actualmente trabajo como programadora backend.

¿Por qué decidiste cambiar de país?

En España, el mercado laboral para los jóvenes deja mucho que desear y para optar a buenas oportunidades es recomendable irse a ciudades grandes, cosa que a mí no me llamaba para nada la atención. Tenía trabajo en España, pero además de no estar relacionado con lo que yo había estudiado, me sentía super explotada y mal pagada, así que decidí terminar con esa situación y probar fuera. A mí siempre me han gustado los idiomas, y tras la buena experiencia que tuve con mi estancia Erasmus en Finlandia, me animé a probar suerte, pero esta vez en Alemania.

¿Qué trámites y formalidades has tenido que hacer para instalarte?

Al principio tuve que empadronarme en el ayuntamiento, contratar un seguro médico, abrir una cuenta bancaria, solicitar mi número de identifciación fiscal, comprar una tarjeta SIM para el móvil,...lo típico, vamos. Luego, un poco más adelante me hice un seguro de responsabilidad civil, me registré en el consulado español de Múnich y cambié mi domicilio fiscal en Hacienda. Al principio parecen demasiadas formalidades, pero buscando un poco por la red, puedes encontrar consejos y toda la información muy fácilmente.

¿Cómo fue tu instalación en Alemania?

Las primeras semanas fueron un poco duras porque vine sola, sin conocer a nadie, y aunque mi nivel de alemán era aceptable, el acento de la zona es complicado y eso de no poder comunicarte con los demás tan bien como te gustaría, puede llegar a ser un poquito frustrante. Pero en realidad, al principio estaba tan concentrada en integrarme en el trabajo, acostumbrarme a la ciudad y demás, que casi sin darme cuenta, el peor trago ya lo había superado con éxito. Luego empecé a conocer gente y tuve la suerte de dar con personas fantásticas, con las que aprendí a llevar los pequeños obstáculos y las diferencias culturales con humor y de forma práctica.

¿Has tenido dificultades para adaptarte: la gastronomía, las costumbres, el clima...?

Yo creo que en general me he adaptado bastante bien, pero aun después de cuatro años, sigo experimentando pequeños choques culturales casi a diario, porque aunque España y Alemania no están tan lejos, en realidad son lugares totalmente diferentes.
Echo bastante de menos el sabor intenso de las frutas y verduras en España, el pescado, el embutido... Cada vez que voy a España, me preparo una caja con el aceite del pueblo y mis productos españoles favoritos, para cuando me entra morriña. Me gusta mucho cocinar, así que sigo aquí con la dieta mediterránea y también intento cocinar platos alemanes y repostería de mi región.
En cuanto al clima, los meses de invierno sí se hacen un poco durillos por las bajas temperaturas y la escasez de sol, pero se pasan rápido. Además, supongo que el invierno es el pequeño precio que hay que pagar para tener una primavera y un verano fabulosos, con unas temperaturas suaves y estupendas. A los horarios de la comida, trabajo y de la vida en general, me adapté rápidamente porque, personalmente, me encanta eso de comer a la 1, salir a las 4 de trabajar y cenar a las 7 o a las 8 de la tarde.

¿Lo que más te sorprendió?

Me sorprendió que los típicos prejucios de que los alemanes son todos muy trabajadores y super organizados, además de sosos y serios, no son para nada ciertos. Aquí, como en todos lados, hay también gente desorganizada y poco profesional, o gente muy simpática y con un sentido del humor bastante agudo.

¿Cómo encontraste alojamiento?

Yo ahora vivo con mi novio, pero en Alemania, la búsqueda de piso es una verdadera odisea. Antes, he vivido en otros dos pisos y el proceso no fué nada fácil, ya que hay muchísima demanda y pocas viviendas disponibles. Los compañeros de piso te hacen castings, junto con otras 20 personas, y te preguntan absolutamente de todo. El casero te suele pedir que le cuentes detalles de tu vida, le enseñes tu currículum, tu nómina,... Además, aquí se suele alquilar todo sin muebles ni nada dentro, con lo cual a la hora de mudarte, es todo mucho más complicado.

¿En lo que respecta a la vida laboral, es díficil para un expatriado conseguir trabajo?

Yo lo tuve bastante fácil porque mi profesión es muy demandada y mi nivel de alemán era bueno. Mi actual trabajo lo encontré desde España a través del portal europeo del SEPE, Red Eures (Servicio Público de Empleo Estatal, Red de cooperación laboral de ámbito europeo). Me hice un perfil y enseguida empezaron a llegarme ofertas y comencé a hacer entrevistas por Skype.

¿Es fácil hacer nuevos amigos? ¿Algún consejo?

En general diría que es un poco complicado hacer amigos alemanes, ya que ellos ya tienen su círculo cerrado, pero tampoco es imposible. Lo más fácil es hacer amistad con otros españoles o extranjeros que haya en la ciudad, ya que son gente que se encuentran en la misma situación que tú. Aconsejo buscar por internet o apuntarse a actividades o a alguna asociación relacionada con alguna afición, porque así se puede llegar a conocer a muchísima gente.

¿Qué te parece el estilo de vida en Alemania?

Me gusta como viven, los definiría como muy "disfrutones". Por ejemplo, en mi ciudad, cuando entra el buen tiempo, siempre hay algún tipo de evento organizado y allí van todos, da igual que sea música en directo por la calle, un pequeño mercadillo, una feria del vino o un gran festival de música africana, siempre está todo a tope de gente. También me encanta la cultura empresarial que tienen, ante todo somos personas, y se te respeta como tal, sin excepciones.

¿Cómo es tu vida cotidiana?

Mi día a día es bastante normalito. Voy a trabajar y las tardes las ocupo haciendo algo de deporte, en clase de alemán, haciendo la compra o tomando algo con amigos.

¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son las actividades más populares allí?

En mi tiempo libre me gusta ver series y películas, cocinar, caminar por el bosque, los juegos de mesa, montar en bici... y por supuesto, salir con los amigos. Cuando hace buen tiempo por aquí es muy típico ir a tomar algo a los Biergarten (cervecería al aire libre) o hacer barbacoas en el río. Desde que vivo en Alemania he aprendido a valorar y a disfrutar muchísimo más de los días con buen tiempo y soleados.

Venga mójate: lo mejor y lo peor.

Pues lo mejor de Alemania es la cerveza! Jajaja Bromas aparte...Creo que lo mejor es que me gusta muchísimo la ciudad en la que vivo porque tiene el tamaño ideal y al estar al sur, el clima es bastante aceptable. Está todo muy verde y limpio, encuentras personas de todo el mundo, el transporte público es una maravilla y hay bastantes opciones culturales. También me encanta poder ir a todas partes en bici, que aparte de ser muy saludable, hace que te ahorres una buena pasta en coche y gasolina. Otra cosa que me fascina, es que aquí puedes reciclarlo absolutamente todo y retornar los envases en el super a cambio de dinero, una gozada!
Y aspectos negativos, pues los alemanes metomentodo que dicen a otras personas lo que deben o no deben hacer, me explico: hay algunas personas, normalmente mayores o de mediana edad, que tienen la manía de cantarle las cuarenta a cualquier desconocido que inclumpla las normas, esto es un puntazo! En Alemania hay reglas para todo, y no solo verás a quien le encanta seguirlas a rajatabla, sino que también existe la gente que se cree con derecho a regañar a quien no las siga. Yo creo que las normas están bien, es más, son muy necesarias, pero en ocasiones puede que no sea razonable ni práctico seguirlas y aplicar un poquito más de flexibilidad y expontaneidad no estaría de más.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse allí?

Que se mentalicen desde el primer momento de que, para sentirse integrado, hay que aprender alemán. Esto te va facilitar el día a día muchísimo. Por mucho que uno pueda saber inglés, no es lo mismo, ya que siempre te puedes encontrar a alguien que no sepa (o no quiera) hablarlo y en general, aprecian mucho que se haga el esfuerzo por hablar alemán. También les diría que se preparen para recibir un buen shock cultural. Aquí todo es distinto, ni mejor, ni peor, simplemente las cosas se hacen de otra manera. Creo que la mejor estrategia es aceptar la situación e intentar adaptarse.

¿Qué es lo que más echas de menos?

A mí familia y a mis amistades. Las nuevas tecnologías ayudan bastante a mantener el contacto, pero reconozco que no es lo mismo que estar allí cerca de todos a diario.

¿Con qué frecuencia te ves o comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?

Mantenemos el contacto casi a diario por Whatsapp y por teléfono. Contraté una tarifa plana de llamadas internacionales para poder hablar sin límites. También usamos Skype a veces. A España suelo ir dos o tres veces al año.

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